F: LA FAMILIA ADOPTIVA

Adoptivo

La familia adoptiva se constituye por el encuentro entre dos carencias y por ello de dos esperanzas, la de los padres y la del hijo. Los padres adoptivos se encuentran en el devenir de su historia con la falta, con la imposibilidad de no poder o no querer concebir un hijo fruto del amor con la pareja. Por otro lado, el hijo se ha encontrado con el abandono de sus padres, que no pudieron sostener el deseo por él.

Este encuentro sólo es posible si los padres adoptivos han podido elaborar la pérdida del hijo biológico que habían imaginado, como deseo de continuidad y transcendencia de sí mismos. La herencia biológica implica significados psíquicos a los progenitores de continuidad de la especie, de herencia fisiológica conocida, de conocimiento de las posibles enfermedades o salud genética, de parecidos físicos…; que no se van a vivir con el hijo adoptado. En la paternidad biológica deseada, el hijo vive una continuidad emocional con los mismos padres, hay una historia evolutiva sin fisuras ni ruptura de vínculos, no hay abandono. Los padres adoptivos tienen que enfrentarse a otro significantes opuestos derivados DEL DESCONOCIMIENTO, el hijo que llega a la familia supone el desconocimiento de sus orígenes, (otros padres, posiblemente otro país, otra cultura, otros genes, otros hábitos y la herida de haber experimentado el abandono de su familia y sus consecuencias…).

La paternidad adoptiva debe tomar consciencia del desconocimiento y de los vacíos que suponen el no haber compartido entre padres e hijo una historia común desde el nacimiento y preguntarse ¿cómo crear un vínculo de pertenencia entre ellos?, ¿cómo enfrentarse al reto de aceptar y desear a este niño-a que llega a sus vidas?, ¿cómo aceptar y amar los significantes que implican su origen biológico? Estas son las preguntas que deben responderse los padres adoptivos para encaminarse hacia una adecuada integración familiar.

El éxito en la familia adoptiva no depende esencialmente de la integración de los hábitos y costumbres diferentes, ni de la adquisición del lenguaje, ni de la adaptación a la familia, o la escuela del hijo, sino de la adecuada construcción de la identidad con una buena autoestima. Los padres deben tener actitudes de respeto y empatía, preguntándose acerca del hijo: ¿de dónde viene?, ¿quién es?, ¿qué siente?, ¿qué desea?, respetando su dolor por la pérdida de sus padres, de su familia, de su país, de su lenguaje… lo que permitirá ir creando vínculos de apego seguros en la familia. Respetar su historia, amar su pasado, integrar su subjetividad, amarle y desearle con sus carencias, con sus dificultades, será el camino para la creación de vínculos de apego seguros y poder caminar hacia adelante construyendo juntos la inauguración de un nuevo lugar, que transitará de HIJO ABANDONADO a HIJO DESEADO.

Solo la adecuada elaboración por parte de los padres adoptivos de “lo que no pudo ser”, ayudará a establecer un vínculo paterno filial consciente y seguro, que garantizará la adecuada y subjetiva integración familiar adoptiva.

María Elena Almaraz. Psicóloga clínica

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