Yo escribo, tú escribes, cada uno a su manera

escribir“En vez de hablar directamente a la página, hacía segundos y terceros borradores. En mi modesta opinión, mi columna se había convertido en un servicio público vital. Me levantaba por la noche para borrar párrafos enteros y trazar flechas y bocadillos en medio de las páginas” (19). Así dice Serena, la narradora de Operación Dulce, libro de Ian McEwan que estuve leyendo para mi columna de libros en el diario Publimetro (leer reseña aquí). Serena también hace reseñas de libros; al principio se sienta y vierte todo lo que tiene en la cabeza en el papel. Pero luego comienza a tomárselo más en serio y escribe y reescribe.

Eso me hizo pensar de inmediato en la forma en que escribo. Además justo esta semana había estado conversando de eso con una amiga, Bernardita. Reflexionando bastante sobre el asunto, creo que hay distintas maneras de escribir. En este blog suelo sentarme a escribir sin pensar mucho en forma previa, tal vez solo el tema. Por supuesto, cuando hago una interpretación o una lectura poética, ya ha habido mucho pensar involucrado, pero me refiero a las entradas más personales. Cuando escribo las reseñas de libros, suelo pensar en una estructura y después escribir de manera más bien suelta. Aunque después releo y siempre hago cambios; a veces pequeños; otras, más importantes.

Es diferente cuando se trata de escrituras académicas. Anoto citas, ideas, y escribo una y otra vez tratando de dar con el texto perfecto. Ya sea un artículo o una ponencia, las revisiones, correcciones y reescrituras son inevitables para mí.

Hay una última aproximación a la escritura. Cuando leo novelas, cuentos, para la columna, voy marcando las citas que me interesan, que me gustaron o que definitivamente pienso poner en el texto. Algo similar sucede en los textos académicos. Pero en estos últimos, además, que voy trabajando en períodos más largos que la columna de libros, escribo mucho a mano. Tengo una libreta en la que anoto ideas que quiero incorporar y a veces párrafos que termino copiando textualmente. Y cuando la libreta no aparece a tiempo, un post it (o varios) cumplen perfectamente con lo requerido, simplemente un espacio donde volcar todo eso que ronda por mi cabeza.

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