Se cumplen cien años de la gesta del Blocao de la Muerte de los legionarios

El fundador del Tercio de Extranjeros, José Millán Astray, sabía que La Legión necesitaba una hazaña, una gesta heroica que cimentara la base del Credo Legionario inspirado en el Bushido, el código de honor del Samurai y llegó a mediados de septiembre en el Socorro de Melilla. El fundador arengaba así  "Legionarios, podéis ya contestar, como un honor, como yo os prometí, cuándo os pregunten que quién sois, diciendo 'Soy un legionario'".

«Seguid el camino emprendido; no olvidéis nuestro Credo, y acometed siempre al enemigo por mucho y pujante que sea; no abandonéis al caído en el campo, hasta perecer todos; quereos como hermanos; acudid a la voz de “A mí, la Legión”, a defender al que os llame; marchad sin fatiga; no os quejéis jamás; trabajad con fe, ayudando a todo el que pida ayuda a la Legión. Y tras el Centenario de la Fundación del Tercio de Extranjeros llega un año después entre las fechas del 14 al 16 de septiembre una de las gestas más heroicas de la recién creada Legión Española.

Dijo el fundador que la Legión tenía que cubrirse de Gloria, aquel Tercio de Extranjeros tenía un año de vida y llegaron 16 hombres que serían "Los más preciados héroes". La defensa del Blocao de Dar Hamed, una ubicación defensiva en la ladera del Monte Gurugú, ellos dejaron su hombre con letras de oro porque como valientes lucharon y como héroes murieron.

Acudieron voluntarios a una muerte segura, en ayuda de aquellos que luchaban en la Posición donde con el calor, la escasez de agua, de medicamentos y munición todos iban a ser Los Novios de la Muerte.

El Monte Gururú estaba a 3 kilómetros de Melilla y las harkas Rifeñas de Abd Ekl- Krim se centran en el Blocao de Dar Hamed considerado un mirador en una colina de 900 metros que contralaba los movimientos y que ncesitaba un amplio contingente para defenderlo por su importancia estratégica.

El Blocao Dar Hamed por su posición era el que mas vidas se había cobrado situado entre la "segunda caseta" y la posición de Si Ahmed El Hadj, este blocao era un conjunto de piedras, sacos terreros con aspilleras o troneras rodeado por una alambrada y un techo de chapa. El blocao por sus condiciones infames de vida recibió el apelativo de "El malo".

El día 14 de septiembre una Compañía del Batallón Disciplinario de Melilla recibió la orden de relevar a los legionarios que llevaban semanas defendiendo el blocao y hacía falta ya una tropa de refresco.

La unidad estaba al mando del Teniente José Fernández Ferrer, el suboficial Aquilino Cadarso y el Cabo Sergio Vergara, no hubo mandos superiores por encima de aquel joven teniente y comenzaba el relevo bajo el fuego rifeño, el enemigo desde las alturas y cerros divisaba el locao así con un fuego cruzado intenso hacía imposible acceder al puesto , desde la mañana hasta las seis de la tarde no se pudo hacer el relevo, haciéndose hombre a hombre arrastrándose por el terreno, "entraba un disciplinario y salía un legionario".

Una vez dentro comenzó el calvario, fueron doce horas de asedio y los rifeños ya asoman dos piezas de artillería, entre medias lanzan una granada rompedora hiriendo de gravedad al teniente quien se negó a dejar el mando. En la mañana del día quince tras una pequeña tregua, el Teniente Ferrer llama a un disciplinario, su orden fue : ¡corre como si le fuera la vida en ello y solicita refuerzos por teléfono desde la segunda caseta!

El soldado logra comunicarse con el Atalayón, el teniente Eduardo Agulla al mando de las tropas acantonadas se presenta voluntario hacia "El Malo". No iba a consentir que muriera un español si no era con el a su lado, los superiores denegaron su petición, había que mantener el orden en la zona pero podía pedir voluntarios para formar un grupo y socorrer el Blocao.

Fueron tantos los que dieron ¡ un paso al frente ¡ que hubo que hacer una selección. El teniente Agullo hizo la selección sabiendo que iban hacer honor al Credo Legionario, "Cumplirá su deber obedecerá hasta morir".

Los Legionarios quedaron al mando de un Legionario de Primera, que hacía funciones de cabo, Suceso Terrero López.

Los elegidos se despidieron sabiendo que no los volverían a ver, varios legionarios escribieron a sus madres y novias para darles el último adiós.

El momento más emotivo lo protagonizó el Legionario Lorenzo Camps quien no se había gastado la soldada que le habían pagado hace poco, serio se acercó al teniente Agullo y de forma solemne: "a sus ordenes mi teniente , digame legionario, mi teniente como vamos a una muerte segura, ¿quiere usted entregarle este dinero a la Cruz Roja en mi nombre?".

-"Le prometo Legionario que así lo haré, espero que vuelvan todos con vida". ¿Ordena alguna cosa? “Muchas gracias, suerte, mucha suerte", dijo el teniente Agullo.

Entre las seis y nueve de la noche, Suceso Terreros y sus Legionarios llegan a las inmediaciones del Blocao y a medio derruido , "venga tiros". Abriendo alambrada se lucha a golpe de bayoneta, entraron con dos heridos y esperando resistir hasta los refuerzos o hasta la muerte.

Ya el teniente Ferrer apenas pudo saludarle marcialmente, a la puesta de sol los rifeños apretaron el asedio causando la muerte del teniente Ferrer, después la del suboficial así como al cabo Vergara, que herido de cuatro balazos resistió hasta morir.

Solo quedaba Suceso Terrero quien arengó dando vítores a España y a La Legión.

A las 02.00 del día 16 de septiembre ya se quedaron sin municiones, los defensores muertos, moribundos poco podían hacer ya los supervivientes, Suceso ordenó al Legionario Ernesto Miralles Borrás y al disciplinario Marcelino Mediez Casanova, ambos conocedores del terreno y la orientación nocturna, llegar a la caseta del teléfono para dar novedades y pedir refuerzos.

Desde las posiciones del Atalayón, Sidi Ahmed El Hadj y Sidi Musa se podían ver los fogonazos y escucharse el estampido de las granadas de mano. Ninguno titubeó ninguno sacó la bandera blanca, y a las 03`30 horas acercaron un cañón los rifeños haciendo fuego sobre el Blocao.

Una llamarada inmensa cubrió el puesto derrumbándose por completo. Era la primera vez que un enemigo arrebataba una posición a La Legión pero cuando todos sus ocupantes habían muerto.

Tras recibir la llamada de socorro sobre las 08.30 una pequeña fuerza llega sobre los restos del Blocao, el Legionario de 2ª Francisco Pagés Millet un catalán de 23 años, recién alistado cogió entre sus brazos el cuerpo de Suceso Terrero y cuadrándose ante el con lágrimas le dijo: ¡perdóneme mi Cabo, por no haber podido llegar a tiempo de salvarles!.

El comandante Franco, Jefe de la I Bandera  comentó: ¡Así se defiende una posición! Así mueren los Legionarios por España. Dentro de la épica y la mística legionaria, el nombre de Suceso Terrero López está escrito con letras de oro en las páginas de La Legión y se dice siempre “ cien veces glorioso “, una gesta que dio al primer Legionario que lo recogió el haber, el honor o la casualidad de vivir otros cien años, el Legionario de 2ª Francisco Pagés Millet. La Legión ya tenía su historia legendaria que había la Bandera con la sangre de sus legionarios como dice el Espíritu de Disciplina , ¡Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir!