La accesibilidad universal en tiempos de diseño centrado en los usuarios

Hace exactamente 8 años atrás la Asamblea General de la ONU designó el 21 de marzo como el día del Síndrome de Down, la fecha escogida responde a que la condición es generada por una trisomía en el cromosoma 21. Mi hija mayor tiene una tetrasomía en el cromosoma 12, el síndrome se llama Pallister Killian y dado que no existe un día para concientizar al respecto, me tomo este día como una buena excusa para reflexionar en torno al diseño para todos.

Consuelo Correa Barros
7 min readMar 20, 2019
Por la diversidad, la inclusión social y la igualdad

Por ti, por mí y por todos mis compañer@s

Seamos claros, las personas en situación de discapacidad no están enfermitos ni tienen capacidades diferentes, romantizar la discapacidad o minimizarla es desconsiderado y no hace más que invisibilizar una realidad innegable.

Imaginen esto, yo madre voy a pedir ayuda al Senadis o a mi Municipio, tenemos un diálogo así:
— Hey señor representante del Estado, ayúdame (…)
— Señora no sea ridícula su hija no está en situación de discapacidad, lo que pasa es que tiene capacidades diferentes.

Ejemplo gráfico de una persona con capacidades diferentes.

El Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis) nos entrega un documento para conocer la terminología apropiada para referirnos a las personas en situación de discapacidad. Si trabajas o quieres trabajar en accesibilidad, la invitación es a referirnos en términos adecuados; hablemos de inclusión, pero hagámoslo en serio.

La ONU en su Agenda 2030 para el Desarollo Sostenible declara que todas las personas con Síndrome de Down deben tener la oportunidad de disfrutar de vidas plenas, tanto en igualdad de condiciones con las demás, como en el resto de aspectos de la sociedad. La promesa este año es que nadie se quedará atrás. De la resolución de la ONU destaco el siguiente párrafo:

Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales

Desconozco el autor de esta imagen, pero si en las imágenes superiores hubiese incluido una niña o una mujer, habría sido la imagen perfecta.

Ser una persona en situación de discapacidad te obliga a enfrentar varias dificultades, permíteme introducirte en mi mundo. En primer lugar, la educación se pone cuesta arriba porque existen colegios con integración, pero queremos con inclusión. Los liceos y colegios deben prepararse para incluir a estudiantes en situación de discapacidad, porque una cosa es contar con infraestructura apropiada (rampas, ascensores, accesos amplios, baños especiales, pantallas interactivas y más), pero otra cosa es contar con colaboradores expertos que van mucho más allá de un/a fonoaudiólog@ o un/a psicopedagog@.

El proyecto de la Escuela Especial de Desarrollo de la Reina, fundada en 1928, fue la primera en todo Sudamérica orientada para niños con discapacidades cognitivas, son 91 años de educación gratuita y de calidad para 180 niñ@s y adolescentes. Otra buena escuela es Madre Tierra en Lo Barnechea, con 115 alumnos. En ambos casos el proyecto educativo incluye talleres laborales porque entienden que la educación debe velar por un desarrollo integral del individuo. Necesitamos más escuelas como estas a lo largo de todo el país.

En salud hay pocos profesionales preparados para tratar a personas en situación de discapacidad, por lo que su salud puede ser precaria. Solo imaginen que ir al dentista puede significar en muchos casos el uso de anestesia y eso involucra no tan solo 1 profesional extra sino que también el uso de pabellón. Sumemos a la ecuación la violencia a la que se exponen y la falta de oportunidades laborales.

Tanto es así que la ONU tuvo que pronunciarse respecto de los derechos de las personas en situación de discapacidad, porque es bastante obvio que no tienen más derechos que otra persona, pero que hay que buscar la forma de garantizarlos. En el año 2001 la Asamblea General estableció un comité especial para la negociación de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, la redacción del texto comenzó en mayo del 2004 y en Agosto del 2006 recién se llegó al acuerdo del texto. En el artículo 9 se refieren a la accesibilidad así:

“En cuanto a la cuestión fundamental de la accesibilidad (Artículo 9), la convención requiere que los países identifiquen y eliminen los obstáculos y las barreras y aseguren que las personas con discapacidad puedan tener acceso a su entorno, al transporte, las instalaciones y los servicios públicos, y tecnologías de la información y las comunicaciones.”

Para leer la síntesis completa, haga clic aquí.

¿Qué pasa entonces con el Diseño para la accesibilidad?

