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Cómo ayudar a tu peque a tolerar la frustración

Manejar la frustración puede llegar a ser algo complicado para cualquier persona…
¿Cómo no serlo también para un peque?

¿Qué es exactamente la frustración?

Muchos autores han querido dar una definición de la frustración, entre ellos Dollard (1939) la definió como: «todo obstáculo que se traduce en un impedimento a la acción de un individuo cuando éste intenta alcanzar un determinado fin».

¿Y cuándo vemos la frustración en los peques? Lo más frecuente es que venga como consecuencia de los límites que los adultos les marcamos o cuando quieren algo y no lo consiguen.

Si el peque no sabe gestionarla puede manifestarse como rabietas, malas contestaciones, gritos, lloros… ¿Te suena? Por todo esto es importante darles estrategias que les ayuden a regular sus emociones y su tolerancia a la frustración.

¿Qué es la tolerancia a la frustración?

La tolerancia a la frustración es la habilidad que ayuda a manejar ese malestar para que no llegue a bloquearnos emocionalmente y podamos mantener una estabilidad emocional para afrontar esas situaciones. A través de esta tolerancia, podemos gestionar la frustración de una forma sana.

¿Cómo conseguir la tolerancia a la frustración?

Se necesita: maduración y aprendizaje.

Como ya habréis sospechado, nuestros peques no tienen todavía las capacidades necesarias como para poder afrontar y tolerar la frustración.

Por este motivo, es muy importante ofrecerles recursos y ejemplos que les permitan desarrollar esta habilidad:

10 consejos para ayudar a tu peque a manejar la frustración

1. Enseñar a través de nuestro ejemplo

Si nos ve afrontar un fracaso o una situación difícil de forma tranquila y sosegada, enfocándonos más en la búsqueda de soluciones que en el problema como tal, nuestro peque lo verá y tomará como ejemplo a la hora de solucionar sus propios problemas.

2. Plantear objetivos realistas

Debemos poner unos objetivos razonables, realistas y adecuados a la edad y madurez de nuestro peque. Si los objetivos no son adecuados para su edad, no podrá realizarlos y fracasará, aumentando así su malestar personal.

3. Promover su independencia

Cuando los peques ya no son tan bebés (generalmente, a partir de los 2 años) comienzan a tener cierto grado de autonomía.  Favorecer esta autonomía, dejar a nuestro peque hacer las tareas solo (como vestirse, por ejemplo) le proporcionará la oportunidad de enfrentarse a situaciones en las que poner en marcha la búsqueda de soluciones y la posibilidad de enfrentarse y manejar esa posible frustración.

4. Los fracasos no tienen por qué ser negativos.

Sería fantástico que pudiéramos explicar a nuestros peques que a lo largo de la vida tenemos momentos de éxito y también de fracaso. Y que estos fracasos pueden ser importantes porque nos ayudarán a mejorar y aprender como personas. Lo importante es aprender de qué nos hemos equivocado

5. Enseñar a ser perseverante

De esta forma, nuestro peque podrá aprender que, a través de la constancia, puede solucionar muchos problemas y controlar su frustración.

6. Hacerle comprender que su emoción es válida, pero no lo es su conducta

Nuestros peques deben comprender que lo que sienten es completamente válido (por ejemplo: estar enfadados por lo que ha pasado), pero que sus conductas no siempre son las adecuadas (por ejemplo: rabietas, ponerse agresivo, etc.). Nuestro peque debe saber que es libre para sentir y expresar todas sus emociones, pero siempre de un modo adecuado.

7. Gestión de límites

Una forma de trabajar la tolerancia a la frustración de los más peques es ayudándoles a entender los límites.

¿Cómo?

  • Debe tener claro cuál es el límite, de forma clara y concisa (por ejemplo: debe irse a dormir a determinada hora).
  • Para ello, hablaremos de estos límites de una forma adecuada a su edad y momento evolutivo.
  • Reforcemos cuando respete los límites y su conducta sea adecuada.
  • Teniendo en cuenta su edad y el momento en que se encuentre el peque, puede ser partícipe del momento de poner esos límites y consensuarlo juntos (por ejemplo: establecer los horarios del día a día).

8. Qué sepa identificar la frustración

Hablemos con nuestros peques sobre qué sienten cuando llega la frustración (a nivel físico y psicológico). Podemos ayudarnos escribiendo o a través de dibujos.

9. Acompáñalo durante el momento de frustración

Acompaña a tu peque durante la rabieta o el enfado. Así sabrá que no se le ignora, pero que esperaremos a que se calme para hablar.

10. Que conozca técnicas para calmarse

Debemos ofrecerle formas para trabajar la ira como algunas técnicas que os he comentado en otras ocasiones:

  • Técnica de la tortuga
  • El frasco de la calma
  • Método de la rana
  • El rincón de la calma
  • Respiración consciente

Y tú, ¿has puesto en práctica alguno de estos consejos? ¿Qué te parecen? 

¿Cómo trabajas la frustración con tu peque? 

Deseando leerte 🥰

4 Comentarios

  1. Ele

    Súper útil. Gracias

    Responder
  2. Veronica

    Buenas noches yo nose por donde empezar me estreso mucho verla frustrada y se crea un ambiente bastante negativo estoy desesperada….

    Responder
  3. Lily

    Mi pequeño de 3 años, se frusta muchisimas veces al dia, en cuanto algo no le sale bien, dice estoy enfadado, se cruza de brazos y da la espalda. Le hemos enseñado distintas formas de volver a la calma pero no hay manera, hace lo mismo. El problema es que lo hace como 10 veces al día y hasta que se le pasa puufff

    Responder
  4. Ana

    Hola Bea, en el punto 7 hablas de límites y eso es lo más difícil para mi. Iria es muy temperamental y no se como hacerle ver donde están las normas y los limites sin enfadarme.
    Podrías ayudarme, besitos 😘

    Responder

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