Ocio y cultura

Renania-Palatinado, la Alemania por descubrir

Lejos del mundanal ruido y del punto de mira del turista español que sueña con unas vacaciones en Centroeuropa, el estado alemán de Renania-Palatinado se presenta como una opción diferente y poco manida para disfrutar de un viaje por espacios naturales, viñedos, castillos, pueblos medievales y unos ríos ilustres que lo vertebran todo: el Rin, y el Mosela.

Situado al oeste de Frankfurt, Renania-Palatinado es uno de los pulmones verdes de Alemania y así lo reconocen los miles de visitantes germanos, holandeses, belgas y franceses que se acercan cada año a pasar unos días practicando ciclismo, senderismo y todo tipo de actividades al aire libre.

Regiones como Hunsrück y Eifel hace tiempo que descubrieron su potencial y se han especializado en este tipo de turismo de naturaleza y deportes, ofreciendo decenas de rutas perfectamente acondicionadas que se integran con el paisaje y su rica historia medieval, además de una gastronomía en donde el espárrago blanco y el vino de tipo Riesling son sus claros protagonistas --no busques cerveza en estas regiones de Alemania…-- Te recomendamos que sitúes tu centro de operaciones en Kastellaun, un tranquilo pueblo de Hunsrück que te permitirá acercarte al resto de puntos de interés de Renania-Palatinado en menos de una hora en coche. Y si decides hacernos caso, no puedes equivocarte alojándote en el hotel Altes Stadttor (Marktstrasse 4a, info@altesstadttor.de), una antigua casa medieval de Kastellaun restaurada con mucho mimo.

Ciclismo alrededor del Mosela

Región de Eifel: volcanes, lagos y castillos

La región de Eifel tiene la particularidad de que fue esculpida en el período Cuaternario y a fuego lento por centenares de volcanes que ahora duermen rodeados de una flora y fauna características; podemos aprender de los procesos geológicos que conformaron Eifel en el Lava-dome (BrauerstraBe 1, Mendig, info@lava-dome.de), un museo dedicado a los volcanes --visitas en alemán en inglés-- con presentaciones muy didácticas y orientadas a los niños, y que nos servirán para apreciar después otra de las joyas de la región: el lago Maria Laach, formado en la caldera de uno de los volcanes más grandes de Eifel, y que hoy día es un espacio bucólico donde pasear en barca, recorrer sus orillas en bicicleta o visitar la abadía Maria Laach que yace a escasos metros.

Lago Maria

No muy lejos podemos visitar uno de los castillos medievales más famosos de Alemania, el Burg Eltz, no en vano cada año más de 3 millones de turistas visitan sus estancias para descubrir cómo tres ramales de la misma familia han convivido en el castillo desde que lo levantaron hace más de 800 años --y al menos una familia sigue ahí--. El esbelto castillo se nos presenta tras 15 minutos de caminar por un frondoso bosque, provocándonos una de esas miradas de admiración que tanto nos gustan a los turistas en nuestros viajes.

Burg Elz (castillo de Elz)

El Mosela, pueblos medievales y viñedos

El río Mosela va a su encuentro con el Rin plácidamente, sin prisas, y da nombre a una región salpicada de viñedos y pueblos medievales. Dos características principales definen a los viñedos del Mosela: el 80% de la uva que producen es de tipo Riesling, dando lugar a uno de los vinos blancos más exquisitos de Alemania; la segunda característica, única en esta región europea, es que estos viñedos se sitúan en pendientes escarpadas y pronunciadísimas de más del 60%; esta disposición no es caprichosa sino que en estas pendientes las viñas encuentran protección al frío y al viento, suelo fértil rico en minerales y básicamente las mejores condiciones para desarrollarse. Hay miles de pequeñas viñas en el curso del Mosela, pero la más famosa de todas es Calmont, el viñedo más escarpado de Europa. En cualquiera de ellas podremos disfrutar de una degustación de vinos previa reserva, nosotros os recomendamos hacerlo en Calmont de la mano de sus jovencísimos propietarios (preguntar por Angelina Lenz, info@weingut-franzen.de).

Calmont

Tampoco hemos de perdernos una visita al precioso pueblo medieval de Beilstein, una villa que quedó anclada en el tiempo y que hoy día es punto de parada obligada para millones de visitantes que se acercan tanto en coche como en crucero por el Rin y el Mosela. Beilstein se puede recorrer plácidamente en una hora, pero mejor si le dedicamos un poco más de tiempo y saboreamos tranquilamente sus estrechas callejuelas salpicadas de cafés.

Beilstein

Muy cerca tenemos Cochem, una de las ciudades más interesantes del Mosela y cuyas calles y casas resurgieron cuál ave fénix tras ser completamente arrasadas por dos veces, durante las Guerras Napoleónicas y en la Segunda Guerra Mundial. Cochem tiene mucho que ofrecer al visitante durante todo el año, con fiestas de la cosecha en agosto y noviembre, mercado navideño en diciembre y turismo de crucero y castillos a partir de marzo. Para una visita guiada en castellano por Cochem y Beilstein os recomendamos que contactéis con Bernd Arntz (cafe-halfenhaus@email.de), un simpático guía que tras años de ejercer en Mallorca ha vuelto a su tierra para quedarse.

Cochem

No muy lejos, a media hora de coche podremos visitar Coblenza, otra de las grandes ciudades de Renania-Palatinado y una de las principales bases para los cruceros que recorren el Rin y el Mosela.

Cruceros en Coblenza

Coblenza es una ciudad europea de grandes dimensiones pero con espíritu de pueblo, donde pasar una tranquila tarde y ver anochecer sentados en el paseo que presenta la confluencia del río Mosela con el Rin. Y este momento puede convertirse en un bonito colofón a nuestro viaje por Renania-Palatinado, la Alemania romántica.

Atardecer en Coblenza

Texto y fotos: Manuel Aguilar

 
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