El Diseño para todos, conocido también como Diseño universal o diseño inclusivo, no es otra cosa que un modelo de diseño que se basa en los principios de diversidad, inclusión social e igualdad (me suena a Revolución Francesa). Se trata de una revolución en nuestros procesos pues considera desde el inicio del proyecto que el producto o servicio debe responder al principio de accesibilidad universal, desafiando no solo a las empresas y a los Estados sino que a los diseñadores, programadores, arquitectos y urbanistas. Dicho de otra forma, para que aseguremos la accesibilidad universal debe existir primero el diseño universal, de este modo no solo permitiremos la comprensión del entorno (digital o no), sino que lo convertiremos en utilizable por todas las personas en condiciones de seguridad y confort.

En el caso de nuestra área, debiéramos apostar por la e-Accesibilidad y hacer ambientes digitales accesibles para todos o al menos para la gran mayoría, incluyendo a las personas en situación de discapacidad y que respondan además al sueño de las smarts cities.

Quién no ha escuchado la frase, “Si diseñas para todos, no diseñas para nadie”, se trataba de centrar el diseño en los usuarios, pero eso incluye posiblemente a ancianos y personas en situación de discapacidad. Herman@, cómo te explico que las personas ciegas también van al banco y al supermercado; y usan celulares.

Pensar en accesibilidad para todos es pensar en mejorar la calidad de nuestros productos y servicios, es otorgar un verdadero valor. ¿Por qué entonces nos acordamos de las personas en situación de discapacidad cuando el producto ya fue lanzado al mercado?

De momento levanto la necesidad de que nos tomemos en serio la accesibilidad universal, no es más caro y humaniza a nuestras marcas asegurando una verdadera experiencia de usuario.

Invertir en accesibilidad

¿Cómo vendemos la accesibilidad a las empresas y entidades públicas? La accesibilidad impulsa la innovación, mejora la imagen de nuestros productos y servicios y la experiencia del cliente. Además las personas en situación de discapacidad son un público numeroso y atractivo, 1 de cada 7 personas presenta algún tipo de discapacidad, a nivel mundial hablamos de mil millones de personas que equivalen al 15% de la humanidad. Según las cifra del Censo 2017, en nuestro país las personas en situación de discapacidad representan un 16,7% de la población. Si nada de esto te convence, repasa la agenda de la ONU, más temprano que tarde todos los sitios web deberán asegurar la accesibilidad; empecemos hoy porque mañana existirán leyes que nos obliguen a hacerlo (en algunos países de Europa, la accesibilidad está garantizada por ley, con grandes multas para aquellos que no lo implementen.)

El mejor ejemplo que encontré de diseño para la accesibilidad es Apple; la accesibilidad de sus productos hizo que el año recién pasado recibieran el Premio por los Derechos Humanos de Eleanor Roosevelt, nombrado en honor a la presidenta fundadora de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, este dato rosa es importante porque el premio recae en quienes demuestren una valentía e integridad inusual en la defensa de los principios de las Naciones Unidas. Por motivo de este premio Sarah Herrlinger, Directora de Política e Iniciativas de Accesibilidad Global, declaró

“En Apple hemos intentado inculcar y construir una cultura que considera la accesibilidad como un derecho humano. No se trata de cumplir o de marcar alguna casilla. Se trata del respeto a todos nuestros clientes.”

Cuando los diseñadores consideramos a las personas en situación de discapacidad, los resultados son todas esas interfaces que tanto amamos y es cuando realmente estamos diseñando pensando en las personas y en lo que nos hace humanos. Lo veo como la expresión máxima del respeto hacia el otro.

El Consorcio World Wide Web (W3C) lleva 25 años trabajando en estándares web y ayuda dando pautas para ir en el camino del diseño universal. Si quieres que la accesibilidad sea también tu bandera como diseñador/a, podrías partir por leer algunos de sus artículos, pero no olvides lo que dijo Sarah Herrlinger, no se trata de hacer un checklist, se trata de respeto.

Sin duda uno de los grandes desafíos en nuestra área para los siguientes 10 años, es innovar a través de la accesibilidad, esto hizo que desde febrero de este año, un grupo de diseñadores empezáramos a reunirnos para hablar de usabilidad, este colectivo aún sin nombre, busca investigar para conocer el problema de la discapacidad y desde ahí empezar a proponer técnicas y herramientas que nos ayuden a diseñar para todos, evangelizar y gestionar el cambio porque creemos que los diseñadores tenemos un deber ético.

¿Tienes un tip que compartir o simplemente quieres hablar de accesibilidad? En el día del Síndrome de Down, la invitación es a reflexionar en torno a la discapacidad y la accesibilidad universal, escribe tu artículo usando el hashtag #DiseñoParaTodos y coloquemos la usabilidad en el centro de nuestro quehacer.

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Consuelo Correa Barros

Co-fundadora de Globallys, SD y UXD, docente, fundadora y co-líder de Cuídame, embajadora de Más Mujeres en UX Chile y activista por la accesibilidad.