«Alteración de la realidad. Museum of Senses (Bucarest)»: Archivo personal
Me han dicho que has dicho un dicho,
un dicho que he dicho yo.
Mas ese dicho que me han dicho
que has dicho que yo he dicho,
no lo he dicho.
Y si yo lo hubiera dicho
estaría muy bien dicho
por haberlo dicho yo.
(Trabalenguas popular)
Recordaba el viejo trabalenguas a raíz de lo acontecido con un comentario mío en una bitácora que consideraba amiga, en esta misma plataforma de WordPress; un comentario inocuo, respetuoso y, en principio, ajeno a polémicas, que la administradora de ese blog no es que lo haya censurado sino que lo ha reescrito poniendo en mi haber unas palabras que no se corresponden con las originales expresadas. Me tengo por benévolo y comprensivo y hasta puedo llegar a entender las motivaciones políticas que han llevado a la autora de ese blog a evitar que se hiciera público mi comentario; no obstante, me pregunto: ¿No hubiera sido más consecuente borrarlo para que no viera la luz en lugar de alterar su contenido y atribuirme aquello que jamás escribí?
En Madrid tienes también el
Museum of Illusions y es realmente sorprendente.
Por lo que se refiere al motivo de tu entrada de hoy… pienso que si tu idea hubiera sido oral, es posible que no hubiera conflicto alguno. Pero en la palabra escrita resulta complicado aportar un tono, una inflexión, un volumen… que precisan la intención y evitan malentendidos.
No te preocupes, Una mirada, seguro que ahora ya ha comprendido tu idea y tu intención y te pedirá disculpas y todo volverá a la situación anterior. Así lo deseo.
Un abrazo!
Como he dicho, soy comprensivo, pero no me parece de recibo que, si no le parecía bien el comentario o entendía que, tal vez, le acarrearía consecuencias, lo alterara. Podía no haberlo publicado, simplemente, y te aseguro que, en ese caso, lo hubiera aceptado sin problemas. Pero que lo reescribiera es inaceptable.
Gracias por el enlace al museo madrileño. Lo desconocía.
Abrazo.
jaja. Me apunto el trabalenguas, me encanta.
Ahora pasando a la parte seria, totalmente de acuerdo contigo. No se justifica por ningún motivo que se altere el comentario de alguien, es decir, que pongan en mi boca cosas que no he dicho, cambiando la intencionalidad y el mensaje.
Jamás se me ocurriría, en todo caso como bien apuntas, que lo borre.
A mí tampoco se me ocurriría borrarlo, a no ser que fuera personalmente ofensivo, algo que nunca se me ha dado el caso.
Un abrazote. Y gracias que eres benévolo….
Espero que ese blog entre en razones y opte sí o sí, por una de estas dos alternativas: o deje el comentario original, o borre el comentario original.
Aún he tenido que retocar el trabalenguas porque, como lo he escrito de memoria, había cometido algún error. ¿No lo conocías? Pues, como dice la gente mayor, es más viejo que andar a pie, jeje.
Me guste o no, asumo que me puedan borrar un comentario, aunque es una acción que no practico. Solo en una ocasión, hace algunos años, borré uno cargado de graves insultos hacia las personas gitanas. Pero lo que jamás se me ocurriría es reescribir comentarios ajenos por muy en desacuerdo que estuviera con ellos. Puedo entender que, dado que, en este caso, el blog procede de un país de Europa del Este con una situación complicada, la bloguera haya preferido obviar mi escrito (que, por otra parte, no contenía nada malo ni ofensivo), pero, de ahí a poner en mis yemas una afirmación que no he hecho, va todo un abismo insalvable.
Un abrazo, Contadora.
Es muy divertido el efecto en la fotografía.
👌
Celebro que te guste.
Salud.
