AJENUZ O COMINO NEGRO, LA SEMILLA BENDITA

“Cuida de ti mismo mediante el uso de esta semilla, ya que es un remedio para todas las enfermedades y de todos los males menos la muerte, y si la muerte fuera una enfermedad, también la curaría”

Así es como se refleja en el Corán el valor medicinal de una semilla que llamaban bendita, muy valorada y reconocida no sólo en la cultura islámica sino también en todas las culturas orientales, por todo el Oriente Medio, África y Asia, y que la ciencia moderna ha certificado hoy en día su misterioso poder curativo.

Ya ha florecido en nuestro Jardín aromático, la semilla bendita del comino negro, también conocida como ajenuz o semilla negra.

La semilla del ajenuz o comino negro, procede de una planta con una flor de especial y rara belleza, generalmente azulada, que se puede encontrar por los jardines o silvestre en todo el ámbito occidental actualmente, y con más frecuencia en los jardines ingleses, ya que han sido los ingleses los que vieron en esta flor sutileza y belleza, comparando su delicadeza y aparente fragilidad con una brisa azul flotando en el aire; por eso la llamaron amor en la niebla (love in the mist).

Sin embargo, hay quien ha visto en su flor, sin embargo, un aspecto inquietante por lo que se la ha denominado también arañuela ya que la forma del pistilo recuerda a las patas de una araña y también cabello de Venus por sus hojas finamente divididas.

De esta bella y rara flor nacen tras su maduración unas semillas de color negro llamadas comino negro, semillas negras o semillas benditas, pero que nada tienen que ver ni botánicamente ni con su sabor con el comino (Cuminum cyminum) habitualmente usado como especia en nuestra cocina, pariente del hinojo, y que pertenece a la familia botánica de las Umbelíferas.

Las semillas del comino negro proceden de la planta llamada Nigella sativa, cuyo nombre deriva del “niger” latín que significa negro y “sativa”, cultivado. El género Nigella pertenece a la familia de las Ranunculáceas cuyas plantas son tóxicas en su mayoría, sus flores, sobre todo, pero en cambio sus semillas no, y se pueden utilizar tanto en cocina como a nivel terapéutico.

 A la semilla del comino negro se la llamó semilla de bendición por la cultura islámica, semilla negra o ajenuz, y vamos a tratar de desentrañar el por qué recibió el nombre de bendita esta semilla, de la que hay recetas y referencias escritas desde hace más de 3000 años.

La semilla de los faraones

En Egipto se encontraron restos de aceite de comino negro en tumbas reales egipcias entre ellas las del faraón Tutankamón siendo uno de los vegetales seleccionados para ayudarle en la otra vida y librarle de todo dolor.

Los médicos egipcios, además, lo recomendaban como digestiva para el dolor de cabeza y de muelas, contra las inflamaciones y las alergias entre otras muchas aflicciones; por eso se la ha llamado la semilla de los faraones.

La reina Cleopatra utilizaba esta semilla no sólo para su salud sino para cuidar y proteger su piel.

Este uso cosmético también ha sido documentado en la medicina ayurvédica, tal y como se recoge en sus textos milenarios, junto con su valor como planta medicinal por sus propiedades estimulantes, antiparasitarias y caloríficas.

El médico romano Dioscórides en su obra Materia médica atribuyó a la Nigella sativa propiedades contra la congestión nasal y también para eliminar parásitos intestinales. Comenta Dioscórides en la descripción botánica de esta planta, que “hace en la cumbre una cabezuela semejante a la de las adormideras la cual tiene dentro de si ciertos tajos en los cuales se encierra una simiente negra olorosa y aguda al gusto que ordinariamente en el pan se amasa”.

El sabio Avicena médico científico y filósofo árabe la recomienda en su Canon de medicina para subir las defensas y como reconstituyente.

Su uso se extendió desde Oriente Medio y Asia, por toda la franja mediterránea, y el aceite realizado con el prensado en frío de sus semillas fue muy utilizado tanto en alimentación, como en medicina estética, en masajes corporales y faciales, en preparados cosméticos y en preparados medicinales, cultivado por todo el territorio andalusí, en la época de Al Andalus.

De entre las más de un centenar de sustancias beneficiosas que contiene, destaca sobre manera una de ellas, que es la timoquinona, un potente antiséptico natural con un enorme poder antihistamínico, antiinflamatorio e inmunoestimulante que atiende por tanto patologías alérgicas e inflamatorias como el reumatismo asma y diferentes patologías respiratorias. También posee propiedades bactericidas y antimicóticas interesantes en el tratamiento de afecciones ginecológicas como la candidiasis.

Sus semillas contienen un altísimo contenido en ácidos grasos insaturados y poliinsaturados, hasta un 58%, la mayoría de omega 3 y 6, cuya propiedades antiinflamatorias y analgésicas, las hacen muy útiles en enfermedades de origen inflamatorio. Debido a su riqueza en Zn estimula el aumento de los niveles de testosterona, por lo que favorecen la fertilidad masculina.

Por otra parte, desde 1959 hasta la actualidad, se han publicado más de 200 estudios universitarios sobre sus propiedades anticancerígenas, en estas publicaciones científicas se ha revelado cómo el alto contenido en timoquinona del aceite de comino negro actúa como inhibidor de las células tumorales. De entre todos esos estudios, en concreto, los llevados a cabo en el laboratorio de investigación del cáncer de la isla Hilton al sur de California, demostraron su efectividad particularmente en los casos de cáncer de piel (melanomas) y de colon, así como su ayuda para minimizar los efectos secundarios de la quimioterapia.

El aceite de comino negro se ha utilizado tradicionalmente en Oriente Medio y África, para la elaboración de cosméticos antiedad, regeneradores y calmantes. Muy apreciado sobre todo en la elaboración de formulaciones indicadas para el acné.

