Efemérides
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Juan Carlos I, Rey de España

Juan Carlos I de España (Roma, 5 de enero de 1938) fue Rey de España desde el 22 de noviembre de 1975 hasta el 19 de junio de 2014, fecha de su abdicación y del acceso al Trono de su hijo, el Rey Felipe VI. Ostenta de forma vitalicia la dignidad de Rey, y continúa siendo capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva, aunque no ejerce funciones constitucionales, sino solo protocolares como miembro de la Familia Real.

Fue proclamado el 22 de noviembre de 1975, tras la muerte de Francisco Franco, de acuerdo con la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947. La Constitución española, ratificada por referéndum popular el 6 de diciembre de 1978 y promulgada el 27 de diciembre del mismo año, lo reconoce expresamente como Rey de España y legítimo heredero de la dinastía histórica de Borbón, otorgándole la jefatura del Estado. La Carta Magna confiere a su dignidad el rango de símbolo de la unidad nacional. Anteriormente a su proclamación, había desempeñado funciones interinas en la jefatura del Estado durante la enfermedad de Franco.

El papel del Rey durante la Transición española y su intervención para frenar el intento de golpe de Estado de 1981, su apoyo a la unidad europea y su contribución a la hora de estrechar relaciones diplomáticas, han sido objeto de diversos homenajes, reconocimientos, premios y galardones internacionales como el Premio Carlomagno (1982), el Premio Félix Houphouët-Boigny para la Búsqueda de la Paz de la Unesco (1995), la «Medalla de la Democracia» de la Universidad Yeshiva (1997), el Premio «Estadista Mundial» de la Fundación Appeal of Conscience (1997) o el Premio Estatal de la Federación Rusa (2011), entre otros. Sobre su papel durante los primeros años de su reinado, la revista Time publicaría que el Rey Juan Carlos surgió «como uno de los héroes más improbables e inspiradores de la libertad del siglo XX, desafiando un intento de golpe militar que buscaba subvertir a la joven democracia posfranquista de España».

Bautizado como Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, Juan Carlos I es nieto por vía paterna de Alfonso XIII, hijo del matrimonio entre Juan de Borbón y Battenberg, conde de Barcelona, y de María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, heredero de la dinastía más antigua de Europa, y descendiente directo de los antiguos Reyes de Castilla, León, Asturias, Navarra y Aragón.

Juanito, como lo llaman sus más cercanos para diferenciarlo de su padre, Juan de Borbón, nació, como se desprende de un comunicado de la Casa Real Española, en un apartamento del edificio situado en el número 122 del viale dei Parioli de Roma (Italia), ciudad donde vivían sus padres, durante el exilio de la Familia Real, ausente de España desde la imposición de la Segunda República tras el golpe de estado en 1931. Fue bautizado el 26 de enero de 1938 en la capilla de la Orden de Malta de Roma por el cardenal secretario de Estado de la Santa Sede, monseñor Eugenio Pacelli, futuro papa Pío XII. Su abuela paterna, la Reina Victoria Eugenia, fue la madrina, y su abuelo materno, Carlos Tancredo de Borbón-Dos Sicilias, Príncipe de las Dos Sicilias e Infante de España, el padrino.

El 23 de febrero de 1941, moría a Alfonso XIII en Roma. Su hijo, Juan de Borbón, se convertía en jefe de la Casa Real española, y Juan Carlos en Príncipe de Asturias. En 1942, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la Familia Real Española se trasladó a Suiza, fijando su residencia en Les Rocailles. Juan Carlos curso sus estudios primarios en Friburgo, en el colegio Suizo de Rolle, con los padres marianista, donde su abuela Victoria Eugenia, hacía las veces de segunda madre. Terminada la guerra, se trasladó a Estoril (Portugal), residiendo en»Villa Giralda», nombre con el que fue bautizada la residencia de los Condes de Barcelona.