Siempre lo he pensado, e incluso en alguna ocasión he comentado que WordPress tiene algo que no debería de existir y es la posibilidad de modificar un comentario que ha hecho otra persona. Que se pueda borrar, lo entiendo pero nunca modificarlo.
Al principio cuando empezaba, alguien escribió mal su nombre en mi blog y yo sin pensarlo mucho lo corregí, a los pocos días lo comenté con los blogueros que ya nos reuníamos y me dijeron que volviera a dejar el nombre como estaba, era como esa persona firmaba sus comentarios y me añadieron, nunca, modifiques nada de lo que alguien haya escrito, pudiera ser algo que quiera dejar constancia, incluso aunque sea de una falta visible de ortografía.
Como jamás se me ocurrió el uso torticero de esa herramienta, no pensé si disponer de ella era conveniente o no; a la vista está que echar mano de ella de cualquier manera deja mal sabor en quien se siente perjudicado. No soy amigo de restringir nada pero, aunque desapareciera, no la echaría de menos.
Totalmente de acuerdo contigo. Nadie debe poner en tu boca palabras que tú no dices ni en tus escritos letras que tú no escribes.
Tranquilo. Pasando.
Aunque yo soy muy peleona y creo que pediría una explicación, pero seguramente no merece la pena. Es darle mucha categoría.
Salud.
Explicaciones no voy a pedir porque a la persona en cuestión le resultaría difícil justificarse. Eso sí, cual gato escaldado, es poco probable que vuelva a comentar en ese blog que, por otra parte, tiene temas muy interesantes.
Salud.
Pues yo creo que sí deberías decirle algo, ya que es posible que no sepa que eso no se debe hacer. Como dije ayer, tienes una función en tu blog, que te parece útil, y quizá no te detengas a pensar si es ético usarla o no.
La bloguera en cuestión no es una jovencita ignorante sino una persona culta, madura y viajada, así que no acepto que haya actuado por desconocimiento. Y en cuanto a pedir explicaciones, ¿tú crees que le voy a escribir un mensaje en un blog que tiene los comentarios moderados y correr el riesgo de que, una vez publicado, el contenido no tenga relación con lo escrito en primera instancia? Ni me lo planteo.
Me lo guardo si no te importa, tampoco lo conocía y es la mar de interesante.
Vaya hay gente para todo y además con descaro .
También he tenido problemas con una persona que tuve que bloquear y no solo me ha pasado a mí a más amigos.
Buen lunes.
Un abrazo.
Intuyo a qué persona te refieres (pululo mucho por Blogger y conozco a otras personas «afectadas» por ella), pero el caso de la bloguera a la que yo me refiero no es el mismo; es una persona atenta y educada, por eso me ha descolocado tanto que modificara a su antojo mi comentario.
Todo tuyo el trabalenguas y a disfrutar de la semana.
Salud.
Después del comentario en mi blog, he recordado que hace tiempo ya supe por Unjubilado este problema de WordPress y que me quedé tan pasmada como me he quedado ahora. Es inconcebible que ese alojamiento mantenga una función que raya en el delito (o cae en él) pues puede haber blogueros/as que, al tenerla a su disposición, piensen que es lícito utilizarla. Y no lo es, nunca podemos rectificar algo que está escrito y firmado por otra persona, sea en los comentarios de nuestro blog o sea cuando citamos algo de otro blog o de cualquier otra página. Por eso, más que a la que te ha cambiado el comentario, yo culpabilizo a WordPress, que tiene también otra función que se presta a situaciones de estas. Se trata de exigir una dirección de correo al comentar, dirección que puede utilizar el administrador del blog para dirigirse a quien comenta, cosa que no debe hacerse nunca, pues es atentar contra la protección de datos y roza también la ilegalidad, pero que ocurre y a mí me ha ocurrido.
Por estas dos cosas y aun reconociendo que WordPress funciona mejor que Blogger y tiene más recursos, creo que no estaré nunca ahí, a no ser que Google nos ponga en la calle o nos empuje a irnos a fuerza de fallos.
