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Las fotografías de larga exposición son una forma de ver la realidad muy diferente a lo que nuestros ojos están acostumbrados. Por tanto, llamarán mucho más la atención al poder contemplar imágenes a las que nuestros sentidos no están habituados. Reflejan el movimiento de los elementos que nos rodean y pese a que es un tipo de fotografía más técnica, en este artículo te explicaremos todo lo necesario para que tú mismo domines a la perfección la larga exposición en fotografía. 

Qué es la larga exposición

Lo primero que debes saber es qué es exactamente la larga exposición en fotografía. Como sabes, el obturador de la cámara de fotos es aquél elemento que a modo de cortinilla deja pasar la luz hasta el sensor (o el carrete) durante un periodo de tiempo determinado. 

Pues bien este tiempo que permanezca abierto el obturador es que que definirá el tipo de obturación. Por lo general nuestras fotos captarán la realidad en fracciones de segundo. Un tiempo muy breve en el que nuestro sensor recogerá la luz y conseguirá así congelar el movimiento. La larga exposición se consigue por tanto, con velocidades de obturación más lentas que consigan capturar el movimiento del sujeto a fotografiar. 

Pero ¿cuánto tiempo exactamente? Pues bien, eso dependerá del motivo que fotografiemos. No será lo mismo una larga exposición para captar el movimiento de un coche con un barrido, que para conseguir el efecto seda del agua o capturar la vía láctea. 

De esta manera, podremos encontrar largas exposiciones de un cuarto de segundo o de medio segundo hasta aquellas que llegan a durar varios minutos. Esto lo marcará como decíamos el elemento que queramos fotografiar y su velocidad de movimiento. 

Qué equipo necesito para hacer fotos de larga exposición

Una vez queda aclarado qué es la larga exposición en fotografía, debes saber qué equipo necesitarás para conseguir tomar este tipo de imágenes que con un poco de práctica dominarás enseguida. Obtendrás fotografías muy diferentes y mejor aún, aprenderás una nueva técnica para contar historias de una forma distinta. 

Cámara

Como te podías imaginar si, lo primero que necesitarás es una cámara fotográfica que cuente con funciones manuales en las que puedas ajustar la velocidad de obturación. Sería recomendable también que cuente con el modo BULB. Con este modo podremos hacer fotos de más de 30 segundos de exposición cerrando nosotros mismos el obturador cuando lo deseemos. 

Trípode

Al tratarse de fotos en las que el sensor estará recibiendo luz por un tiempo prolongado prima la estabilidad para que la foto salga totalmente nítida. Por tanto este será un elemento indispensable a la hora de aplicar este tipo de técnica a nuestras fotos. Es recomendable además que contemos con un trípode robusto para sea lo más estable en la mayoría de condiciones y no tiemble con la más ligera brisa. Recuerda que la cámara no debe moverse en absoluto porque de lo contrario no conseguiremos una foto aceptable.

Disparador remoto

Como decíamos, no pode existir ningún tipo de vibración en la cámara para que la imagen tenga la calidad necesaria en cuanto a aspectos técnicos. Para ello es muy apropiado contar con un disparador remoto o un intervalómetro para no tener que apretar el botón con el que habitualmente hacemos nuestras fotos. 

Siempre podemos prescindir de este accesorio y utilizar el modo de disparo con retardo. Nuestra cámara utiliza modos de autodisparo en el que podemos elegir entre dos, cinco o diez segundos normalmente para que la cámara efectúe la foto. Con esto minimizaremos el temblor que nuestro dedo ocasionará al apretar el botón directamente. Como contrapartida no podremos anticiparnos en muchas ocasiones a los sujetos (por ejemplo al capturar el movimiento de una ola al chocar contra una piedra) y no podremos superar los treinta segundos de exposición. 

Filtros fotográficos

Aunque no son al cien por cien indispensables son un elemento más que recomendable en este tipo de fotografía. Especialmente al tomar fotos diurnas. La luz no nos permitirá unos tiempos de exposición muy largos incluso cerrando al máximo el diafragma, por lo que un filtro polarizador y unos filtros ND (que te explicamos en este artículo qué son y cómo funcionan) son casi básicos para tener garantías de conseguir buenas fotografías. 

Una gamuza y una pera de aire

Aunque parezca una tontería, mantener limpios tanto la lente del objetivo como los filtros es totalmente indispensable. Piensa que al cerrar el diafragma se magnificarán las motas de polvo que haya en el sensor, en el objetivo o en los filtros. Trata de mantenerlo lo más impoluto posible para no arruinar la toma o no tener que pasar más tiempo del necesario ‘limpiando’ la foto en algún programa de edición. 

Cómo hacer fotos de larga exposición

Ahora que ya conoces el equipo que necesitarás para conseguir buenas fotografías de larga exposición, pasamos a explicarte los ajustes necesarios para garantizar que obtengas fotos de calidad. 

Modo de disparo

Puedes elegir entre dos modos de disparo para conseguir este tipo de fotografía. El modo manual o el modo de prioridad a la obturación para que sólo te preocupes de del tiempo que mantendrás abierto el obturador y que la cámara se ocupe del resto. 

Velocidad de obturación

La velocidad de obturación es algo mucho más variable en función del tipo de foto que queramos realizar. Es decir, como comentábamos al principio no será lo mismo conseguir un barrido de una moto a toda velocidad en un circuito, en el que podremos hacerlo con valores más rápidos de obturación de entre 1/125 o 1/50 a fotografías en cambio de la vía láctea, en el que optaremos por velocidades de obturación más lentas de entre 20 y 25 segundos. 

