Originario de la cocina española, el adobo es una técnica de marinado que, aplicada a la carne presenta muchas variantes en las gastronomías típicas de diversas zonas, pero suele contar con el pimentón como denominador común. Hoy en día se emplea para dar sabores diversos a la carne, pero nace como forma de conservación, ya que el pimentón tiene propiedades antibacterianas.
Receta para una adobo tradicional
Los ingredientes de un adobo clásico son orégano, pimentón (dulce o picante, según el gusto), ajo, sal y aceite de oliva. Se mezclan, elaborando una especie de salsa de consistencia espesa (a diferencia del marinado, que puede ser más líquido), y en ella se sumerge la carne en crudo. Las carnes más usadas para adobar en España son el pollo y diversas partes del cerdo.
Esta carne mezclada con la salsa espesa (adobo), debe permanecer en la misma un mínimo de una hora para contagiarse del sabor. Aunque también se puede preparar el adobo el día anterior a la cocción de la carne, dejándole así más tiempo de reposo.
Variantes de adobo
La técnica del adobo se puede usar variando las especias aromatizantes, con o sin aceite. En la Mesta Norte española se adoba la panceta (cerdo) con ajo, orégano y perejil; y el comino también es muy usado en diversas regiones españolas para adobar cerdo. Romero, laurel, tomillo, etc… se emplean como variantes para adobos de pollo, caza, etc. Y la técnica se puede adaptar al gusto con los aromatizantes deseados, buscando complementariedad entre ellos, y también se puede adaptar en las proporciones de cada ingrediente, e incluso añadir elementos ácidos como vinagre o limón.