En una entrevista celebrada el 25 de agosto de 1948 entre Franco y el Conde de Barcelona en el golfo de Vizcaya, se acordó que el Príncipe se trasladaría a España para cursar allí sus estudios. El 8 de noviembre de 1948, a los diez años de edad, Juan Carlos pisó por primera vez suelo español. A bordo del Lusitania Express, procedente de Lisboa y acompañado por el Duque de Sotomayor y Vizconde de Rocamora, aquel Principe de cabellos rubios, se alejaba de sus padres entre sollozos contenidos, ya que sabía que a su padre, el Rey Juan III, como todos le llamaban en casa, no hubiera querido verle llorar. Allí estudiaría durante ese año académico, en la institución creada para él y en la que le acompañarían chicos españoles de su edad, con los que luego, mantendría una amistad de por vida. Alfonso Álvarez de Toledo, Carlos de Borbón Dos-Sicilias, Juan José Macaya y Aguinaga, Fernando Falcó, Alfredo Gómez Torres, José Luis Leal, Agustín Carvajal Fernández de Córdoba y Jaime Carvajal y Urquijo. Las Jarillas, se convirtió en su segunda casa. Tras el verano de 1949, sin embargo, el deterioro de las relaciones entre Franco y Don Juan llevarían a este último a decidir que su hijo no volviera por el momento a España.

Tras un año en Estoril, Juan de Borbón accedió a que Juan Carlos regresara a España en el otoño de 1950 para continuar sus estudios, en esta ocasión acompañado de su hermano menor Alfonso. Para el verano de 1954, Juan Carlos había terminado el bachillerato en el Instituto de San Isidro. Posteriormente realizó su instrucción militar en la Academia General Militar de Zaragoza (1955-1957), en la Escuela Naval Militar de Marín en Pontevedra (1957-1958) y finalmente en la Academia General del Aire de San Javier en Murcia (1958-1959). Completó su formación en la Universidad Complutense de Madrid, donde cursó estudios de Derecho Político e Internacional, Economía y Hacienda Pública.

Durante las vacaciones de Semana Santa de 1956, el 29 de marzo, Jueves Santo, en la residencia familiar de Estoril, llamada todavía hoy Villa Giralda, a Juan Carlos, que ya tenía 18 años cumplidos, se le disparó accidentalmente un revólver mientras jugaba en el desván de la casa con su hermano menor, Alfonso, lo que causaría la muerte de Alfonso. El hermano mayor del conde de Barcelona y tío de Juan Carlos, Jaime de Borbón, solicitaría meses después una investigación judicial del suceso; petición calificada por el historiador Paul Preston como de inaudita «insensibilidad y pura malevolencia» y que seguramente fue motivada por procurarse beneficios políticos a su propia causa.

El 13 de septiembre de 1961, se anunció oficialmente el compromiso de Juan Carlos con la Princesa Sofía de Grecia. Ocho meses después, el 14 de mayo de 1962, la pareja contraía matrimonio en Atenas por los ritos ortodoxo y católico. Con anterioridad a su celebración, Franco había manifestado su interés en que Juan Carlos y Sofía vivieran en España, de modo que, a principios de 1963, y a pesar de la oposición inicial de Juan de Borbón, el matrimonio se trasladaba a Madrid para fijar su residencia en el Palacio de La Zarzuela.

El 5 de marzo de 1966, se celebró una reunión del Consejo Privado del Conde de Barcelona en Estoril para conmemorar el veinticinco aniversario de la muerte de Alfonso XIII, a la que había sido invitado Juan Carlos. La reunión debía ser un acto de reafirmación de los derechos dinásticos de Juan de Borbón. Pese a que dos meses antes, Juan Carlos había declarado que «jamás» aceptaría la Corona mientras viviera su padre, decidió no asistir a la reunión a instancias de su esposa, Sofía de Grecia, utilizando como pretexto una indisposición. Juan de Borbón consideró aquel hecho como una ruptura de la unidad dinástica por parte de Juan Carlos.

