Guache o identidad social

Por Yessika María Rengifo Castillo:

Merecer la vida no es callar y consentir tantas injusticias repetidas… Es una virtud, es dignidad y es la actitud de identidad más definida.

Eladia Blázquez [1]

El concepto guache ha sido usado con múltiples significados en Hispanoamérica. En el caso de Colombia, es la descalificación del comportamiento de hombres agresivos o de bajo estrato social. Recordemos que los campos sociales, culturales, económicos y políticos han determinado los comportamientos lingüísticos de un territorio, variantes que llevan hablar de variaciones sociales del habla. Es decir que las variaciones en la lengua no sólo se establecen por el lugar de origen como lo menciona la dialectologia, sino que los factores socioculturales también son esenciales.   

No obstante, antes de la llegada de los españoles los chichas del altiplano Cundiboyacense de Colombia establecieron la palabra guache para referirse a un señor. Sin embargo, la imposición de las costumbres conquistadoras posicionó un descalificativo de la misma, a tal punto que hoy en día es hablar de un villano.

Pero todo esto, más que un recorrido por la lengua, logra evidenciar los sucesos históricos que acompañan al país a través de los murales de un guache, un señor; sí, el artista visual y muralista colombiano que aborda su corriente artística combinando elementos como el muralismo tradicional con el graffiti y las expresiones contemporáneas de diseño: Oscar González, Guache, ha logrado adornar sucesos que arrugan el corazón de los colombianos, pero que la memoria jamás olvida.

De esa forma se construye una identidad social como manifestaciones emergentes locales y nacionales desde el arte del mural, una identidad social como la pertenencia de un grupo de individuos que se asocia para compartir o establecer unos ideales críticos y constructivos; o en palabras de Tajfel y Turner (1986: 89):

La gente tiene tendencia innata categorizarse a sí misma en grupos excluyentes construyendo una parte de su identidad sobre la base de su membresía en ese grupo y forzando fronteras excluyentes con otros grupos ajenos a los suyos.

Tajfel y Turner (1986: 89)

Es así como el mural que es una forma de arte muy antigua que acompañado de eventos históricos de otros continentes tuvo relevancia en el siglo XX a partir del movimiento artístico del muralismo de carácter indígena, tras la Revolución mexicana de 1910, representando una realidad social mexicana con autores como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.

Lo anterior indica que la pintura fue considerada como el arte oficial de la revolución. Adviértase, pues, que tuvo un impacto social y político al ser parte del sindicato de pintores, como lo establecen Honour y Fleming (1987: 167), así: 

Sindicato de Pintores y Escultores, fue dedicado a la raza indígena, humillada durante siglos, a los soldados que lucharon en pro de las reivindicaciones populares; a los obreros y los campesinos, y a los intelectuales no pertenecientes a la burguesía.

Honour y Fleming (1987: 167)

Todo esto indica que el arte mural es una herramienta de reivindicación de los sectores más ultrajados de la historia. Finalmente, cuando recorra algunas ciudades de Colombia o el mundo y vea algunos hechos de su historia en la pared acompañados de la firma “Guache”, no olvide que fue del Guache del que le he hablado.


Referentes bibliográficos

  • Marín Leoez, J. M. Gente decente. La élite rectora de la capital 1797-1803. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia, 2008.
  • Tajfel, H. y J. Turner. “The social identity theory of intergroup behaviour”. En Worchel, S. y W. G. Austin (eds.). Psychology of intergroup relations. Chicago: Nelson-Hall, 1986.
  • Honour, H. y J. Fleming. Historia del Arte. Editorial Reverté, S.A, 1987.

[1] Pianista, compositora, autora y cantante argentina.

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