Ni siquiera cuado fotografiemos el mismo elemento la velocidad tendrá que ser la misma. Por ejemplo, si queremos conseguir el efecto seda en el agua del mar que baña la costa, la velocidad de obturación puede ser de 10 o 15 segundo. En cambio si queremos capturar las salpicaduras en movimiento de ese mismo mar rompiendo con una roca quizá con velocidades más rápidas de medio segundo nos sea más que suficiente.

De igual manera,ocurre con el movimiento de la nubes. En algunos momentos su movimiento será muy lento y en otras ocasiones se moverán rápido por el viento. Así que la velocidad exacta de obturación es muy cambiante y debemos probar qué efecto exactamente queremos conseguir. 

Diafragma

Si decides ajustar el modo de disparo en Manual te tendrás que hacer cargo también de este parámetro. Recuerda que influye directamente en la profundidad de campo que tendrá tu fotografía. Aunque por lo general los valores que le daremos al diafragma serán bastante cerrados para evitar que pase la luz, así que por lo general no tendrás problemas con esto. 

Lo que si te debes plantear es que cuanto más cerremos el diafragma más nitidez perderá la imagen. Acuérdate que todos los objetivos tienen un punto dulce, que suele ser dos o tres pasos más cerrados que de su apertura máxima, y que si nos vamos a los extremos la nitidez caerá en picado. 

Enfoque

El enfoque es una de las cosas más importantes en la larga exposición. Deberías tratar de enfocar antes de colocar ningún filtro para que no haya margen de error. De día, la tarea será muchísimo más sencilla que de noche, momento en el que nuestro objetivo se puede volver loco. Por tanto, está bien que lleves contigo una linterna para iluminar un punto (a ser posible en la distancia hiperfocal) para que la mayor parte de tu imagen salga perfectamente en foco. En estos casos, si utilizas el enfoque automático lo recomendable es enfocar y después pasar a manual y no volver a tocarlo. 

Medición de luz

La medición de luz es otro aspecto muy importante, pues de esto dependerá que la exposición de tu foto sea la correcta. A diferencia que en el enfoque, aquí si tendrás que tener todos tus filtros ya colocados (si es que los vas a usar) para no engañar a tu cámara. 

Lo mejor es ajustarla a exposición puntual y medir la luz en los puntos más claros de la imagen para evitar quemarla y perder esa valiosa información. 

ISO

Mantener el ISO en su valor más bajo posible será casi siempre lo más adecuado para reducir ruido y minimizar la la luz en el sensor (siempre y cuando no lo fuerces). Quizá solo deberías cambiar este parámetro cuando estés tomando fotografías de la Vía Láctea. En este caso podrás aumentar el ISO hasta los valores máximos en los que tu cámara no genere mucho ruido para captar la luz de muchas más estrellas. 

Consejos para la larga exposición 

Luz

Recuerda que la luz, o mejor dicho, el exceso de luz será tu peor enemigo en fotografías de larga exposición, así que juega con los valores del triángulo de exposición para minimizar su efectos en el sensor o utiliza filtro para poder ‘combatirla’. 

Viento

El viento es otro de los grandes enemigos para este tipo de técnica fotográfica. Especialmente, en aquellas fotos en las que los tiempos de exposición sean mayores. Colocar nuestro trípode resguardado del viento o colocar la pesada mochila en el gancho que llevan en su pieza central ayudarán a minimizar el temido viento. Si ves que hay un viento excesivo olvidate de esta técnica ese día porque solo conseguirás frustrarte. 

La larga exposición para eliminar personas

No es lo que estás pensando, tranquilo que tomando fotos no matarás a nadie. Simplemente, la larga exposición también es un técnica con la que conseguiremos hacer que las personas desaparezcan de la imagen. Por ejemplo, en un monumento que siempre suele estar abarrotado de turistas, con un tiempo de exposición muy largo (normalmente desde los 30 segundos llegando incluso a los tres minutos) conseguiremos hacer que las personas desaparezcan por arte de magia. 

Procesa tu fotografía

Después de tomar tu foto, como ya deberías saber, es algo básico el procesar tu archivo en algún programa tipo Lightroom, Photoshop o Capture One. Si has utilizado filtros es más que probable que tengas que corregir los colores de la imagen porque puedan haberse tomado con alguna dominancia cromática por culpa de éstos. Además te permitirá resolver errores si la foto ha quedado algo sobreexpuesta así como a levantar sombras de las zonas más oscuras.

Apilado de imágenes en Photoshop

A la hora de procesar este tipo de fotografías, una herramienta muy útil con la que cuenta el todopoderoso Photoshop es la de apilar imágenes. Consiste en mezclar varias fotos que hayas tomado con el mismo encuadre, para sí potenciar el efecto de la larga exposición. 

Un ejemplo muy claro es el de una carretera con estelas producidas por las luces de los automóviles. Quizá no puedas hacer una única foto que capte la estela de luz completa de los coches que pasan por una carretera de montaña. Bien porque el tiempo de exposición sería muy largo y se sobreexpondría la imagen o bien porque no tengas suerte y no pasen tantos coches a la vez. Pero no hay problema, haz varias fotos sin tocar la cámara lo más mínimo y al apilar las imágenes en Photoshop la estela de luces de las diferentes fotografías se fundirá y aparecerá a lo largo de toda la carretera.

Cuida el encuadre

Por último comentarte algo básico. Cuida el encuadre en este tipo de fotos para que la imagen tenga más fuerza. Recuerda utilizar la regla de los tercios o la del punto de fuga para conseguir capturas mucho más equilibradas e impactantes. 

Algunas fotografías para inspirarte

Por último, te dejamos algunas fotos de diferentes formas de aplicar la larga exposición en fotografía para que te puedas inspirar y tú mismo comiences a practicar.