Publicado en Blog, Técnicas de estudio

Llegan los exámenes, ¿cómo debo afrontarlos?

Planificar las actividades

La preparación de un examen puede planificarse de modo muy preciso elaborando un calendario de actividades. El calendario debe realizarse hacia atrás a partir de la fecha del examen. Las actividades que hay que prever para la preparación son:

  • La lectura analítica y la elaboración de los primeros apuntes. Para esta fase se prevé aproximadamente el 50% del tiempo total del que se dispone.
  • La revisión de los materiales y la elaboración de los apuntes-estudio, con su memorización. Para esta fase se prevé aproximadamente el 25% del tiempo total.
  • Varios repasos finales. Según los caos, es posible hacer uno o varios repasos, más o menos cuidadosos. Se aconseja prever por lo menos dos repasos; para esta fase se prevé alrededor del 25% del tiempo total.

Asistir a otros exámenes

Cuando sea posible es buena norma escuchar atentamente algún examen de los compañeros antes del turno propio. Así puede evaluarse la propia preparación, entrenarse para responder a preguntas-tipo del docente, determinar las partes del programa que eventualmente hayan sido omitidas al prepararlos y corregir esto rápidamente.

Cuando quien realiza el examen es una comisión de docentes, es posible estudiar la «dinámica interna» de la misma para descubrir cuáles son los aspectos que interesan mayormente a cada uno de los examinadores.

Preparar varias «preguntas a elección»

Es oportuno decidir varias «preguntas a elección» sobre temas en los que se está preparado particularmente bien y por lo tanto se es capaz de dar respuestas brillantes. La selección de varios temas  puede resultar útil porque, a veces, durante el examen, la elección se propone sobre un restringido espectro de temas. Además, no es conveniente elegir un tema que fue preguntado al estudiante anterior, o uno que resulte poco grato al examinador.

No probar suerte con el examen

Probar suerte con el examen es costumbre común en los estudiantes universitarios. Haciéndolo se exponen a la frustrante experiencia de ser suspendidos, o bien se pueden ver frente a la alternativa de obtener notas muy bajas que, a posteriori, pueden dejarlos insatisfechos. Especialmente cuando el examen es previsible y se articula sobre una cantidad de pruebas que evalúan todo el programa, es una actitud poco sensata probar suerte en el examen.

En resumen, los consejos prácticos para afrontar un examen son:

  • Planificar atentamente la preparación del examen, previendo las fases de lectura analítica y recopilación de los apuntes, revisión de los materiales de estudio, y varios repasos del programa entero.
  • Asistir a los exámenes de otros compañeros de curso, a ser posible después de haber concluido la fase de lectura analítica ya que, llegado a este punto, el estudiante ha completado la primera visión panorámica del programa, y la revisión de los materiales puede guiarse analizando exámenes realizados por los compañeros.
  • Preparar varios temas a elección profundizando algún aspecto más respecto del programa.
  • No intentar hacer el examen si no se está preparado; retirarse durante el transcurso del mismo si éste toma un mal cariz.