Los cinco momentos clave de 'La historia interminable'

Madrid

Existen pocas escenas del cine más míticas que Bastian volando a lomos del dragón blanco Fujur –ni siquiera el momento en el que el Halcón Milenario entra al hiperespacio-. ‘La historia interminable’ marcó un antes y un después en la historia del cine, en particular del cine fantástico y de aventuras. Durante el film, hay cinco momentos clave que han pasado a la historia contemporánea del cine y que sin duda a muchos les hará sentirse de nuevo como un niño.

El Comepiedras

Una de las más recordadas es cuando el Comepiedras hace su aparición entre los distintos personajes que acompañan en su aventura a Atreyu. Del tamaño de un titán, resulta ser un ser generoso y amable que no dudará en ayudar al héroe.

G'Mork y 'La Nada'

Una de las escenas más misteriosas que incluso llega a resultar inquietante es el encuentro entre el enorme lobo G'Mork y Atreyu. La bestia había estado acechando constantemente al héroe desde las sombras. Mostrándose con un carácter pesimista rozando el nihilismo, trata de desesperanzar a Atreyu, mostrándole como la pérdida de ilusiones e imaginación en el mundo actual está llegando a acabar con Fantasía.

Las Esfinges

Otro momento que dejó a los espectadores con el corazón en un puño fue cuando Atreyu, armado de valor, decide pasar entre las esfinges que como puede observarse en su base, han acabado con todo tipo de héroes con un rayo mortal. Armado de valor, el héroe no se deja amedrentar y decide pasar entre las estatuas para salvar a la Emperatriz Infantil y a Fantasía.

La muerte de Artax

Si hay que elegir un momento profundamente triste, sin duda es la que tiene lugar en 'Los pantanos de la Tristeza', La zona farragosa hasta el punto de parecer puro alquitrán se convierte en un obstáculo insuperable para el fiel compañero de Atreyu, su caballo Artax. Por Internet se difundió el rumor de que el caballo murió de verdad durante la escena, para la tranquilidad de todos, la muerte solo fue en guion.

Bastian a lomos de Fujur

Para concluir, la última escena de la película que deja patente como Fantasía y el mundo real se funden en uno solo -gracias a la lectura del propio Bastian-, es el broche final perfecto para una aventura épica llena de ternura, que incluye una pequeña reprimenda a los abusones que al principio de la historia perseguían al pobre protagonista.