Aunque WordPress tenga la opción de editar comentarios ajenos somos las personas que administramos los blogs las responsables de nuestros actos y aquellas que intervienen comentarios escritos por otras personas para modificarlos a su gusto demuestran su nula ética; es más, me atrevo a asegurar que la mayoría de blogueros y blogueras jamás han hecho ni hacen uso de esa opción para sus propios fines, como sé que no la utilizarías tú si Blogger la tuviera. Es una cuestión de actitud, de respeto, y un bloguero o bloguera que lo hace termina pagando sus malas artes con la progresiva ausencia de comentaristas. En cuanto a la obligatoriedad del correo electrónico, es una opción de la persona que administra el blog. Para comentar en esta bitácora no se exige ni correo ni tan siquiera nombre, como se puede comprobar en el cajetín de comentarios. Pero, insisto, por muchos elementos de ajuste y edición que proporcione una plataforma de blogs, la responsabilidad del buen o mal uso es de quienes abrimos y administramos un blog.
No sabía que dependía del administrador el exigir o no la dirección de correo y la verdad es que no me había fijado que en este blog es voluntario por parte de los que comentamos. De todas formas, a mí no me importa dejarla en los blogs, partiendo de la base de que el «dueño/a» del blog no la van a utilizar para dirigirse a mí en privado o pasarla a una tercera persona. Tuve una mala experiencia hace años con un bloguero de mi misma ciudad precisamente por ese motivo y, al parecer, a él le resultaba eso muy normal. Por eso te digo que quizá la de ese blog que mencionas piensa que eso es correcto.
En los Ajustes de Comentarios de WordPress hay diferentes opciones; en mi caso, elegí la más factible para que se pudiera comentar libremente. Como no miro si la gente deja o no un correo, ignoro si es real o ficticio y tampoco le doy importancia.
El mío es real y auténtico, aunque no el que utilizo normalmente.
Lo mismo que el mío, pues.
Modificar un comentario escrito por otro bloguero, añadiendo opiniones o puntos de vista que el original no contiene, me parece absolutamente injustificable. Es peor que censurarlo. Creo que debería cuando menos, darte una explicación. En fin, ánimo y un abrazo. Por cierto genial el trabalenguas, me lo apunto.
Juzga tú mismo:
-Comentario que escribí (original en francés): «Me parece tan importante como necesario que la diplomacia china pueda servir, además, como puente en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Buen domingo, [nombre de la bloguera]»
-Comentario que salió publicado (en francés): «La diplomacia china es excelente. Chapeau! Buen domingo, [nombre de la bloguera]«.
Y pienso: Si mi comentario era inaceptable, ¿no costaba menos suprimirlo que alterarlo?
Cordialidades.
Está muy claro. Nunca se justifica manipular un comentario ajeno.
Vaya, las opciones en ese caso son eliminarlo o en el último de los casos, hablar contigo y pedirte si lo puede editar en tal parte.
En fin, hablando de curiosidades de blogueros, me toca sincerarme contigo, y te sorprenderá… aunque no, porque me doy cuenta que cometí el error muchas veces y nunca me has corregido (creo).
SIEMPRE TE HE TRATADO CON EL ARTÍCULO FEMENINO… ¡¡¡y después de tantos años llego a este momento en que me doy cuenta que eres un señor.
Mil millones de disculpas por todo nuestro pasado jajaja
Usted sabrá disculpar a un pobre argentino MUY distraído, no volverá a suceder.
Abrazos!!!!
Como soy consciente que el nick «Una mirada», al ser femenino, cada cual lo interpreta a su manera, no suelo hacer aclaraciones porque no le doy importancia. A fin de cuentas, la palabra «persona» (que es lo que somos) es también femenina, así que no tienes que disculparte, apreciado Frodo; en todo caso, debería disculparme yo por no sacarte de tu pequeño error.
Cordialidades.