El comedor: lugar de expresión y función

Las casas poblanas son documentos visuales de la diversidad y riqueza de la arquitectura de la ciudad, y en lo particular, funcionan como el espacio donde sus habitantes sitúan su vida para crear un hogar, núcleo de la vida social.

De las diferentes habitaciones de la casa, el comedor era el lugar destinado a la socialización, por lo que era una habitación grande que recibía luz natural proveniente del patio o de la calle.

Sus paredes se tapizaban o se pintaban, a algunas se les ponían cenefas de colores como adorno y se decoraban con marcos que tuvieran escenas de caza o bodegones. El alumbrado artificial provenía de lámparas o candiles.

Su mobiliario podía ser de estilo europeo o americano, y estaba compuesto por un aparador (para el lucimiento de las vajillas y la cristalería), un trinchador (para trinchar la carne), el bufet (para el servicio del café y el postre), la mesa (con varias extensiones) y por último y las sillas que se utilizaban en la sala cuando se recibían visitas.

En muchos de estos comedores, los relojes de pie o de pared eran imprescindibles.

Inicialmente se dijo que los juegos de comedor podían ser de estilo europeo o americano, más con el paso de los años, los estilos fueron diversificándose hacia muebles tipo art deco, español, americano años cincuenta o modernista.

También cambió el menaje de mesa, que podía responder a gustos y modas, o, a posibilidades económicas.

Así, la mesa podía ser un lienzo en blanco para todo tipo de montajes, ya fueran muy lujosos o muy sencillos, siendo los manteles y las vajillas los protagonistas.

Para algunas personas, el comedor era el lugar favorito para hacerse un retrato, ya que su espacio y mobiliario les daba fondo y forma.

Esta fotografía representa un comedor de tipo español. En el aparador se exhibe la vajilla. La mesa está adornada con un mantel tejido a gancho, un florero de cerámica con nardos de penetrante olor, un frutero de vidrio con flores y vajilla de cerámica.

El comedor anterior ahora cambia en la época decembrina. Vemos paxtle y campana en la lámpara y ornamentos en la pared. En la mesa están los platos y cubiertos, los fruteros ovalados y calados con frutas, la cacerola de aluminio con guiso, platones con verduras y pan.

Esta mesa, si bien es diferente a la anterior, posee algunos elementos en común: el paxtle en la lampara y la mesa, un elemento tradicional de adorno en las casas. Sobre la mesa, los servicios con los platos, los vasos y las servilletas dentro del aro. También, la clásica cerveza Nochebuena, producida y comercializada solo para la temporada decembrina.

Los comedores han sido también lugares de encuentro con la familia. Aquí se encuentran tres generaciones de mujeres posando, quienes fijamente miran a la cámara. En la cuidada composición, les colocaron flores al frente. Al fondo, la vitrina exhibe la vajilla y cristalería.

En esta fotografía vemos un comedor estilo art decó con trinchador, bufet, mesa y sillas. En la mesa vemos un mantel esquinado, una jarra y vasos. Los personajes miran atentos al fotógrafo.

En el comedor también podemos descubrir los cambios de época. En este comedor de los años cincuenta, la mesa y las sillas tienen una estructura de tubo cromado. Mientras la mesa está cubierta de formica, las sillas están forradas con tapiz plastificado.

La decoración clásica de este comedor (paredes tapizadas, candil que pende del techo, reloj de pie, cuadro de la Última Cena y tapete en el piso), da muestra de que estos elementos estaban vigentes en su época. Hoy en día prevalecen como testimonio de las tradiciones que se vivían en el comedor.