Abrazar… ese gesto de cariño y amor que “nos han robado” en estas últimas semanas. Los abrazos tienen un poder altamente curativo, liberan oxitocina y endorfina, hormonas que hacen que nos sintamos más relajados y al mismo tiempo, nos producen bienestar y seguridad. El abrazo es un excelente medio de comunicación que no necesita ser hablado ni expresado con palabras. En bebés, abrazar fortalece el vínculo con las figuras de apego (padre, madre, cuidador/a,…) y potencia la sensación de seguridad y comprensión.
Además, los abrazos producen lo que en Psicología se llama “memoria afectiva”: un sentimiento con una carga emocional que reaparece cada vez que se recuerda una experiencia previa importante. Por lo tanto, en estos días difíciles, en los que tanto echamos de menos, podemos tratar de recordar algún abrazo importante, que haga que casi podamos sentirlo.
Y tú, ¿a quién abrazarías hoy?