Temas y bestiario de los canecillos y capiteles románicos de San Martín de Elines

Fachada sur de la colegiata que muestra, de izquierda a derecha, la nave con sus canecillos, la torre con el cimborrio detrás, el presbiterio y el ábside (Foto: A. Lucio)

Hoy me gustaría destacar la belleza y el encanto que tienen los canecillos y capiteles románicos de la colegiata de San Martín de Elines, cuyas expresivas figuras y escenas, incluido un maravilloso bestiario medieval, son poco conocidas porque están muy altas (a partir de ocho metros) o porque pasan fácilmente desapercibidas en zonas poco iluminadas de la iglesia.

Buena parte de esos canecillos y algunos capiteles contienen imágenes de monstruos y seres mitológicos que están inspiradas en el bestiario greco-romano, junto a otras recreaciones fantásticas más típicas de la Edad Media. Por su enorme singularidad y valor artístico, este bestiario es uno de los mayores atractivos visuales del templo que, sin embargo, por las razones mencionadas, no siempre se puede apreciar con claridad. Este reportaje fotográfico pretende salvar esos obstáculos de la distancia y la oscuridad.

Arcos de herradura visigodos existentes en el exterior del muro norte del claustro correspondientes a la iglesia del primer monasterio de Elines. Normalmente no es visitable por dar al cementerio (Foto: A. Lucio)

La colegiata de San Martín de Elines, situada en el valle cántabro de Valderredible, se caracteriza por conservarse prácticamente intacta de como fue construida en el siglo XII; por sus grandes dimensiones, tener la única torre cilíndrica de la comunidad autónoma y rasgos comunes con el románico castellano que nació con el Camino de Santiago, como por ejemplo San Martín de Frómista, en la limítrofe provincia de Palencia, cuyas dos torres también son redondas.

La austera belleza del edificio, propia de esta genuina arquitectura románica, se ve adornada por decenas de capiteles y canecillos que, en el siglo XII, cuando fue construida, tenían una misión didáctica, para adoctrinar a unos hombres y mujeres analfabetos, muchos de ellos siervos de los señores y monasterios feudales. Además de estos bellos elementos escultóricos integrados en la estructura arquitectónica del edificio, San Martín tuvo pinturas murales románicas en parte de la bóveda y los muros del ábside, tal y como dan testimonio dos fragmentos de fresco que aún se conservan en el lado derecho de la arcada superior del ábside.

Estos frescos, la única muestra de pintura románica que queda en Cantabria, representan a dos probables apóstoles. Los mismos guardan cierta similitud con los frescos románicos catalanes de Santa María de Taüll, cerca del Pirineo de Lleida.

La iglesia era el edificio principal de un monasterio benedictino que fue construido sobre las ruinas de otro mozárabe del siglo X, según un documento del monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos), fechado en 1102, que da cuenta del estado ruinoso en que se encontraba el primitivo cenobio de Elines. Los distintos expertos coinciden en que la iglesia que ha perdurado hasta la actualidad debió construirse en las primeras décadas del siglo XII.

Pese a su enorme singularidad y valor artístico, el bestiario de los canecillos y capiteles de San Martín es uno de sus atractivos menos conocidos

En la actualidad, solo queda del viejo monasterio mozárabe un arco y medio de herradura de estilo visogótico en la pared que separa el claustro del cementerio, dos pequeñas ventanas aspilleras con arcos de herradura claramente mozárabes en el muro norte del claustro y un relieve en la fachada sur del templo, en la parte del presbiterio, que muestra un animal fantástico, un grifo con cuerpo de león, alas y cabeza de águila, en una vid con una perdiz a su lado que está picoteando un racimo de uvas.

Grifo en una vid, relieve situado en la fachada sur del presbiterio (Foto: A. Lucio)

En el Archivo Histórico de la Catedral de Burgos se puede consultar una carta de Alfonso VIII de Castilla, el rey vencedor de las Navas de Tolosa (1212), por la que dona varias villas a Pedro Martínez, Abati de Nelines, en el año 1165. Este abad fue muy probablemente el mismo cuyo nombre figura en una tapa de sarcófago depositada en el claustro, donde se pide orar por un «ABBAS PETRVS» fallecido en 1183.

El edificio es casi dos metros más alto por dentro de lo que se ve desde el exterior debido a que las fachadas sur y este están un poco enterradas por la acumulación de tierra en estos últimos 900 años.

Cara este del templo, con el ábside en primer plano (Foto: A. Lucio)

La colegiata de San Martín de Elines consta de una nave con canecillos en el muro sur; cimborrio con canecillos en los aleros este y norte; un presbiterio y un ábside, ambos con canecillos en el exterior y capiteles tanto en el exterior como en el interior del templo. Además, cuenta con la torre de planta redonda adosada al lado sur del cimborrio, rematada por un campanario muy posterior, según algunas fuentes del siglo XVI o XVII; un claustro del siglo XVI y el camposanto del pueblo, en cuya capilla queda, en muy mal estado, un fresco gótico que representa un Calvario.