RECETA PARA EL ALIVIO DE PIELES ACNEICAS

Para el alivio de las pieles acneicas, podéis añadir en 30 ml. de aceite de comino negro, 10 gotas de A.E de Limón y 10 gotas de A.E. de Árbol del Té.

Aplicar por la noche

No sólo lo podéis utilizar para el tratamiento del acné, sino también como aclarante de la piel, para para tratar la piel irritada, la piel afectada por brotes alérgicos, o la piel agrietada o con quemaduras, tanto las producidas por el sol como por el fuego o rozamiento

Aplicado en masaje capilar revitaliza y fortalece el cabello, y puede contribuir a eliminar de forma eficaz la caspa si lo dejamos actuar durante media hora antes del lavado.

Puede ser un buen ingrediente también para un enjuague bucal, en el caso de dientes sensibles, dolor de muelas y encías, si añadimos una cucharadita de este aceite con un poco de agua.

Uno de sus usos más antiguos, que hoy en día podemos seguir disfrutando, ha sido en masaje después de un baño caliente, para depurar toxinas de la piel, ya que limpia en profundidad los poros de la epidermis.

Además de su gran contenido en ácidos grasos, en su mayoría Omega 3 y 6 que ayudan a regular el colesterol en sangre y la tensión, el aceite de comino negro destaca por todos sus nutrientes enzimáticos, vitaminas y minerales que le permiten ser considerado como un preciado alimento.

En la cocina, las semillas de comino negro se utilizan como una especia sobre todo en la India y el Oriente Medio, ya que aporta un sabor ligeramente picante y dulce a la vez, entre nuez moscada y pimienta negra, algunos reconocen una combinación de sabores de cebolla, pimienta y orégano. Por ese motivo, se sigue utilizando como condimento para dar sabor a los alimentos, o incluso como un tipo de pimienta, tal y como lo usaban los romanos.

Se puede añadir en forma de semillas sobre ensaladas en guisos a modo de pimienta o sobre el pan a modo de sésamo.

Se puede utilizar como aderezo en ensaladas, o podemos incluirlo en los batidos y podemos hacer una sustancia gelatinosa dejándolo reposar en agua para realizar productos horneados como sustituto del huevo.

Benditas semillas las del ajenuz, con tantas propiedades saludables¡

En torno al año 800 después de Cristo, el médico nacido en Granada Ibn-Al-Quaim Al-Yauziza, que había estudiado en El Cairo y en la Medina y que tuvo mucha fama en su época, en tiempos de Abderramán II, escribe un compendio titulado “La medicina profética” en el que dedica un capítulo al ajenuz recogiendo numerosas recetas y fórmulas a base de esta planta, que recomienda especialmente contra la fiebre, las mucosidades y la congestión nasal. Una de las recetas que recoge es la de

RECETA AJENUZ CON MIEL*

Ingredientes:

Semillas de ajenuz-miel de calidad-agua mineral o filtrada

Elaboración:

Moler las semillas de ajenuz en un mortero y mezclarlas con la misma cantidad de miel

Uso:

Beber una cucharadita de esta mezcla con agua caliente tres veces al día.

Indicaciones:

Este preparado aporta las cualidades de la semilla negra entre ellas disolver las piedras de riñón y vejiga, acción diurética, regular y favorecer la menstruación y estimular el sistema defensivo

BATIDO DE PERAS CON AJENUZ*

poner en una batidora 3 peras con su piel y sus semillas y mezclarlas con una cucharada de semillas de ajenuz molidas y si se tiene una cucharadita de aceite de ajenuz

Uso:

tomar un vaso de este batido junto con infusión de regaliz

Indicaciones:

recomendado para tratar enfermedades de Colón.

(*Palmira Pozuelo, libro Remedios herbales de la antigüedad)

La pera contiene pectinas y antioxidantes y además se aconseja tomar con sus semillas que como todos los frutos de la familia rosáceas tiene amigdalina: un glucósido que contiene ácido cianhídrico en pequeñas cantidades también llamado Laetril cuya acción frente a las células tumorales se está estudiando.

Parece que es un hábito saludable comer algunos huesos de las frutas con las mismas, costumbre que por cierto tienen muchas personas mayores, y que también tenían algunos pueblos de la antigüedad, como, por ejemplo, los Hunzas, habitantes de una región montañosa, a 2.400 mts. De altitud, en Pakistán, conocida por el mito de ser el lugar en el que se ubicaba la mítica Sangri-la, la tierra de la juventud eterna, que inspiró novelas y películas legendarias.

Volviendo a nuestro batido de peras con ajenuz, vendrá muy bien para limpiar el colon gracias a las fibras solubles de la pera y los antioxidantes, mientras que el Laetril de la semilla y los ácidos grasos del ajenuz pueden ser un buen protector del colon y prevenir del padecimiento de enfermedades graves como el cáncer colorrectal que es uno de los de mayor incidencia en sociedades desarrolladas.

Y con todas estas recetas y viajes en el tiempo, sólo deciros que podemos disfrutar de las semillas benditas de esta planta hoy en día, porque es una planta de muy fácil cultivo, y puede crecer fácilmente en tu jardín. Le gusta la exposición al sol y no hace falta regarla demasiado; tras la fecundación de sus enigmáticas flores, nos darán sus frutos coronados por cinco puntas y repletos de semillas. Podemos cosechar y guardar parte de ellas para sembrar en la próxima temporada ya que su ciclo es anual.

Es una planta muy generosa, como lo fue nuestra amiga Elena, que nos regaló un enorme ramo de plantas en semilla, que de la misma forma os las regalamos, si venís a visitarnos a nuestra tienda-taller cuando queráis, eso sí, con cita previa.

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