LA ABRACADABRANTE "DEFINICIÓN CIRCULAR" DE "MUJER" QUE PROPONE LA EX MINISTRA IRENE MONTERO
¿Si "ser mujer es tener una posición en la sociedad de desigualdad frente a los hombres", acabar con la desigualdad no supondría que las mujeres dejaran de existir?
En una entrevista concedida al podcast "El Sentido de la Birra", la ex ministra Irene Montero defendió una abracadabrante definición tautológica o circular de lo que sería "una mujer" que la conduce - sostiene nuestro colaborador Cristóbal García Vera - a un callejón sin salida ridículo que, sin embargo, merece la pena analizar (...).
Por CRISTÓBAL GARCÍA VERA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mujer: "Persona que sufre de más violencia, que sufre más pobreza y sufre más discriminación por ser mujer"
Definición aportada por la ex ministra de Igualdad y dirigente de Podemos Irene Montero.
No faltan a estas alturas notabilísimos trabajos - como el del profesor Francisco Erice (1)- que contribuyen a combatir la sinrazón del postmodernismo en el que se revuelca, actualmente, la pseudo izquierda que, pese a estar plenamente integrada en el sistema capitalista, se presenta a sí misma como “radical”.
Desconocemos, no obstante, si algún académico o estudioso se ha dedicado a rastrear el zigzagueante camino que ha conducido a esta pseudo izquierda hasta sus actuales cotas de insensatez.
El tortuoso sendero que les ha llevado hasta las cenagosas aguas de "lo woke" o la "ideología queer", partiendo de aquellas otras expresiones de la postmodernidad de finales del siglo XX y comienzos del XXI como el "pensamiento débil" postulado por el italiano Giani Vattimo "contra las grandes narrativas" de la filosofía y la ciencia y en defensa de la "hermeneútica y la interpretación".
Aquellos postmodernos comenzaron negando que pudiera alcanzarse un conocimiento objetivo de la realidad social, aunque este conocimiento sea siempre falible, perfectible y nunca se deba dejar de cuestionar con las mismas herramientas y métodos de la ciencia que lo genera. Sin embargo, aunque sus postulados se inscribían ya de lleno en la tradición del irracionalismo, con Nietzsche y Heidegger como sus mayores fuentes de inspiración, aún era posible debatir con ellos en un lenguaje más o menos común.
Nadie en su sano juicio podría haber imaginado entonces el salto cuántico que daría esta corriente irracionalista hasta la impugnación misma de la "realidad natural" y de materias tan incontrovertibles como las estudiadas por la biología humana, que algunos pretenden sustituir por la más recóndita subjetividad.
En su expresión actual, las concepciones de esta "izquierda" woke han traspasado el terreno de lo irracional para alcanzar un surrealismo que, si no fuera por sus nefastas consecuencias sociales y políticas, solamente podría suscitar hilaridad.
LA IRRACIONALIDAD EN EL PODER Y DISPUESTA A REPRIMIR
Esperamos que el lector nos sepa disculpar por este largo introito filosófico que nos ha inspirado las declaraciones que la exministra de Igualdad, Irene Montero, hacía recientemente en una entrevista concedida a Ricardo Moya para su podcast "El Sentido De la Birra".
En esta entrevista, de la que por el momento sólo es posible visionar un fragmento, la dirigente de Podemos vino a confirmar su particular definición de lo que es una mujer, que ya apuntara brevemente durante la manifestación del pasado 8 de marzo en Madrid.
Irene Montero confirmó a su entrevistador, en efecto, que para ella la definición más acertada de lo que es una mujer no tiene que ver con "determinadas características biológicas", sino que sería la de una:
"Persona que sufre de más violencia, que sufre de más pobreza y que sufre de más discriminación".
Cuando el pensamiento mÃágico posmoderno cortocircuita: pic.twitter.com/E15eG4DYCA
â i.aiestaran (@iaiestaran) January 25, 2024
Aparentemente, sin palabras se quedó la ex ministra - el vídeo es cortado antes de su contestación - cuando el entrevistador le replicó: "entonces tú no entrarías en esta definición de mujer".
- "¿A qué te refieres?"- balbuceó en un primer momento Montero.
- Tú no entras en esa definición - opinó el conductor del podcast - "porque eres una persona que tiene un acceso público, cierto poder adquisitivo, que no es tan discriminada porque eres una persona que ha llegado a ciertas cotas de poder".
Obviamente, cualquiera podría pensar de inmediato en otras muchísimas señoras a las que, de golpe y porrazo, Irene Montero ha expulsado de la categoría "mujer", redefinida para no contrariar los dogmas irracionales de la ideología queer. Ni siquiera hace falta, seguramente, que empecemos a hacer una típica lista de empresarias, banqueras o políticas institucionales que ya habrían dejado de ser "mujeres".
