Almecino: todo lo que debes saber

Almecino: todo lo que debes saber

El almecino (Celtis occidentalis) o también conocido como almez, latonero o lodoño; es un árbol frutal de hoja caduca comúnmente utilizado para dar sombra. Se establece fácilmente y crece bien en paisajes urbanos debido a su amplia adaptabilidad al suelo y su tolerancia al calor, la sequía, el viento, la contaminación, el hielo y las inundaciones a corto plazo.

Este árbol a menudo pasa desapercibido, pero su capacidad para atraer una variedad de vida silvestre lo convierte en el árbol perfecto para ayudar a crear un ecosistema diverso en un patio trasero. Además, produce una deliciosa y dulce baya llamada almeza que es atractiva para humanos y muchas especies de aves.

Las propiedades y beneficios del almecino son muy variadas, se ha utilizado tradicionalmente para muchos fines medicinales y alimentarios. La corteza se usa para regular los ciclos menstruales, los resfriados y los dolores de garganta. El fruto se considera muy efectivo por sus propiedades lenitivas y estomacales. Las hojas son efectivas para tratar cólicos, diarrea y úlceras pépticas.

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Características del almecino

Este árbol tiene una corteza corchosa de color gris claro distintiva y la hoja del almecino es delicada de color verde claro que se asemeja a las del olmo americano. Este árbol alcanza una altura promedio de 12 metros y un ancho de 8 metros aproximadamente. En primavera aparecen pequeñas flores masculinas y femeninas de color glauco.

El fruto del almecino tiene un sabor delicado parecido al de los dátiles y maduran a un color negro púrpura a principios del otoño y persisten en el árbol durante todo el invierno. Con su denso sistema de ramificación vertical y su corona redondeada y extendida, el dosel del almez es comúnmente comparado con el cabello de Einstein.

Cómo se cultiva el almecino

El sol directo o parcial le va muy bien al almecino, aunque también tolera diferentes condiciones climáticas. Las mejores propiedades para cultivar este tipo de árbol son en suelos franco-arenosos a arcillosos ricos en nutrientes, con un pH de 6.6 a 8.0. Tiene bajos requisitos de agua y es altamente tolerante a la sal y los suelos alcalinos, lo que le permite crecer en casi cualquier lugar.

La reproducción del almecino es tanto por semillas como por esquejes, injertados en el sotobosque de plántulas, o se pueden enraizar. Para obtener mejores resultados, es recomendable cultivas los esquejes en un invernadero en condiciones húmedas. Una de las limitaciones en su cultivo es su sensibilidad a ser trasplantado en otoño. El almecino debe plantarse en la primavera si es posible.

Plagas y enfermedades

El árbol frutal almecino es atacado frecuentemente por plagas como los psílidos del almez, estos son insectos saltadores que causan daños ornamentales en el árbol. Otras plagas bastante molestas son los áfidos, los revoltones y las orugas de las carpas forestales, los cuales pueden causar defoliación. La mejor forma de controlar estas plagas es a través un bactericida biológico.

Dentro de las enfermedades poco controlables que pueden afectar al almecino está la “escoba de bruja”, esto es una combinación de mildiu polvoriento y un tipo de ácaro diminuto que conduce al desarrollo de rosetas de ramitas parecidas a escobas en brotes. El almez también es susceptible al hongo de la mancha foliar, que puede controlarse con un fungicida para las hojas.