En virtud de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947, Franco nombró a Juan Carlos como sucesor a título de Rey, nombramiento ratificado por las Cortes Españolas el 22 de julio de 1969, ante las que el joven príncipe prestaría juramento el mismo día de guardar y hacer guardar las Leyes Fundamentales del Reino y los principios del Movimiento Nacional, es decir, el ideario franquista. No obstante, se basó en las facultades que dichas leyes le otorgaban para impulsar el cambio de régimen y facilitar el advenimiento de la democracia.

Siguiendo las reglas dinásticas, la sucesión hubiera debido recaer en su padre, Juan de Borbón y Battenberg, tercer hijo y heredero del Rey Alfonso XIII. Sin embargo, las no muy cordiales relaciones entre Juan y Franco determinaron el salto en la línea de sucesión y el nombramiento de Juan Carlos como Príncipe de España, título de nuevo cuño con el que Franco pretendía salvar distancias con respecto a la monarquía liberal. Dicho salto fue aceptado por el príncipe Juan Carlos, creando un conflicto interno en la Casa Real de Borbón. El Conde de Barcelona no renunciaría oficialmente a sus derechos sucesorios hasta 1977.

A mediados de Marzo de 1963, Don Juan Carlos y Doña Sofia, se trasladan a vivir al Palacio de la Zarzuela, quedando constituida la Casa del Príncipe, con el marques de Mondejar como Jefe de la misma. El trabajo que tenían por delante era mucho, y aunque desde el régimen no se le habían dado instrucciones, más que la famosa frase que le soltó el General Franco «ahí tiene usted España», se le controlaban todos sus pasos. Llegaron hacer un estudio que fue entregado a Franco en el que se informaba del número de horas que dedicada Juan Carlos a diversos asuntos. Según el informe, el entonces príncipe dedicaba mensualmente, sesenta horas a las sesiones de trabajo, cuarenta a contactos con los ministerio y organismos oficiales, ocho a audiencias, veinticinco a despachar con su secretaría, cincuenta a lectura e información y otras veinte a actividades deportivas. Un completo plan de trabajo que le permitió conocer a fondo la Administración del Estado y los problemas que tenía planteada la sociedad española. Toda esta actividad se complementaba con viajes por España, que permitieron que el pueblo fuera conociendo a los príncipes y que éstos tomaran contacto con la múltiple realidad de España.

En febrero de 1979, el New York Herald Tribune, publicaba unas disimuladas y arriesgadas declaraciones de Juan Carlos. En ellas, los detractores del príncipe se mostraban conscientes de que cualquier sucesor de Franco duraría poco, por lo que a Juan Carlos le llamaron El Breve, un «breve periodo de 39 años en el trono. Pero el príncipe no se sentía comprometido con todo el bagaje político de Franco, por lo que se mostraba partidario de una España democrática. Estas declaraciones, al no ser publicadas en España, solo levantaron algunos comentarios en círculos restringidos, pero fueron suficientes para que Juan Carlos volviera a condenarse al silencio, a la espera de tiempos mejores.

Juan Carlos I asumió interinamente la jefatura del Estado entre el 19 de julio al 2 de septiembre de 1974, y después desde el 30 de octubre al 20 de noviembre de 1975 por enfermedades de Franco. El 9 de julio de 1974, Franco era ingresado por una flebitis en la pierna derecha. Antes de partir hacia el hospital, llamó al presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, y al presidente de las Cortes Españolas, Alejandro Rodríguez de Valcárcel, para que prepararan el traspaso interino de poderes al príncipe. Con todo, dos días más tarde, Juan Carlos, que no quería un traspaso interino por parte de Franco, intentó persuadir a Arias para que hiciera ver al dictador que debía traspasarle el poder de manera definitiva. Ante la negativa del presidente del Gobierno, el Príncipe pidió a Franco que no firmara el decreto de traspaso. El 19 de julio, el estado del dictador se agravó, por lo que Arias acudió al hospital para que aprobara el traspaso. El yerno de Franco, Cristóbal Martínez-Bordiú, intentó impedir que Arias entrara en la habitación del jefe del Estado. Finalmente consiguió acceder, tras lo cual convenció al dictador para que cediera el poder de manera interina, lo que provocó la furia del marqués de Villaverde y de la esposa del dictador, Carmen Polo. Juan Carlos asumía por primera vez la jefatura del Estado de manera interina.

