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Manuel Martín-Vivaldi
Cita: Martín-Vivaldi, M. 2022. Abubilla común Upupa epops. En, B. Molina, A. Nebreda, A. R. Muñoz, J. Seoane, R. Real, J. Bustamante y J. C. del Moral: III Atlas de las aves en época de reproducción en España. SEO/BirdLife. Madrid. https://atlasaves.seo.org/ave/abubilla-comun/
La abubilla común está distribuida de manera muy uniforme por toda la España peninsular, a excepción de la franja Cantábrica, y también nidifica en la mayor parte del territorio de los archipiélagos Balear y Canario. El mapa de distribución del II Atlas de las aves reproductoras (Martí y Del Moral, 2003), de mayor cobertura, dibuja muy bien que las pocas discontinuidades coinciden con las áreas de mayores pendientes y altitudes de las formaciones montañosas en todo el territorio (Espiago, 2003). En la cornisa Cantábrica, las áreas vacías son también regiones de relieves acusados donde, además, la pluviosidad es elevada en primavera-verano, que es uno de los factores que más limita a la especie (Carrascal et al., 2006) y que afecta muy negativamente a su éxito reproductor (Schaad, 2003; Arlettaz et al., 2010).
La distribución se ha mantenido muy estable en el periodo 1998-2018, continuando su presencia como reproductora en el 96% de las 2.346 cuadrículas en que se encontraba en el atlas anterior (Muñoz y Altamirano en Martí y Del Moral, 2003) que se han muestreado también para el nuevo atlas. Los casos de desaparición de algunas cuadrículas (4%) se compensan con la aparición de la especie en otras en las que no se había detectado antes (5,5% de las comparadas), habiéndose producido un pequeño aumento neto del 2% en el área total ocupada. Las desapariciones y nuevas ocupaciones no muestran un patrón de ganancia o pérdida de territorio en zonas geográficas concretas, sino que son comunes ambas en todo el área de estudio, si bien los cambios tienden a producirse, en las dos direcciones, con alta frecuencia en el límite norte de su distribución principal (30,6% de los cambios suceden en las 11 provincias que limitan con el Cantábrico o los Pirineos). Esto podría deberse en parte a la inestabilidad esperada en zonas de límites de distribución (Tucker y Heath, 1994), donde pequeños cambios en las condiciones ambientales pueden hacer fluctuar la idoneidad del medio.
No obstante, en general, en la abubilla es común que factores como los cambios en los usos del suelo (disponibilidad de barbechos, pastoreo, Romanowski y Zmihorski, 2008; Hoste-Danylow et al., 2010), en la densidad de las formaciones vegetales (maduración de masas arbóreas e incendios por ejemplo) o las fluctuaciones y los tratamientos contra insectos plaga que sean un buen recurso alimenticio (e.g. procesionaria, Battisti, 1986; Battisti et al., 2000; Barbaro y Battisti, 2011), condicionen la desaparición o el aumento de población en determinadas localidades en el plazo de pocos años (Martín-Vivaldi et al., 2014), lo que podría explicar muchos de los cambios locales que se observan dispersos por el territorio español.
II Atlas (distribución 1998-2002)
III Atlas (distribución 2014-2018)
Comparación entre la distribución observada del II Atlas (1998-2002) y del III Atlas (2014-2018).
Observed distribution in Atlas II (1998-2002) and Atlas III (2014-2018) compared.
Los modelos de distribución y de áreas favorables son prácticamente idénticos, lo que sugiere que la abubilla está hoy día presente como reproductora en todos los lugares donde las condiciones ambientales son adecuadas para la especie.
Invierno (2007-2010)
Época de reproducción (2014-2018)
Comparación entre los modelos de probabilidad del I Atlas de Invierno (2007-2010; SEO/BirdLife, 2012) y en época de reproducción (2014-2018).
Probability models of Winter Atlas I (2007-2010; SEO/BirdLife, 2012) and the breeding season (2014-2018) compared.
Durante el periodo invernal las abubillas desaparecen casi por completo del tercio norte peninsular, a excepción de la costa mediterránea y el valle del Ebro, pero se mantiene su presencia frecuente y abundante en la mitad sur, así como en Canarias y Baleares. Las áreas con mayor presencia invernal son sobre todo el sector suroccidental (Extremadura, Andalucía occidental) y la costa Mediterránea, coincidiendo con áreas de temperaturas medias y mínimas invernales más suaves, baja precipitación y escasa altitud (De Cara y Mestre, 2012; Prieta en SEO/BirdLife, 2012a), que se dan también en los valles del Ebro y el Guadalquivir, en los que el modelo de probabilidad dibuja también valores altos. Las principales zonas de invernada de abubillas en España coinciden con las de mayor diversidad global de aves en este periodo (Carrascal y Palomino, 2012) que se relaciona positivamente con variables ambientales orográficas, de estructura de vegetación y heterogeneidad ambiental principalmente por la existencia de bosques adehesados con abundantes pastizales y mosaicos de cultivos, hábitats típicos de la abubilla todo el año.
