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¿Es cierto que las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico no se mezclan?

¿Es cierto que las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico no se mezclan?

Los dos océanos más grandes del planeta están separados por continentes, pero se juntan en un punto: Alaska. Y allí se origina un fenómeno único.

Durante años se ha extendido el mito, apoyado por fotos y vídeos, de que las aguas de los océanos Pacífico y Atlántico no se mezclan, cuando se juntan en Alaska. Nuestros ojos dicen eso, pero la ciencia opina otra cosa.

El océano Pacífico es el más grande del mundo. Baña las costas de América, Asia, Australia y la Antártida.

El océano Atlántico limita con América (en el extremo opuesto al Pacífico), Europa y África. Aquí puedes verlos, para que te hagas una idea:

Océano Pacífico y Atlántico

Ambos mares están separados por continentes, pero se juntan en varios puntos: el estrecho de Magallanes, el Canal de Beagle, el mar de Drake, el canal de Panamá, y Alaska.

Es en Alaska donde se produce un fenómeno espectacular: parece que las aguas del Océano Pacífico y Atlántico no se mezclan:

Océano Pacífico y Atlántico

¿Qué hay de cierto en esto? Lo que la ciencia nos dice es que, aunque no lo parezca, las aguas sí que se mezclan. Entonces, ¿qué estamos viendo?

Seguramente alguna vez te has preguntado por qué el agua de los ríos es dulce, y la del mar, salada.

La razón es que el agua de los ríos proviene de las lluvias y la nieve que se forma en las montañas donde nacen, que es dulce. Y como ese agua siempre está en movimiento en los ríos, así se mantiene.

Si te da miedo el mar, no veas este espectacular vídeo que compara la profundidad oceánica de todos los mares

Pero, a su vez, los ríos arrastran sedimentos y minerales de las montañas o los lugares por donde transcurren, que depositan en el mar cuando desembocan.

La acumulación de esos minerales y sedimientos en los océanos durante millones de años, es lo que produce el agua salada.

¿Se mezclan las aguas de los océanos Pacífico y Atlántico?

Ya tenemos claro por qué las aguas de ambos océanos son tan diferentes: se alimentan de diferentes ríos, y el aporte de sedimientos y minerales, que son los que le dan el color, es distinto.

Además ambos mares tienen diferentes grados de salinidad (diferente porcentaje de sal), así que su densidad es diferente.

Por último, hay que tener en cuenta la temperatura. La Corriente del Golfo, en el Pacífico, es tibia, mientras que el Océano Atlántico Norte, donde se juntan, es mucho más fría.

Esto provoca que cuando se encuentran, no se produce una mezcla instantánea, porque su densidad y temperatura es diferente. Nuestra compañera Laura Priego de Business Insider ha estado investigando el tema, y ha descubierto que en realidad sus aguas si se mezclan, pero lo hacen lentamente, y especialmente en las capas inferiores que no se ven en las fotos y vídeos.

El investigador Kenneth W. Bruland, de la Universidad de California, ha estudiado los enormes remolinos de cientos de kilómetros que se forman en esta frontera entre los dos mares. Se llaman termoclinas o "eddies", capas a diferentes temperaturas que mantienen el agua superficial en constante movimiento.

Estos remolinos transportan sedimientos e incluso agua dulce de las desembocaduras, lo que provoca que ambos océanos tengan un color tan diferente en la frontera, y parezca que no se mezclan. Pero bajo las capas de estos remolinos acaban fusionándose, desmintiendo así el mito de que las aguas de los océanos Pacífico y Atlántico no se mezclan.

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