Texto por: Edwin Cruz (@edwincruzcine)

Alambrista es la ópera prima de Robert M. Young, también guionista y cinematógrafo, que se movió generalmente en las márgenes (autor del script de “Nothing But A Man”, maravillosa película de Michael Rohmer, que exploraba el calvario de un hombre negro que se resiste a la ruta derrotista y servil que le traza Alabama en 1964) y no tiene mirada vertical con todo y su blanco color. El filme transcurre en sus albores en México, donde Roberto (Domingo Ambriz) hace de un agricultor que acaba de recibir a su hija, y que por su deprimida situación económica decide saltar la valla hacia Estados Unidos, donde pasará las mil y una; conocerá personas en la misma situación, de las que recibirá ayuda, una verdaderamente solidaria. Encontrará a su padre que huyó para el norte en la misma situación, pero esto implicará un quiebre que dictará su hora de volver a casa porque realmente estaba mejor.

El uso de la cámara en mano, trémulos planos subjetivos y la participación de no actores, orbita entre el cinema verité documental de D. A. Pennebaker, donde además la mínima intrusión del realizador parece norma, y algún fuego inspirador del Passolini iniciático de Accatone o Mamma Roma, cuando el realismo nunca roza lo Neo y donde la fuga hace acto de presencia. Como ejemplo, a Roberto, dos compañeros de viaje infernal le enseñan con recreaciones cómo pedir comida en restaurante gringo con el mantra “Ham And Eggs” en modo autoconfianza. Esto no es sólo un momento hilarante, es la imitación de la vida, El Dorado inconcretable.

Tras su estreno en 1977, Alambrista! Pisaba el desconocido terreno de la vida del inmigrante mexicano en condiciones clandestinas desde su punto de vista; hoy, a pesar de películas tan íntegras como La Jaula de Oro (Diego Quemada- Díez, 2013) muchas otras series se han realizado, con los ya aclichesados narco de por medio, o traficantes perversos robándose la trama. Pero, aunque en la obra en cuestión existen personajes reprobables y giros tramáticos con la derrota inexorable, se trata de un alegato social mayoritario. Hay gente buena. Mexicana, estadounidense. Gente que entiende al inmigrante y ayuda desinteresadamente. Gente que entiende que la aún poderosa nación de nuestro presente está conformada por todas las etnias, por todas las culturas que usted se pueda imaginar.

Ficha Técnica

Director, guion: Robert M. Young.

Fotografía: Robert M. Young, Tom Hurwitz.

Edición: Edward Beyer.

Elenco: Domingo Ambriz Linda Gillen Trinidad Silva, Ned Beatty.

Estados Unidos. 1977.

Premios

 Cámara de Oro – Cannes Film Festival (Robert M. Young)

Interfilm Award – Mannheim-Heidelberg International Film Festival (Robert M. Young)

Concha de Oro Festival de San Sebastián (Robert M. Young)

Premio OCIC – Festival de San Sebastián (Robert M. Young)