El precio de la algarroba cae a 40 céntimos el kilo «por la especulación»

La situación de la algarroba no pasa por su mejor inicio de temporada y, es que así como el año pasado se situaba en 1,5€ el kilo de media, actualmente el precio por la misma cantidad se sitúa alrededor de los 35 y 45 céntimos. La bajada es más que evidente y deja unos precios lejos de poder hablar de rentabilidad.

En ese sentido, el miembro de la Unió y labrador de algarroba durante toda su vida, Jose Fonollosa, aclaraba que «esta no es una situación radical porque quienes hemos trabajado en el campo toda la vida hemos llegado a vender el kilo a 20 céntimos». No obstante, no dudaba en afirmar que no es una situación que tranquilice a quien vive de ello, más aún cuando el sector venía de un buen rendimiento.

«Es cierto que desde la revalorización del fruto por su uso en alimentación se produjo un incremento, pero fue una subida que se podía prever que no iba a durar siempre», indicaba Fonollosa.

A partir de la algarroba se produce un espesante natural de gran calidad que ha contado con gran apoyo por parte de las marcas. «Sin embargo, cuando el precio de la algarroba se dispara las empresas empiezan a buscar alternativas», explicaba Fonollosa.

Con la subida del precio del fruto, se han buscado espesantes sustitutivos. Según el responsable del sector en la Unió, Ivan Monroig, «el problema ha sido la especulación del precio en la que después de una temporada buena los precios estaban demasiado altos». Fonollosa también hablaba de un aumento «de especulación y que se ha empezado a plantar mucho algarrobo».

Ahora mismo, «las grandes multinacionales que solían comprar el producto han buscado alternativas químicas a la algarroba», contaba Monroig. En la misma línea el responsable del sector decía que «la situación es muy incierta porque ahora mismo hay más oferta que demanda entonces hay mucha algarroba en stock de la temporada anterior con la que no sabemos que pasará», manifestaba Monroig.

Fonollosa confirmaba que el uso que ofrece la algarroba no tiene competencia natural directa, «pero sí la tiene cuando se dispara su precio que es lo que pasó el año pasado». La mejor solución para el sector es una situación estable para asegurar la regularidad de sus cosechas. «Mientras tenga un precio razonable las casas que se dedican a fabricar alimentos envasados seguirán utilizándolo. Entre 60 y 80 céntimos sería un precio estable en el que se podría mantener porque sería rentable para el labrador».

Monroig también situaba la estabilidad de un producto rentable sobre los 70 céntimos el kilo, porque decía que «ahora mismo para conseguir 100€ hay que producir alrededor de 300 kilos y eso es mucho trabajo teniendo en cuenta el fruto del que hablamos».