Tras un nuevo empeoramiento de la salud de Franco, el 23 de octubre de 1975, Valcárcel y Arias Navarro acudieron a La Zarzuela para proponer al Príncipe que asumiera de nuevo interinamente la jefatura del Estado. Juan Carlos se negó si la sustitución no era definitiva. El 30 de octubre, Franco padeció una peritonitis. Informado de la gravedad de su estado por el equipo médico que lo atendía, el dictador ordenó su sustitución por parte del príncipe Juan Carlos, lo que este aceptó, una vez tuvo la certeza de que la enfermedad del dictador era terminal.

Al anunciarse la muerte de Franco (20 de noviembre de 1975), juró acatar los Principios del Movimiento Nacional, destinados a perpetuar el franquismo. Fue proclamado Rey de España por las Cortes Españolas como Juan Carlos I de España el 22 de noviembre de 1975 y exaltado al trono el 27 de noviembre con una ceremonia de unción llamada: «Misa de Espíritu Santo» (el equivalente a una coronación) celebrada en la histórica Iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid. Pese a haber jurado fidelidad a las leyes del Movimiento, con su actitud, promovió y alentó la Ley para la Reforma Política, que fue votada por el Congreso de los Diputados el 18 de noviembre de 1976 y aprobada en referéndum con un abrumador apoyo del 94%, lo que inició la Transición Española hacia la democracia.

El 14 de mayo de 1977, su padre, el Conde de Barcelona, renunció a sus derechos dinásticos históricos y a la jefatura de la Casa Real en la persona de Juan Carlos, una vez que hubo constatado la imposibilidad de acceder personalmente al trono. Con esta renuncia se reanudaba la dinastía histórica; y de esta forma, tras la proclamación de Juan Carlos I como Rey de España y con la renuncia de Juan de Borbón a sus derechos, Felipe se convirtió en Heredero de la Corona y asumió el título de Príncipe de Asturias el 1 de noviembre de 1977. Don Juan efectuó su renuncia en un acto caluroso y afectivo, en donde estuvo presente, entre muchos, Landelino Lavilla en calidad de Notario Mayor del Reino; tras la ceremonia, Don Juan declaró que renunciaba «con mucho amor a España y cariño por mi hijo».

Durante su reinado se aprobó la Constitución española, que define las funciones del Rey, suprimiendo toda participación política de la Corona y convirtiendo España en una monarquía parlamentaria de corte europeo occidental; asimismo, el artículo 57 de la Constitución le reconoce como el heredero legítimo de la «dinastía histórica». La Constitución fue ratificada en referéndum del 6 de diciembre y el Rey la sancionó el 27 de diciembre.

Uno de los momentos más graves a los que tuvo que hacer frente el Rey Juan Carlos I fue el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, el conocido como «23-F». Ese día, durante la segunda votación de la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, se produjo la toma del Congreso de los Diputados por parte de fuerzas de la Guardia Civil al mando del teniente coronel Antonio Tejero. Simultáneamente en la Capitanía General de la III Región Militar (Valencia) el teniente general Jaime Miláns del Bosch ocupó las calles de la ciudad con tanques y hubo diversos conatos en otros puntos, tales como la toma de los estudios de Televisión Española en Prado del Rey (Madrid).

La intervención televisiva de Juan Carlos I desautorizando el golpe acabó con la insurrección, que pensaba contar con el apoyo de la Corona, y contribuyó a aumentar su carisma entre sectores políticos que hasta entonces no eran muy afines a la forma de gobierno monárquica. Después de este conflicto la monarquía quedó definitivamente consolidada.

