Moisés, un libertador humilde

Los niños del Club se habían reunido en el jardín de doña Beatriz. El clima estaba perfecto para estar afuera; pero algunos daban más atención a las flores y los pajaritos que a la enseñanza.

–¿Quién puede decir qué es la humildad? –preguntó doña Beatriz.

–La humildad es ser pobre –dijo Samuelito.

–Es verdad que muchos asocian la humildad con la pobreza –respondió la buena vecina–. Pero puede haber un pobre orgulloso o un rico humilde.

–La humildad es ser humilde –dijo Estrella.

–Esa definición no vale –dijo Pimienta–. Creo que ser humilde significa no ser orgulloso.

Los niños siguieron dando opiniones. Luego doña Beatriz preguntó:

–¿Quién creen que ha sido la persona más humilde?

–Yo creo que ha sido Jesús –dijo Sal, sin titubear.

–Así es –dijo doña Beatriz–. Jesús es el mayor ejemplo de humildad. Aunque Jesús fue igual a Dios, se humilló y se hizo igual a nosotros. Se hizo hombre para salvarnos.

»Cuando nos toque estudiar la palabra obediencia –prosiguió–vamos a hablar de cómo Jesús se humilló y fue obediente a Dios. Ahora vamos a hablar de otro hombre humilde.

Doña Beatriz sacó una pizarra portátil en la que había escrito: Moisés era muy humilde, más humilde que cualquier otro sobre la tierra.

–¡Moisés! –gritaron los niños–. ¡Moisés era humilde!

De príncipe a pastor

Entonces empezaron a recordar las cosas que doña Beatriz les había contado acerca de Moisés. Nació en un tiempo en que el pueblo de Israel era esclavo en Egipto. Su madre lo puso en una canasta en el río para salvarlo de la orden del rey de que debían matar a todos los varoncitos.

La princesa, la hija del rey de Egipto, lo encontró y lo adoptó como su hijo. Moisés creció rodeado de todos los lujos y privilegios que tenían los príncipes en Egipto; pero no se olvidó de su familia y la vida de esclavos de su pueblo.

Un día, Moisés observó que un egipcio golpeaba a un esclavo de su pueblo Israel, así que mató al egipcio. Cuando el rey faraón se enteró de esto, quiso matar a Moisés. Entonces Moisés huyó a la tierra de Madían.

Allí comenzó una nueva vida, como pastor de ovejas. Se casó con una muchacha llamada Séfora.

De pastor a libertador

Pasaron cuarenta años. Un día, mientras pastoreaba las ovejas, Dios se le apareció en medio de una zarza que ardía y no se consumía. ¡Qué cosa asombrosa! Desde la zarza Dios llamó a Moisés para que vaya a liberar a Israel.

¿Liberar a Israel? Moisés no se creía capaz de hacer tal cosa. El pueblo de Israel era grande, con miles de personas; en realidad, dos o tres millones. Liberar a toda esa gente sería una labor tremendamente delicada y difícil. Dios le prometió su ayuda, y le dio poder para obrar milagros. Moisés fue humilde y obedeció la voluntad de Dios.

El rey faraón no quiso soltar al pueblo de Israel; pero Dios hizo muchas maravillas, hasta que el faraón ordenó que se fueran. Comandados por Moisés, los israelitas salieron rápidamente de Egipto.

Cuando llegaron al mar Rojo, donde no había pase, Dios les abrió un camino por en medio del mar, que sirvió para que los israelitas pasen tranquilamente. El ejército de Egipto que los perseguía murió ahogado en el agua.

Dios mismo defiende a Moisés

María y Aarón, los hermanos de Moisés, lo ayudaban a guiar al pueblo. Pero se quejaron contra él, diciendo: «¿Acaso Dios habla solamente por medio de Moisés?»

Entonces Dios mismo salió en defensa de Moisés. «Mi siervo Moisés es fiel en toda mi casa –dijo Dios–. Moisés es humilde. ¿Cómo se atreven a hablar contra él?»

Por haber hablado en contra de Moisés, Dios castigó a María. Quedó con todo el cuerpo cubierto de lepra.

Con toda humildad Moisés oró al Señor por su hermana, pidiendo que Dios la perdonara. ¡Y Dios perdonó a María!

Cuarenta años Moisés, el libertador humilde, guió al pueblo de Israel.

MIS PERLITAS

En MIS PERLITAS está todo lo que corresponde a esta historia.

La próxima virtud es INTEGRIDAD. ¿Qué significa para ti integridad? Busca el significado y piensa en una definición. ¿Qué dirías si alguien te pregunta lo que es la integridad?

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