Pero es que, por el contrario, admitiendo la absurda definición circular (2) de la exministra Montero, los africanos varones que siglos atrás fueron secuestrados y llevados a Europa o EE.UU. tendrían muchas más razones para considerarse "mujeres" que las esposas de los dueños de las plantaciones donde acabaron siendo esclavizados.
Y, aún en la actualidad, una persona a la que al nacer "asignaron el sexo hombre" (3) y que tenga la desgracia de no tener un techo bajo el que vivir tendría mucho más de "mujer" que la mayoría de quienes hasta ahora habíamos considerado mujeres, de acuerdo a características cromosómicas, fisiológicas y anatómicas que el nuevo pensamiento mágico postmoderno pretende desechar. Pues nadie puede negar que una persona sin hogar "sufre más violencia, más pobreza y más discriminación" que cualquier ciudadana común.
Finalmente, si "ser mujer es tener una posición en la sociedad de desigualdad frente a los hombres", -como sostiene la exministra Montero-, ¿significa ello que si se acabara por completo con dicha discriminación, las mujeres dejarían de existir, toda vez que lo que las define y confiere su existencia como "mujer" es esa misma desigualdad?
La pirueta que la exministra se ve obligada a realizar para no admitir que "mujer" es simplemente una hembra adulta de la especie humana, con independencia de cualquier condicionamiento social y de cualquier respetable sentimiento o identidad (4), es tan absurda que la conduce a un callejón sin salida ridículo que amenaza con convertir sus palabras en un meme viral.
Admitimos, no obstante, la posibilidad de que toda nuestra reflexión crítica, nuestra defensa del pensamiento lógico y de la evidencia empírica material, no sea más que el "constructo" viejuno de una “racionalidad machista y cisheteropatriarcal” que entre “todes” deberíamos esforzarnos por “deconstruir” siguiendo las enseñanzas de Irene Montero o su inefable lugarteniente Ángeles Rodríguez “Pam”.
Pero conviene no olvidar que, tras alcanzar cierto poder en el Gobierno español que les permitió legislar, estas presuntas defensoras de "la diversidad", lejos de mostrarse tolerantes con quienes no comparten su visión del mundo y siguen siendo partidarios de la "vieja" racionalidad, utilizaron el aparato estatal para penalizar y reprimir la disidencia con la coartada de "defender los derechos humanos" de los colectivos que afirman querer proteger.
Notas:
(1) Nos referimos al muy recomendable trabajo de Francisco Erice "En defensa de la razón. Contribución a la crítica del postmodernismo".
(2) En términos lógicos, la disparatada ocurrencia de Irene Montero es lo que se conoce como una definición circular o tautológica. Es decir, aquella en la que una palabra se define con la misma palabra y por tanto no se ofrece ninguna información. Este es el caso, cuando se afirma que "mujer es la persona que sufre más violencia por ser mujer".
(3) "Sexo asignado al nacer" es la ridícula forma en la que se refieren los seguidores de la religión queer a la constatación que cualquiera puede hacer del sexo masculino o femenino de un bebé (salvo en algunos casos estadísticamente excepcionales).
(4) Contrariamente a la idea impuesta por el pensamiento hoy dominante, desde las instancias mediáticas y gubernamentales, el reconocimiento de los derechos de las personas transexuales y el respeto de su identidad no exige negar la realidad material.
Jesus | Martes, 06 de Febrero de 2024 a las 10:33:39 horas
Culpar a Podemos, como la organización causante de los disparates posmodernos de la izquierda es claramente injusto. Podemos es el resultado de la ineficiencia del eurocomunismo, de la deslealtad de los arribistas y de la desidia de quienes, autodefiniendose comunistas, han permitido que la sinrazón ideológica se apodere de una sociedad descafeinada, desclasada y hastiada de los inventos constantes por parte de los revisionistas por hacernos creer que desde el sistema capitalista es posible llegar a liberar a los pueblos. Cuando más inventos transgresores de la realidad social se ponen en circulación, más separan a las clases trabajadoras de su objetivo, las mujeres son, biológicamente, mujeres, la pobreza, la desigualdad y la agresividad para con ellas forma parte del circo y método que utiliza el sistema para dividir en mil pedazos a la clase trabajadora, todos y todas estas que colaboran con el sistema en provocar confusión no son más que herramientas al servicio del capital para retrasar lo inevitable, su descomposición y el surgimiento de una sociedad nueva a la que estamos abocados, o cambio sistémico o desaparición de la humanidad, todo lo demás, cantos de sirena.
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