Santo Tomás de Aquino
( 1225 - 1274 )
Teología
Medioevo

En contexto

Tomás de Aquino nació en una Europa que sufría invasiones, guerras y, sobre todo, en el tiempo de las Cruzadas para recuperar Tierra Santa. Esta región geográfica se caracterizó porque algún día fue el Imperio Romano y, en tiempos de Aquino, eran territorios divididos e independientes. En el periodo de la Edad Media, abundó la desigualdad de clases, siendo los ricos, muy ricos y los pobres, muy pobres.

Santo Tomás nació en Aquino, en el reino de Nápoles, en el año 1225, dentro del castillo de Roccasecca que pertenecía a su padre Landolfo, quien era caballero; su madre, Teodora, era condesa de Teathe. Su familia contaba con una muy buena solvencia económica, lo cual influyó en su perspectiva del mundo.

Desde muy pequeño comenzó sus estudios, con tan solo cinco años, ingresó como oblato1 en el monasterio benedictino de Montecassino para hacer sus primeros estudios (Arteguías, 2012). En 1239, el monasterio fue ocupado tropas del emperador, así que Santo Tomás, que contaba con catorce años, fue enviado al monasterio benedictino de San Demetrio en Nápoles, con el objetivo de su familia, de que entrará a la orden de los benedictinos. Sin embargo, durante esta época conoció a algunos frailes dominicos, por lo cual se decantó por la vocación dominica. Así, a principios de 1244, ingresó en la Orden de Santo Domingo, en la cual el estudio constituía un papel fundamental, se convertía en una obligación, en un elemento integrante de la vida religiosa (Arteguías, 2012).

Sin embargo, la decisión de pertenecer a la orden dominica no fue de gusto para su familia por lo cual fue recluido por sus hermanos y su madre, durante casi año y medio, logrando únicamente que la vocación dominica de Santo Tomás, se reafirmarse. Una vez libre, en 1246, continuó sus estudios en la facultad de Artes de la Universidad de París y empezó los de Teología en el convento de Saint-Jacques.

En 1274 fue convocado por el papa Gregorio X al Concilio ecuménico de Lyon, sin embargo, fallece en el camino a dicho evento, el 7 de marzo en la abadía de Fossanova (Ferrater, 1951).

1 Laico que está vinculado a un monasterio benedictino y que se compromete a seguir en su vida la espiritualidad de la regla de san Benito (Oxford Languages, s.f.).

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Contexto intelectual

Aquino fue influenciado fuertemente por Aristóteles, cuya obra había sido recientemente traducida al latín. Y, por supuesto, ejercen gran influencia en él, los grandes comentadores de Aristóteles como Avicena y Averroes.

Asimismo, la obra de San Agustín de Hipona, lo hizo profundizar en muchos dilemas teológico-filosóficos, por ejemplo, el problema del mal. De Santo Domingo adquirió una fuerte visión teológica y fue en quien se inspiró para poder continuar con su pensamiento, tanto que entró a la orden de los dominicos para poder estudiar y escribir sobre ellos.

Pensamiento y reflexiones en torno a la democracia

Summa Theologicae o Suma Teológica, es, probablemente la mayor obra de Aquino en la que planteó disertaciones filosóficas, políticas y teológicas enfocadas a la trascendencia del ser. En ella vemos los pros y contras que Santo Tomás señaló acerca de los distintos tipos de gobierno, siguiendo la línea planteada por Aristóteles, a la cuál añadió su pensamiento:

El equilibrio y realismo de la fórmula Tomista de la mejor forma de gobierno, que es la mixta o síntesis armónica de monarquía, aristocracia y democracia, en la que confluyen las ventajas de la monarquía para la unidad y continuidad, las de la aristocracia para la competencia del gobierno y las de la democracia para el ejercicio de la libertad y de la participación política de los ciudadanos (Arancibia, s.f.).

En la Prima Secundae, es donde analizó a mayor profundidad este tema, mencionando que el gobierno del pueblo es aquel que da lugar a los plebiscitos. Así, las formas de gobierno planteadas en la Suma Teológica, las podemos ver en la estructuración del gobierno, donde existe una distinción entre monarquía, aristocracia y democracia y mediante las cuales se establece formalmente, “según los valores que se ponen en mayor relieve en la organización política para el bien común, es decir, sentido de unidad, de virtud, de libertad y participación” (Arancibia, s.f.)

De acuerdo con Ferrater (1951), Santo Tomás refiere al Estado como una institución natural que debe promover y proteger el bien común, aunado a esto, resulta de suma importancia la noción la Iglesia como institución partícipe de la organización social:

La Iglesia es una institución que tiene fines sobrenaturales, de suerte que el Estado no debe subordinarse a la Iglesia como a un “Estado superior” pero sí subordinarse a ella en tanto que el orden natural está subordinado al orden sobrenatural y en tanto también que el orden sobrenatural perfecciona el orden natural (p. 810).

De este modo, es posible observar en Santo Tomás la relación entre sociedad y el poder político como una reclamación de la naturaleza social del sujeto, comprendiendo que ambos proceden directamente de Dios. Para el Aquinate, tanto la autoridad pública como la comunidad política encuentran su fundamento en la naturaleza humana, la cual, a su vez, corresponde al orden previsto por Dios (Arancibia, s.f.).

Impacto de su pensamiento en la realidad

La aplicación del pensamiento político de Santo Tomás va más allá de su época y contexto histórico, pues no sólo buscó la teorización en temas eclesiásticos, sino que logro hacer indagaciones y establecer postulados como un verdadero filósofo, profundizando en una gran variedad de temas que, sin importar las condiciones bajo las cuales fueron estudiados, nos de gran validez para el mundo actual; además de ser un punto de referencia clave para los teóricos posteriores a él.

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