Los rebeldes del abadiado

Ambientalistas de Loporzano, las mujeres de Angüés y los independientes de Blecua-Torres de Monte instauran en la comarca histórica de la Abadía de Montearagón una primavera municipalista que, en el primer caso, enlaza la lucha contra la ganadería intensiva con las que históricamente han mantenido contra los pantanos otras pequeñas poblaciones como Biscarrués o Artieda

Cabrero
Loporzano. Foto: CC.

La primavera municipalista brota con fuerza en la comarca histórica del antiguo abadiado de Montearagón, donde tres municipios separados por apenas una veintena de kilómetros, Angüés, Loporzano y Blecua-Torres, tienen alcaldes que encabezaban listas independientes, agrupaciones de electores, algo nada habitual en el mundo rural aragonés, donde apenas treinta candidaturas ajenas a los partidos tradicionales y las confluencias estables obtuvieron concejales el 26 de mayo en otros tantos de los 731 consistorios de Aragón; ni siquiera en uno de cada veinte.

Ocho de esas listas lograron mayorías absolutas el 26-M. Ocurrió en Gelsa, Ambel y Mallén, en las comarcas de Zaragoza; en Allepuz y El Pobo en el sur de Aragón; y, en el Alto Aragón, en Albelda, Angüés y Blecua-Torres, municipios a cuyos alcaldes independientes se unió en la sesión de investidura del 15 de junio Roberto Malumbres, cabeza de lista de Loporvenir en Loporzano, a quien los ediles de PSOE (1) y Par (1) dieron su apoyo para desbancar a Jesús Escario, del PP (3) y que llevaba ocho años en el cargo.

Los tres últimos equipos están comenzando a mantener contactos para coordinar su trabajo. “Nos estamos apoyando. Tenemos la sensación de no pedir nada a ningún partido, sino de trabajar entre iguales”, explica María de Marco, concejal de MPMA, Mujeres por el Municipio de Angüés, cuya victoria en las municipales se convirtió en noticia de ámbito estatal al tratarse de una candidatura íntegramente formada por mujeres.

“Ha sido casualidad” ese brote de listas independientes en la comarca de A Plana, señala De Marco, que indica que, sin embargo, “ahora estamos todos en contacto. Hay acciones que queremos hacer de manera conjunta, para tener más fuerza”. En su lista, y en el equipo de gobierno de Angüés, hay más afinidad personal que ideológica. “Hay gente de todas las tendencias. Para nosotras no tiene sentido encorsetarnos en un partido político -dice-. Lo mejor es la diversidad: te abre la mente”.

“Llegamos todos con una filosofía similar”

En la lista de Loporvenir de Loporzano sí había afinidades previas. Todos sus miembros habían formado parte de la asociación de vecinos Loporzano Vivo y/o de la plataforma Loporzano SIN Ganadería Intensiva, aunque finalmente solo dos de ellos, Malumbres y el exdiputado de Equo por Altoaragón en Común, Jorge Luis, entraron en el consistorio.

“La idea de entrar en el ayuntamiento se fue forjando por el descontento que había con el anterior equipo de gobierno”, explica Malumbres, quien, además de marcarse como reto “gobernar para todo el mundo”, apuesta por la coordinación de esas listas. “Queremos ponernos en contacto con las otras agrupaciones, llegamos todos con una filosofía similar”, señala.

En su caso, a contenidos como la transparencia se les suma el ambientalismo y el rechazo a la ganadería industrial y a la desmesurada expansión del porcino, que está comenzando a provocar graves efectos ambientales en toda la cuenca del Ebro, donde dos de cada tres granjas contaminan los acuíferos de sus alrededores.

El nuevo equipo de gobierno de Loporzano, una de las ‘capitales’ estatales de esa lucha, está preparando dos medidas en ese ámbito. La primera, urgente, va a ser una moratoria para la instalación de nuevas granjas en el término municipal. La segunda, modificar el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) para recuperar los tres kilómetros de distancia mínima a núcleos habitados que en su día había impulsado el Par y que fue recortada a uno durante el mandato de Escario.

Medidas de ese tipo, apoyadas por PSOE y Par en este caso, vinculan al pequeño municipio de La Hoya con otro cercano como Biscarrués, donde José María Giménez ha relevado al histórico Pepe Torralba (ambos de Cha) tras siete legislaturas al frente del ayuntamiento y de la oposición al proyecto del pantano del Galligo, y con Artieda, la otra ‘aldea gala’ del prepirineo por su lucha contra el recrecimiento de Yesa, donde Luis Solana, también de Chunta, repite como alcalde.

