Aguijonazo al Tour

TOUR DE FRANCIA

Aguijonazo al Tour

Aguijonazo al Tour

FOTO CEDIDA POR L'EQUIPE

Nos sentamos en la butaca para ver Vacaciones en el Mar y nos encontramos con que proyectaban Viernes 13 y Psicosis. Sesión doble. Esperábamos una semana de relax, pendientes de Beloki, de alguna escapadita, sin grandes emociones. Pues bien, pónganse firmes porque esto puede acabar como Puerto Urraco.

Antes de empezar la etapa (eterna, por cierto) el pelotón ya andaba revuelto. Leblanc, patrón de la carrera, había comentado en un periódico dominical que la sombra del dopaje siempre acompañaría a Armstrong, "un ciclista poco querido". Se sumaba, de esta forma, a todos aquellos que no perdonan al americano por haber tenido cáncer. "Algo habrá tomado para curarse", dicen. Pues sí señores, ha tomado quimioterapia, perdió el pelo y un testículo. El cáncer da alas.

Lo más sangrante (vuelvo a Viernes 13) es que las dudas provienen del dueño de la carrera, el cruzado contra la droga, el mismo que apabulla a los ciclistas con mil controles. Pobre, no encuentra nada. Ni siquiera un francés que gane el Tour.

Antes de que se diera la salida, Leblanc (esta vez en el papel de Norman Bates) prohibió a Jonathan Vaughters tomar cortisona para tratarse la picadura de una avispa en un ojo. La cortisona da positivo. También debería dar el vino de Burdeos. El estadounidense del Credit Agricole tuvo que retirarse de la carrera en el kilómetro 12. Curiosamente, Leblanc viajaba en su coche con la vengadora ministra Buffet, quizá abandonada en su juventud por un apuesto ciclista.

Volvamos al deporte, porque para contribuir a la salud de los esforzados de la ruta, Leblanc programó una etapa de 232,5 kilómetros. Casi de inicio se formó una escapada de 25 hombres entre los que estaba Javier Pascual Rodríguez, del ibanesto.com, único español en la fuga. Mal vamos. Kelme y ONCE, muy picados en la lucha por equipos, también metieron cada uno a un corredor: Jaksche y Cárdenas. Pero allí éramos como una banda de jazz en una reunión del Ku-Klux-Klan.

Verbrugghe, que lo lleva intentando todo el Tour, se hizo con la victoria. Los escapados llegaron con 15 minutos y Boogerd se puso octavo de la general, retrasando en un puesto a Botero (Kelme) y Serrano (ONCE), que vieron cómo sus directores no se ponían de acuerdo para tirar. Demos gracias que Kivilev, el muy pardillo, no se había metido en la fuga.