Dumb & Runner: Permítame ser ridículo

Dos tontos muy tontos raners runners

En este mundillo de runners perfectos parece que hay que tener estilo incluso a la hora tropezar (no es un fracaso, es una motivación para la siguiente… anda y vete a freír espárragos) y mira que no hay cosa más sana que reírse de uno mismo.

Del mismo modo que vestimos nuestras mejores galas para acabar saliendo en la foto finish más desconfigurados que un retrato picasiano, reivindico el derecho que, de vez en cuando, nos metamos unos sopapos de aúpa, dejemos de intentar ser tan excepcionales que rocemos el asquito público y mostremos qué tipo de sangre horchatera corre por nuestras venas. Hay cosas de lo más normales que te pueden suceder (olvidarte el dorsal o el chip, equivocarte de cola a la hora de dejar la bolsa) pero no me refiero a eso, sino a hacer directamente el ridículo. Porque mi zona de conforto es el bochorno, aquí va mi Top.

Sigue leyendo