Del lenguaje alguacilado en la 'plaza' de Astorga

 

 

Ahora que siempre es verano, las redes sociales y los ‘medios’ hacen de la sospecha la serpiente del lago Ness, de la futileza acontecimiento.

 

El alcalde de Astorga tiene roto un bolsillo por el que pierde las competencias impropias. Los ladridos de la perrera nos mantendrán despiertos hasta la madrugada. Pronto sabremos por quién ladran esos perros sin amo.

 

Cada día que pasa no dejamos de oír esos ladrares: hubo una rebatiña y en las arcas del Ayuntamiento solo quedaron migajas. Como ponerse la venda antes de la herida, y así cualquier mendrugo será de trigo y milagrero.

“Al burlar llame frustrar, a riesgo de arrebatiña de barberos”.

 

El grupo ‘Mixticius’ en su ‘manifiesto teatral’, paroxismo de  Piscator y Brech y de las mascaradas de ‘Els Joglars y ‘Bread and Puppet’, se declara partidario de suprimir el ‘distanciamiento’, la palomita simbólica. Eso los separa completamente de su personaje y del público, por eso las risas. Cuando representan a Alfonso IX les aparece Alfonso VIII. Nunca serán como pretenden el mismo Alfonso, pues a fuer de repetirse ni siquiera serán el otro, tan medievales de disfraz.

“Mesticia suena mejor que tristeza”.

 

Tras las propuestas de Vilar y Grotowski, lo mejor será dejar que las presentaciones de los actos culturales las realicen los interfectos. Algo tan natural que no se aprecie el balbuceo, con una escenografía pobre que dinamite el escenario. Lo mismo podría hacerse con las ruedas de prensa, sobre tantas sin contenido.

“Para decir caldo sustancioso o sopa, dígase licor quiditativo”.

 

De Amaral se ha dicho en ‘redes’ que ha caído en competencias impropias, tan abajo. Por eso le ladrarán los perros. Otrosí sus pechos son una lindeza significativa, no admiten comparación ni palomitas con los torsos masculinos. Significan en esta circunstancia la oposición a la censura que han sufrido ciertos espectáculos desde ayuntamientos regidos por el PP y VOX. No creo que como reivindicación igualitaria tenga gran valor, a pesar de tantos titulares periodísticos.

En la predela del primer cuerpo del retablo de Becerra, en la Catedral de Astorga, se representa la Caridad con pechos abundosos, han desaparecido las baladoras cabras y los aterraddores mastines. Un niño, más bien un sátiro, come de tanta abundancia. Lo propio sería ponerle un paño que la adecente.

 

Imposible tapar los gritos del mercado nuestro de cada martes, sin que hubiera desde ahora fiestas de guardar. Las sospechas se tornan evidencias, las migas peces y el ‘Bien Común’ se interpreta al gusto de quién lo ordeña. Los juicios de intenciones resultan cuanto menos arriesgados.

 

Mientras tanto el bosque de Birnam comienza su desplazamiento hacia Dunsinane, según la profecía de las brujas de Macbeth. Las mesas de palo santo de las terrazas han comenzado su andadura lentamente al asedio de la Plaza Mayor. “La vida no es más que un movimiento de ‘sombrillas’…Una historia dicha por un idiota, llena de sonidos y de furia, pero que no significa nada”. Y ahora ese bosque se despliega ante los portones de la ‘Casa Consistorial’ de Astorga.

“Al ruido llamar estrépito, a la hoguera pira”.