Javier Fesser: "La diversidad es una capacidad para aproximarse a los retos de la vida desde un lugar distinto"

Javier Fesser (Madrid, 1964) se autodenomina como contador de historias. Para los más prosaicos, las escribe y las dirige y por ello, por hacerlo de una manera excepcional, ha logrado varios premios Goya tanto en guion como en dirección. Para él, uno de los elementos fundamentales es que en “esa maravillosa mentira que es el cine”, donde nos encanta ver a personas diferentes, también exista verdad, es eso lo que permite que los espectadores conecten con la historia. Por eso, el creador de Campeones y su secuela recién estrenada de Campeonex, defiende la importancia de la diversidad incorporada, de verdad, a los equipos. “Es básicamente una urgencia”, sentencia.

“A todos nos encanta, por ejemplo en el cine, ver personas diferentes, que les ocurren cosas distintas, nos encanta presumir de que somos diferentes y sin embargo, luego en la práctica nos da mucho miedo la diferencia, las personas que no se aproximan a las cosas con el mismo sistema operativo que nosotros, nos da miedo lo que no entendemos, lo que no conocemos y, casi contra nuestros principios, buscamos algo más estándar”, explica Fesser en un nuevo vídeo de Mejor Conectados, la iniciativa de Telefónica para visibilizar talento e inspirar conexiones. De ahí, la importancia de una película como Campeones en la que esa diferencia existe, pero no es el tema de la película.

“La diversidad es una capacidad para aproximarse a los retos de la vida desde un lugar distinto, distinto al tuyo, distinto al estándar, es decir, un lugar más original que da la casualidad de que normalmente es bastante eficiente y bastante valioso”, reflexiona el cineasta. Por ello considera fundamental que en los equipos de trabajo, pero también en la vida, exista esa diversidad que enriquece la perspectiva. “En cualquier equipo de trabajo es evidente que tiene muchísimo valor el trabajo de personas que no se enfrentan de la misma manera a cualquier proyecto”, afirma.

Para ejemplificarlo se basa en su propia experiencia en el rodaje de Campeonex. “Creo que al principio mi posición era, no solamente hacer mi trabajo de comunicarme, sino estar preocupado del trabajo del otro, de cómo me va a responder, cómo va a ocurrir esa comunicación y eso fue un error muy grave”, cuenta Fesser en el vídeo. Sin embargo, le puso solución pronto y de esta forma todo sucedió de una forma mucho más fluida e interesante. “Aprendí a hacerlo de otra manera: yo voy a hacer mi parte que es comunicarme, expresarme, decir lo que siento, lo que necesito, lo que quiero, lo que quiero expresar y el otro que se busque la vida. Y aquí viene un buen aprendizaje y es que muchas veces queremos hacer el trabajo del otro por falta de confianza en el otro y en nosotros mismos”, razona. Cuando existe esa confianza, las personas tienden a responder de formas sorprendentemente gratas y se esfuerzan mucho más. “Todavía no he conocido a nadie que no tenga alguna habilidad, todos tenemos habilidades para algo y enormes discapacidades pero ¡qué importante es sentir que los demás confían en ti!”, asegura.

Para Fesser las etiquetas “cuando no son injustas son por lo menos poco precisas”. Recuerda el guionista y director el efecto que tuvo la película de Campeones a la hora de resignificar algunas de ellas. “Encuentro un padre que dice: ‘yo es que tengo un hijo campeón’, no me dice un hijo con discapacidad, con capacidades diferentes, me dice ‘tengo un hijo campeón’, que digamos que es otra etiqueta pero totalmente positiva”, rememora. Para él, esta película supuso un enorme aprendizaje que se resume en aceptar a los demás como son, simplificar las relaciones y olvidarnos de etiquetas, especialmente las que son poco flexibles, para crear conexiones de valor. Por ello es necesario desaprender algunas cosas y dejar de dar por hecho las limitaciones de los demás, especialmente de las personas con discapacidad.

“Gloria Ramos, actriz de Campeones que hace el papel de Collantes, expresó una cosa que en 20 segundos contó más que en toda la película”, cuenta Fesser. Se refiere al momento en que preguntaron a la actriz sobre qué tal le cayó Brianeitor y cómo fue trabajar con él. “Está hablando de un chaval que es la primera que le ve, un chaval con distrofia muscular degenerativa que pesa 25 kilos y que va en una silla de ruedas que pesa 150 kilos con el aparato alimentando un ventilador mecánico y respirar por el cuello”, resume Fesser para añadir después la respuesta de Ramos: “Entonces Gloria se pone muy seria, un poco así como agobiada, y dice ‘Claro, yo la primera vez que conocí a Brian, la primera vez que le vi, me impresionó mucho porque es que a mí nadie me había advertido de que Brian es de Almería y es que yo veraneo en Almería’”, recuerda Fesser.

Esa respuesta tan ilustrativa le sirve a Fesser para señalar que “no es tanto aprender de esa actitud tan positiva de la vida sino desaprender tantas cosas que no te están ayudando sino que te están limitando: no dar por hecho ninguna limitación, que alguien no es capaz o está limitado para hacer algo”. Ahí radica el mensaje de esta nueva película en la que el equipo ahora es de atletismo y se incorpora un nuevo miembro, Brianeitor, una persona que va en silla de ruedas y que solo puede mover la cara y un poco el dedo pulgar. “Es evidente que esta persona en el equipo de atletismo tiene un rol, tiene su lugar en el equipo y el equipo sin él sería peor”, concluye Fesser

Es por ello que para Fesser “la inclusión en la sociedad de personas diferentes es básicamente una urgencia”. Para él no se trata de una cuestión de buenismo, ni siquiera de solidaridad: “Somos todos un equipo y el individuo va después del equipo. Son puntos de vista que pueden hacer y harán seguro que la sociedad sea mejor”, sentencia.