Queratosis seborreicas
Las queratosis seborreicas son uno de los motivos de consulta por excelencia en dermatología.
Son lesiones benignas que presenta casi todo el mundo en mayor o menor medida a partir de los 20 años.
Están producidas por mutaciones relacionadas con el envejecimiento de la piel y el principial culpable del envejecimiento de la piel es la exposición solar.
Por supuesto, también existen factores genéticos predisponentes que hacen tener más o menos cantidad.
A pesar de su nombre, su contenido no es “grasa”, se les puso en su día por su aspecto untuoso. Aunque no es obligatorio eliminarlas por motivos médicos, son bastante antiestéticas y los pacientes suelen querer hacerlas desaparecer.
No existe ningún producto casero ni crema que las quite, aunque su eliminación es relativamente sencilla mediante su destrucción física: mediante crioterapia (nitrógeno líquido), curetaje, electrocirugía o láser ablativo.
Ojo: antes de destruirlas es necesario estar totalmente seguros de que ése sea el diagnóstico correcto. No es recomendable que nadie te churrusque algo sin saber lo que es.
Dermatofibroma
El dermatofibroma o histiocitoma es un tumor benigno y frecuente de la piel, con forma de lesión pigmentada marrón o grisácea, aunque más duro y difícil de pellizcar (se mete como para dentro, esto se llama «signo del hoyuelo»). Están constituidos por fibroblastos (las células de las cicatrices), de ahí su consistencia dura.
El lugar más típico de aparición es en las piernas, aunque también en brazos o espalda, más frecuentes en mujeres.
Muchas veces la gente se piensa que es un pelo enquistado, pero no tiene nada que ver, es una lesión sólida, sin nada dentro.
El tratamiento no es necesario, ya que es completamente benigno. Para eliminarlo no suele bastar con quemarlo, normalmente es necesario realizar una cirugía y dar puntos. Al final estamos sustituyendo un «lunar de cicatriz» por una cicatriz. Es por esto que no solemos recomendar la extirpación, a no ser que cause muchas molestias o que tengamos dudas del diagnóstico.
Quistes epidérmicos
Los quistes epidérmicos son lesiones redondeadas y móviles, a veces con un poro central, que aparecen en tronco superior, cuello o en la cara.
Se producen por una malformación a nivel del infundíbulo de un folículo piloso, por lo que se forma una bolsa que se va rellenando de queratina (una sustancia blanca y densa, que huele mal y que a menudo se confunde con grasa o pus).
Normalmente, si los dejamos tranquilos, la queratina permanece dentro de la bolsa y no suelen dar problemas.
Pero con el roce o la manipulación, la cápsula se puede romper y al entrar la queratina en contacto con el medio interno del cuerpo, las defensas lo detectan, lo atacan y lo inflaman como si fuera un cuerpo extraño. Es cuando la hinchazón, el pus y el dolor y se suelen confundir con abscesos o infecciones. Sin embargo, por lo general es una inflamación estéril sin riesgo de fiebre o infección sistémica.
Para eliminarlos es necesaria su extirpación quirúrgica completa, con extracción de la cápsula incluida, para que no se vuelven a rellenar. La cicatriz que dejamos puede ser más visible incluso que el propio quiste, por lo que muchas veces la mejor actitud es dejarlos estar. Otro error frecuente es confundirlos con los lipomas.
La gente que tiene muchos quistes en ocasiones asocian acné y otras manifestaciones caracterizadas por la obstrucción folicular, y pueden beneficiarse de tratamiento médico con fármacos.
Quistes triquilemales
Son una variedad de quiste epidérmico que suelen aparecer el cuero cabelludo y tener crecimiento progresivo.
El diagnostico es sencillo mediante la exploración clínica, ya que es un nódulo subcutáneo en cuero cabelludo, bien delimitado y móvil, de superficie brillante, que a veces genera alopecia por aplastamiento de los folículos circundantes.
Se originan a partir de una malformación del folículo piloso, en concreto, de la parte denominada triquilema.
A diferencia de otros tipos de quistes epidérmicos, los triquilemales, al extirparlos, presentan una cápsula de tacto cartilaginoso que les dota de cierta solidez y ese aspecto de «huevito», como si tuvieran cáscara. También por esto son un poquito más fáciles de extirpar mediante cirugía, ya que se rompen con menos facilidad.
Es muy frecuente presentar varias lesiones en el cuero cabelludo y presentar antecedentes familiares.
Lipomas
Son tumoraciones benignas sólidas formadas por células de la grasa, no por queratina como los quistes. Jamás se podrían drenar apretando o con bisturí, porque este tejido graso es similar a la que tenemos casi todos en la barriga.
Los lipomas no suelen ser tan redondos como los quistes, salen en cualquier parte del cuerpo y no tienen el agujerito central. En caso de duda se puede hacer una ecografía.
Existen síndromes familiares como la lipomatosis familiar múltiple o asociados a ciertos hábitos como la lipomatosis de Madelung.
Los lipomas no desaparecen haciendo dieta ni al adelgazar, si no al contrario, a veces se notan más. Para quitarlos también es necesaria la extirpación quirúrgica completa, aunque las tasas de recidiva son altas. Otra opción más estética y menos invasiva es tratarlos mediante liposucción, que se puede hacer con anestesia local y sin dejar cicatriz.