La figura del perro, tal y como la vemos en este lugar específico del fresco, nos cuenta algo. A pesar de no ser el único, este perro lleva puesto un collar rojo y va caminando detrás del pastor. El hecho de que se encuentre en esta posición nos hace cuestionarnos, no sólo acerca de la función que éste está desempeñando, sino también de la relación que pueda tener en sí con el hombre. Vemos entonces al perro como un ser bastante cercano al hombre; es esta misma cercanía la que hace de ella una figura dual: el perro como amigo fiel y el perro como un ser limitado al carácter de fiel servidor sometido a la voluntad de su amo.

El perro albarraniego es el perro de ganado trashumante, según el diccionario de la lengua española. Y la palabra albarraniego, a su vez, procede del árabe albarráni, que se refiere a algo que viene de otro sitio (forastero).