Sin cobertura, sin agua a veces y sin falta de purines

“En el pueblo había muchas sensibilidades, y la sensación de que con los partidos tradicionales no había muchas opciones de sacar adelante las posibilidades de desarrollo del pueblo”, que en los últimos años se había centrado en aprovechar el plan de restitución del embalse de Montearagón y en la implantación de granjas de porcino, explica Jorge Luis.

En ese ámbito, en el que una de las bazas es el desarrollo del turismo rural, el municipio, integrado por quince núcleos habitados, tiene un amplio margen de mejora: iglesias que se caen, como la de Barluenga, zonas sin cobertura de móvil, escasez de agroindustria más allá de algunos molinos de aceite y problemas de suministro de agua cuando aumenta el consumo, como ocurre ahora con el llenado de piscinas y la intensificación de los riegos en los pueblos situados aguas abajo de la tubería de abastecimiento que va del pantano de Vadiello a la ciudad de Uesca. “Nos quedamos sin agua porque no hay presión”, señala Luis. Tampoco el municipio cuenta con una concesión.

También tienen un flanco abierto en la regularización de la plaza que hace unos años habilitó el ayuntamiento sobre un solar propiedad del Gobierno español, que fue urbanizado, hormigonado y equipado con mobiliario. “Hay que hacer que pase al ayuntamiento; si no, estás ocupando un espacio que no es de titularidad municipal”, anota.

Los concejales de Loporvenir han comenzado por un mapeo de las necesidades del municipio y de sus quince núcleos. “Estamos haciendo un trabajo de campo, de contacto con los vecinos, a los que visitamos acompañados por los alguaciles. Se trata de verlo todo, de conocer las necesidades básicas”, explica Malumbres, que añade que, “todo el mundo quiere que todo funcione, y para eso está el ayuntamiento; para intentarlo”.

También en Angüés han comenzado a tomar medidas, como las peticiones al Ministerio de Fomento y al Gobierno de Aragón para instalar reductores de velocidad en la travesía de la N-240, liberada de tráfico pero no de sustos por la autovía Uesca-Lleida, y en la A-1228, la carretera de Casbas, o como la habilitación de una nueva zona verde en el principal de los tres núcleos que, junto con Bespén y Velillas, forman el municipio.

El precedente: la movilización del comedor escolar en Siétamo

La primavera municipalista del Abadiado tuvo un precedente hace cuatro años en Siétamo, donde Vicente Crespo llegó a la alcaldía como cabeza de la lista más votada tras una inusual movilización de los padres y madres de alumnos de la escuela local.

“Nos dijeron que iban a subirnos las tasas del comedor, que es municipal, y no nos pareció bien cuando se trata de un servicio de este tipo. Cuando preguntamos, en el ayuntamiento nos explicaron que este no podía cubrir ni un euro más de desajuste. Entonces pedimos información sobre la situación financiera del consistorio y, al verla, nos animamos a organizar la agrupación de electores”, explica Crespo, que añade que “en realidad, nos enteramos de la situación real cuando ya estábamos dentro. Si lo hubiéramos sabido antes igual no habríamos entrado”.

La Agrupación de Electores Guatizalema obtuvo tres de los siete concejales por dos del PP, que gobernaba hasta entonces, y otros tantos del Par mientras el PSOE salía del pleno. “Nosotros no entramos por haberlo hecho bien, sino por lo mal que lo habían hecho otros”, señala.

Cuatro años después, y pese al bloqueo de proyectos como la habilitación de un geriátrico con centro de día en el antiguo cuartel de la Guardia Civil o la construcción de una balsa de agua que contaba con el aval de la DGA, el balance no es malo: los independientes, ahora bajo las siglas del PSOE, sacaron el 26 de mayo cinco de los siete concejales mientras PP y Par perdían uno cada uno.

“La intención es seguir trabajando igual”, indica Crespo, para quien “los cuatro años como independientes han sido muy duros. Hay ventajas, pero está muy solo, cuesta mucho sacar algo de la Diputación Provincial o del Gobierno de Aragón”.

Los nuevos equipos de gobierno de Angües (367 vecinos), Loporzano (522) y Blecua-Torres (183), que suman apenas un millar de habitantes, poco más de 1.300 con Biscarrués (189) y con Artieda (73), son conscientes de esas dificultades. De hecho, esa es una de las razones por las que quieren coordinar sus esfuerzos para impulsar una nueva forma de construir la política local en el Abadiado, las tierras por las que hace casi mil años los montañeses del viejo reino comenzaron a expandirse por los llanos con Sancho Ramírez al frente.

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