La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la Patria, no puede tolerar, en forma alguna, acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum.

La publicación en 1993 por el aristócrata José Luis de Vilallonga de «El Rey», última biografía autorizada hasta el momento por el Rey Juan Carlos, suscitó controversia, por cuanto la edición española omitía comentarios de Juan Carlos I acerca del 23-F que sí aparecían en otras ediciones europeas del libro, del mismo modo que ponía en boca de Vilallonga comentarios que en otras ediciones se atribuían al propio Juan Carlos. Vilallonga había declarado meses antes en una entrevista que el rey le había pedido que, respecto del 23-F, en el libro, «dijese yo [por Vilallonga] casi todas las cosas».

El intento de golpe de Estado, fue llevado al fracaso por la actitud de Don Juan Carlos. No olvidemos que la mayor parte de los capitanes generales de las regiones militares se pusieron a las órdenes de Su Majestad. Para lo que Su Majestad ordenara. De modo que si el Rey hubiera alentado realmente el golpe, éste hubiera triunfado sin ninguna duda. Ahí el Rey se ganó el respeto y el cariño de todos los españoles sin excepción, que vieron en él definitivamente al hombre dedicado al servicio de España y de las libertades de los españoles.

A partir de esa fecha, la España democrática caminó por la senda de la tranquilidad y la paz social, que la Monarquía Parlamentaría había entregado a España, y correspondía a los políticos ejercer el poder Político. La Corona, siempre se ha mantenido en el papel que la constitución le ha entregado y que ha ejercido con pulcritud y lealtad a los españoles.

Dotado de una gran capacidad de síntesis, lee incansablemente periódicos, informes, libros, sobre todo biografías históricas y ensayo. Domina el inglés, el francés, el italiano, el portugués y algo de alemán, por lo que prefiere leer en su idioma original. Le gusta Bach y Mozart, aunque se decanta por la música española: Falla, Granados, Turina.

El 2 de junio de 2014 Juan Carlos I manifestó su disposición a renunciar en su hijo Felipe, que asumió el cargo con el nombre de Felipe VI. La abdicación se produce de acuerdo con la fórmula recogida en la Carta Magna, concretamente en el título segundo de la misma (De la Corona española) en favor de su hijo. Tal como estipula la constitución es necesaria una ley orgánica para aplicar dicha sucesión, que fue aprobada por las Cortes Generales y sancionada en un acto solemne. En el Congreso de los Diputados dicha ley fue ampliamente respaldada: de 350 escaños, que posee la cámara, contó con 299 votos a favor, 23 abstenciones y 19 votos negativos. En el Senado contó con una amplio respaldo: 233 votos a favor, 5 en contra y 20 abstenciones de los 266 posibles.

El rey Juan Carlos participó como regatista en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972 compitiendo en la clase Dragon con su embarcación Fortuna. Sus dos tripulantes fueron Félix Gancedo y Gonzalo Fernández de Córdoba.100 Posteriormente formó parte del equipo Bribón. También es radioaficionado (su indicativo es EA0JC),101 y aficionado al esquí y a la caza.

Según sondeos de opinión, durante la mayor parte de su reinado el Rey gozó de un nivel de popularidad muy elevado en España y en Iberoamérica, donde llegó a ser considerado el líder más popular en 2008. Su figura, considerada una garantía de orden y estabilidad, siempre gozó de un elevado apoyo popular, incluso durante los primeros años de la crisis económica iniciada en 2008, mientras se producía un profundo desencanto ciudadano hacia el resto de instituciones del Estado.

Descendencia:

* Elena de Borbón y Grecia, Infanta de España y Duquesa de Lugo; n. 20 de diciembre de 1963. Casada con Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada en 1995.
* Cristina de Borbón y Grecia, infanta de España. Casada con Iñaki Urdangarin Liebaert en 1997.
* Felipe de Borbón y Grecia, Rey de España como Felipe VI; n. 30 de enero de 1968. Casado con Letizia Ortiz Rocasolano en 2004.