La Inspiradora Historia de una Emprendedora Abarrotera

La inspiradora historia de una tendera emprendedora
En el vasto mundo del abarrote, encontramos historias fascinantes que nos demuestran cómo el espíritu emprendedor puede dar lugar a grandes logros. En esta ocasión, tuvimos el privilegio de conversar con la tendera Jemy, quien nos relató su emocionante trayectoria y sus estrategias para administrar su negocio.
Desde sus comienzos como un puesto de dulces, hasta convertirse en una rentable tienda de abarrotes, esta mujer ha demostrado que el esfuerzo y la dedicación pueden transformar sueños en realidad.

¿Cómo fue que emprendiste con tu tiendita?

Ella nos contó cómo todo comenzó como una forma de mantener a su mamá entretenida. “Cuando empecé, solo quería tener un pequeño puesto de dulces para que mi mamá se distrajera. Pero poco a poco, comenzamos a agregar productos de abarrotes que nuestros propios clientes nos pedían. Un día, mi mamá decidió regresar a su pueblo y me dejó su puestecito. Fue entonces cuando decidí expandirlo y así empezó a crecer mi tiendita”.
Ubicada en la Av. Santa Cecilia, en Sierra de Guadalupe, Tultitlán, estado de México, esta tienda se ha convertido en un punto de encuentro para la comunidad local. Los vecinos acuden a ella en busca de sus necesidades diarias, encontrando siempre una sonrisa amable y productos frescos y variados.
Con curiosidad, le preguntamos cuántos años llevaba en el negocio. “Exactamente un año y medio en este ramo abarrotero que, por cierto, ¡me gusta mucho!”, respondió emocionada. Su entusiasmo y pasión por su negocio se reflejaban en cada palabra.
Para que funcione una tienda, la administración adecuada del dinero es crucial. Nos interesó saber cómo separaba los fondos destinados a proveedores y los gastos fijos como la luz y la renta. Jemy, explicó su método sencillo pero disciplinado. “Sumo las ventas del día y las multiplico por el 0.20. Ese 20% lo divido en 3 partes: una tercera parte es mi ganancia y los otros dos tercios son para los gastos fijos, como luz, agua y renta. El otro 80% se destina a surtir lo que haga falta o a los proveedores del día a día”, detalló.
Finalmente, le pedimos que compartiera un consejo para aquellos tenderos que desean administrarse mejor. Reflexionando por un momento, respondió con sabiduría. “Este método que utilizo me ha funcionado muy bien y es lo que puedo compartir y aconsejar. Solo es necesario disciplinarse y respetar los porcentajes designados”, aconsejó.
La historia de esta valiente tendera nos enseña que, con determinación y una adecuada gestión financiera, los sueños pueden convertirse en realidades exitosas. Sus esfuerzos han dado lugar a una próspera tiendita de abarrotes que se ha ganado el corazón de la comunidad.
Jemy, tendera de abarrotes en el Estado de México

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