Añogal

Feria es un pueblo donde abundan las higueras. Los higos han supuesto un complemento de la alimentación de los coritos, sean bacalones o vendimios, del tiempo o pasaos. Con sus diferentes castas o variedades: albales, carbajales, bermejos, verdejos… y añogales.

Añogal es una variedad de higo de forma redondeada, piel oscura y pulpa roja muy dulce, así como de la higuera, muy productiva y tardía, que da estos higos. Ogaño las higueras añegales están cargás.

Su nombre académico es doñegal o doñigal, relacionado con dueño. Puesto que doñegal es palabra patrimonial que, como el eclesiástico dominical, procede del latín tardío dominicalis ‘señorial, perteneciente al dueño o señor’, por ser higos selectos y escogidos reservados para el señor del feudo o hacienda. Por derivación de  dominicus ‘relativo al dueño o señor’ y éste de dominus ‘señor de la casa’, que a su vez viene en último término de domus ‘casa’ (como domicilio y doméstico). Y así se reconoce en el primer Diccionario en  que aparece este término: Doñegal ‘especie de higo en Andalucía’, como dominical que es ‘señoril, higo de señores’ (Francisco del Rosal). 

Es el nombre más generalizado en Extremadura con las variante añigaloñigal (Talaván, Millanes…); ñogal por aféresis de la a- que se localiza en el Valle del Alagón y otras comarcas de la provincia de Cáceres. Ñegal en Ceclavín tal como aparece en «Mi Extremadura» (2012) de los hermanos Herrero Uceda:

Ceclavín siempre ha sido famoso por la producción de higos que exportaba a muchos lugares, higos de distintas clases: ñegales, prietos, corigos blancos, verdejos, de ojo de perdiz…

En «Industrias y andanzas de Alfanhuí» (1952), Rafael Sánchez Ferlosio hace referencia al vocabulario y al paisaje de Extremadura, especialmente de Moraleja y del Valle del Alagón:

Los perros de Moraleja, flacos y malos todo el año, bajaban a higos en septiembre… La cosecha de higos duraba un mes; la hacían los perros, en Moraleja. Higos blancos, zueres, ñogales, verdejos.

©Juan-José Becerra Ladera

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