Cuando lo absurdo rebaza la seriedad de la realidad… o viceversa

Condenarro

“La borrachera de racionalidad hiela los sentimientos y disminuye la inteligencia emocional, impidiendo analizar y comprender las conductas y opiniones que se desarrollan en el universo sentimental e instintivo”. (José Luis Rodríguez Jiménez)

Llegamos al segundo mes del año que “celebraremos” el proceso democrático más grande de la historia de México. Cada seis años es así. Cada seis años es más grande y más importante que el que termina y todos los anteriores. Y la realidad es que no sólo por el número de electores, sino porque en este proceso, con todo lo que ha significado el daño del EPN, las campañas y las acciones de todos los protagonistas, aquí no hay actores de reparto, ya todo lo repartieron, el elector está como el ratón, ya no quiere democracia, sino salir de su simulación.

En realidad no es preciso extendernos a todo el proceso, me refiero a toda la geografía nacional. ¡Vaya!, ni a todos los Estados dónde se eligirán gobernadores. Quedémonos en casa, en BCS y en Los Cabos. Al igual que yo, seguro estoy que mi es timado lector elector y contribuyente de este ya reconocido fraude democrático, el electoral lo hacemos efectivo hasta después del primer domingo de julio. Quién dice que no celebremos algún triunfo “parcial” que no parcelario, el mismo “4th of july”…

El ciudadano común, como usted y yo mi es timado colega elector, nos topamos diariamente a la disyuntiva de escuchar y/o leer lo que los líderes, funcionarios, candidatos y/o simpatizantes que buscan gobernar este paradisíaco versátil y de alto costo destino turístico, nos vemos en la penosa necesidad de estar alertas, como héroe -malo o bueno- de las películas “jodigulescas”, de balaceras espontáneas, sin persecuciones espectaculares, sólo persecuciones en el corredor, en algunas calles importantes, en algunas colonias “focos rojos”, a fin de no ser parte de las estadísticas colaterales de los “eventos aislados” entre los malos contra los violentos.

Trataré de contextualizar, sin llegar a grado tal como lo planteara el ejecutivo estatal hace poco más de un año, cuando reclamó le alzaran la voz; la política, así como la historia y la cultura es algo que hacemos todos y cada uno de los habitantes, sí, incluso los jóvenes y niños que no alcanzan la ciudadanía jurídicamente hablando -18 años de edad-, en el sentido de que todo lo que hacemos y lo que dejamos de hacer repercute de alguna manera en el diario convivir. Las protestas y/o aceptación, por omisión o sumisión, que se genera de la actuación oficial tendrá efectos en la calidad de vida social. La falta de identidad, de sentido de pertenencia, de arraigo al lugar que habitamos se refleja en el comportamiento general. Más cuando, como ya es común y por lo tanto socialmente inadvertido, lo obviamos. La apatía tiene efectos. En este punto me detengo y me pregunto: mimismo, ¿actuamos con racionalidad o con razonamiento?, ¿con ambos o con ninguno?

Mientras los pretensos y sus seguidores y/o simpatizantes, como guste mi es timado decirles, nos bombardean con lo que hemos llamado coloquialmente “guerra sucia”, en realidad, desde que tengo un uso racional de la razón, al revés, uso razonado de la racionalidad, no existe otro tipo de guerra, menos “político-electoral”, dónde todos apuestan a que pierda la oposición al partido que pertenezca cada uno, o alianza, no importa que esta cambie a media contienda. La ética en estas lides no tiene cabida. Y eso sí lo puede verificar cualesquier Notario Público. El gobierno federal, vía el poder legislativo nos bombardea con leyes guarras, como la de Seguridad Interior, la Nacional de Aguas, la de Biodiversidad y la cobijada en el Código Penal Federal, Ley Mordaza, que defiende el honor de quien no sabe a qué se refiere.

Al mismo tiempo un familiar de los Salinas Pliego, lanza la Ley de Biodiversidad que tendrá que pasar un minucioso no escrutinio en la Cámara Baja, para posteriormente irse a los Congresos de los Estados, quienes estarán muy ocupados en sus procesos electorales, en su lucha contra el crimen organizado, el oficial y el oficializado, se crea en la capital sudcaliforniana un grupo que defiende la minería, incluso proponen una Ley Estatal de Minería Responsable -“iniciativa ciudadana” que analizaremos la siguiente edición-, que de no suponer de parte de quién, no minaría mi sentido del humor, pues el común, por irracional que les pueda parecer, se basa en una ética heredada, valores inculcados y respeto al entorno, que razonadamente analizado, por añadidura, es la materia prima que vende destinos turísticos como el nuestro… aun.

Las redes sociales juegan su papel. No sabemos exactamente cuál es, pues unos las utilizan para la burla burda, para despotricar y señalar, para alabar, alagar, lisonjear y exaltar a quienes no han cumplido con un compromiso social cuando ya buscan otro… sin perder los beneficios de vivir en el presupuesto oficial… por supuesto a cargo del es timado contribuyente, sobraba más faltaba menos. Desde una pobre, irracional y desrazonada opinión, las redes sociales debiesen acercarnos como sociedad para beneficio mutuo y no para darle armas a quien dice gobernar.

La realidad sociopolítica de Los Cabos y de BCS rebasa los estándares de lo absurdo. De entre todos los candidatos, con sus no sé si realmente honrosas excepciones, han pasado por varias “instituciones partidistas”, también sufragadas por el es timado contribuyente, tal vez eso les de valor curricular, también, por ende, tienen experiencia en cobrar cheques quincenales, eso sí, una vez funcionario, es irrelevante el color del cheque.

La realidad del es timado contribuyente elector y sustento de todo esto que he estado tratando de explicarme y que espero, que no es pero, conste, mi estimado coelector tenga a bien decifrármelo en algún momento, tal vez en la fila de tesorería en lo que pagamos el predial, habrá tiempo más que suficiente, hasta para un taller de cómo pagar sin dormir en el intento, me declaro, éste 2018, listo para botar a todos los pretensos que no cuenten con propuestas viables… iluso yo, y eso sí, me sostengo, de milagro, como un simple es timado y pobre loco peligroso irreverente, irrelevante, irremediable pero irresistible y real prófugo de la injusticia irracional que razonadamente me desaprecia por idem.

“No hay modernización (y, por tanto, tampoco forma de vida moderna) sin una masiva y constante producción de basura, entre ella los individuos basura definidos como excedentes”. (Zygmunt Bauman)