Los diferentes capiteles y canecillos que se muestran en esta entrada son sólo los que se conservan en buen estado o casi. La información pretende ser exclusivamente descriptiva, de modo que sitúe a cada elemento en su sitio y poco más. Dejo las interpretaciones y simbolismos a los expertos en la materia. Para identificar el objeto o la forma de los diferentes elementos escultóricos me ha servido de gran ayuda el artículo que en su día dedicó a San Martín de Elines el gran experto en el románico de Cantabria, ya fallecido y enterrado en el valle de Valderredible, Miguel Ángel García Guinea.

Este artículo consta de dos series de imágenes: los canecillos y capiteles del exterior de la colegiata, que como era norma eclesiástica tienen temas más populares o profanos, y los capiteles interiores, de carácter más sagrado. Los elementos fotografiados siguen el orden de su emplazamiento, siempre de izquierda a derecha.

Primera parte – Canecillos y capiteles exteriores

Dos monstruos devoran a una mujer y un hombre. En la fachada norte del presbiterio (Foto: A. Lucio)

Canecillos de la fachada sur de la nave

San Martín tiene un total de 85 canecillos entre la fachada sur de la nave, la norte y este del cimborrio, el presbiterio y el ábside. La siguiente galería muestra a 19 de los 27 canecillos de la nave, ya que el resto están incompletos o muy deteriorados.


Canecillos del cimborrio

El cimborrio es la torre central que sustenta la cúpula; cuenta con canecillos en su lado norte, muy desgastados por la situación geográfica, y en el lado este, más numerosos y mucho mejor conservados. Los canecillos del cimborrio son los más difíciles de observar por la gran altura a la que están y por esa misma razón las siguientes imágenes no son tan nítidas.


Canecillos del presbiterio y el ábside

Los canecillos de esta presentación siguen el orden de izquierda a derecha comenzando por la fachada sur del presbiterio (a la izquierda de la primera foto), siguiendo por el ábside y acabando en la fachada norte del presbiterio.


Capiteles exteriores

San Martín tiene diez capiteles en la fachada del ábside, en torno a las tres ventanas y sus arcos. Dos de ellos, situados en el lienzo noreste, conservan restos de policromía azul y amarilla.


Segunda parte – Capiteles interiores

La cúpula está sustentada por cuatro grandes columnas con capiteles en friso (Foto: A. Lucio)

Los grandes capiteles del cimborrio

El cimborrio que sostiene la cúpula de San Martín tiene cuatro grandes columnas con capiteles en friso que muestran escenas bíblicas como Daniel en el pozo de los leones, Sansón desquijarando al león, la matanza de los Santos Inocentes o la adoración de los Reyes Magos, entre otras. Cada capitel tiene dos temas, uno mirando al presbiterio y ábside (lado posterior), y el otro de cara a los bancos de los fieles (lado anterior).

Además, los arcos ciegos de descarga de los muros norte y sur del cimborrio tienen cuatro capiteles a menor altura.


Los capiteles de la doble arcada del ábside

El ábside de San Martín de Elines tiene una doble arcada, la inferior de cuatro arcos ciegos y la superior de cinco, tres de los cuales llevan ventanas. En la Guerra Civil de 1936-39 el templo fue utilizado como cocina y el retablo barroco del siglo XVIII que había fue echado al fuego por los soldados republicanos, dejando al descubierto los bellos arcos románicos que estaban detrás. No obstante, muchos capiteles están dañados o deteriorados por el paso del tiempo.


Más motivos para visitar San Martín

Vista de la colegiata, en el barrio de Arriba de San Martín de Elines, desde el somo de La Lora (Foto: A. Lucio)

Únicas pinturas románicas de Cantabria

La colegiata de San Martín posee los únicos restos de pintura al fresco románica que se conservan en la comunidad autónoma de Cantabria, son las imágenes de dos presuntos apóstoles que están en el extremo derecho de la arcada superior del ábside. Su estilo no se parece tanto a la pintura románica castellano-leonesa como a los frescos de Santa María de Taüll, en la Alta Ribagorza de Lleida, también del siglo XII.


El sepulcro del noble peregrino

Junto a la iglesia, la colegiata cuenta con un claustro que ya no es románico, sino renacentista del siglo XVI, donde hay interesantes muestras artísticas y de las que sobresale una capilla gótica con un sarcófago de 1231, probablemente correspondiente a un infante de Castilla que murió transitando por la ruta jacobea, ya que en el mismo hay una espada con una concha junto a la empuñadura.


En la elaboración de este post he contado con la ayuda de tres amigos de San Martín: Candi y Jesús, un apicultor que cosecha una miel exquisita, que me prestaron su valioso trípode para hacer bien las fotografías, y la guía de la colegiata, María, que compartió conmigo sus sorprendentes conocimientos sobre este templo, declarado monumento histórico-artístico nacional en 1931.

Detalle de la decoración mozárabe de la tapa de sarcófago románico situada en una sala aneja al claustro (Foto: A. Lucio)

Fotos: Autor

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Un comentario en “Temas y bestiario de los canecillos y capiteles románicos de San Martín de Elines

  1. Me parece un trabajo excelente conozco bien San Martín y su colegiata, los dos últimos veranos, por razones ajenas a mi voluntad, no he podido ir, pero la próxima vez lo veré con su artículo como guía. 0 le felicito.

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