Se desconocía la procedencia de las abubillas invernantes en España y el destino invernal de nuestros reproductores, si bien las recuperaciones de individuos anillados sugerían que la población invernante sería principalmente de reproductores españoles, tanto de individuos que permanecen en las áreas de cría, como desplazados desde el norte de la península (Bernis, 1970; SEO/BirdLife, 2012b). Sin embargo, dos estudios recientes con isótopos estables y geolocalizadores de varias poblaciones centroeuropeas y una española (de Granada) muestran que todos los individuos nidificantes en Suiza, Alemania y la República Checa cruzan el Sáhara para invernar en África, mientras que la población reproductora granadina es una mezcla de individuos sedentarios (entre el 30 y el 50%) y migradores transaharianos (Reichlin et al., 2013; Van Wijk et al., 2018). Estos resultados apuntan a que la población invernante en España es mayoritariamente ibérica (sedentaria o migradora de corta distancia), pero demuestran que una gran parte de los individuos que abandonan las zonas de reproducción españolas lo hacen para desplazarse al África tropical.
Invierno (2007-2010)
Época de reproducción (2014-2018)
Comparación entre los modelos de probabilidad del I Atlas de Invierno (2007-2010; SEO/BirdLife, 2012) y en época de reproducción (2014-2018).
Probability models of Winter Atlas I (2007-2010; SEO/BirdLife, 2012) and the breeding season (2014-2018) compared.
España mantiene entre el 44 y 77% de la población reproductora europea de abubillas según las estimas (Hagemeijer y Blair, 1997; Muñoz y Altamirano en Martí y Del Moral, 2003). La población reproductora española se estimaba entre 1975-1995 en 497.000-710.000 parejas (Purroy, 1997), entre 2004-2008 en 1.430.000-2.420.00 individuos (peninsular, Carrascal y Palomino, 2008) y en 2014-2018 (descontando las Canarias) en 2.009.984-2.344.813 individuos. Los datos sugieren una tendencia poblacional ligeramente al alza, lo que también se observa en los cambios en datos anuales entre 1998 y 2018 del programa de seguimiento de aves comunes Sacre (Escandell, 2012), si bien el índice de cambio a nivel global es muy pequeño (-0,3) y no significativo. Analizado por regiones, solo en las áreas marginales del norte peninsular (las menos pobladas) se producen cambios significativos de aumento (región eurosiberiana) o disminución (mediterráneo norte) moderados. Estos datos, junto a un patrón oscilante a lo largo del periodo, apuntan a que son probablemente factores relacionados con alternancia de años benignos y duros en las condiciones ambientales, tanto de áreas de cría como de invernada, los que han modulado la abundancia de la especie en nuestro país.
Comunidad Autónoma | Promedio | Inf. 99% | Sup. 99% |
---|---|---|---|
Andalucía | 336,275 | 306,413 | 366,138 |
Aragón | 222,358 | 208,213 | 236,504 |
Asturias | 6,655 | 4,829 | 8,481 |
Canarias | 24,713 | 11,161 | 38,265 |
Cantabria | 10,789 | 8,832 | 12,747 |
Castilla-La Mancha | 372,147 | 348,243 | 396,052 |
Castilla y León | 460,510 | 428,587 | 492,434 |
Cataluña | 169,621 | 153,238 | 186,003 |
Comunidad Valenciana | 115,854 | 108,259 | 123,448 |
Extremadura | 209,844 | 194,949 | 224,738 |
Galicia | 92,563 | 83,275 | 101,850 |
Islas Baleares | – | – | – |
La Rioja | 24,840 | 23,287 | 26,393 |
Madrid | 44,580 | 40,185 | 48,975 |
Murcia | 45,702 | 41,959 | 49,444 |
Navarra | 42,640 | 39,291 | 45,988 |
País Vasco | 23,021 | 20,424 | 25,617 |
TOTAL | 2,202,112 | 2,021,145 | 2,383,077 |
Comunidad Autónoma | Promedio | Inf. 99% | Sup. 99% |
La abubilla es una especie con un nivel de especialización ambiental bajo (2,9 sobre 10, Carrascal et al., 2006), principalmente porque no es el tipo de formación vegetal el que condiciona su presencia, sino algunos rasgos de estructura del hábitat que pueden darse en una variedad de ambientes, los que condicionan su presencia y abundancia. Suelo desnudo o con pastizales cortos que no hayan sido roturados recientemente donde encontrar presas, y árboles dispersos, muros, postes o edificaciones usados como posaderos para el reposo y canto, y que proporcionen agujeros para la nidificación, son los elementos del paisaje que mejor explican la presencia de la especie (Rehsteiner, 1996). Por ello, los mejores hábitats son formaciones arbóreas abiertas, como dehesas de quercíneas con ganado extensivo, mosaicos agropecuarios y cultivos arbóreos (olivares o frutales). Los herbazales, si no son de alto porte y densos (Romanowski y Zmihorski, 2008; Hoste-Danylow et al., 2010), son el lugar preferido para la alimentación, ya se sitúen en o cerca de las otras formaciones donde encontrar sitios de nidificación (como bosques de ribera). No obstante, en determinadas zonas, los sabinares abiertos (Díaz et al., 1996) o incluso pinares de repoblación jóvenes con manejo (pastoreados y con cajas nido), pueden presentar densidades muy elevadas (obs. pers., Barbaro et al., 2008; Schaub et al., 2010; Tagmann-Ioset et al., 2012).
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