Acabo de llegar de Bali y he de decir que sí, sí es una isla barata. No he estado en grandes resorts de lujo, ni en restaurantes sólo para extranjeros, ni en Kuta. He recorrido el centro, desde Tanah Lot hasta Ubud, el este (Amed), el sur (Sanur y Denpasar), Mount Batur y la zona norte (Munduk).

Salvo en los restaurantes o warungs, y en las oficinas de cambio, todos los precios se regatean: tiendas, hoteles, transportes… para los que no os guste regatear o simplemente o da pereza, tenéis que saber que en Bali son muy duros, no se bajan del burro y según el precio que les ofrezcas te pueden mandar a la mierda. A mí me ha pasado y con razón. Sigue leyendo para saber por qué.

Cada vez que voy a un sitio en el que se regatea, me gusta empezar haciendo un estudio de mercado. ¿Por qué? Porque quiero pagar el precio justo por ese artículo o servicio. Una cosa es lo que estoy dispuesta a pagar y otra el precio justo. Puede que esté dispuesta a pagar 15€ por un trayecto en barco, pero si sé que el precio es de 6€, no me gusta pagar de más. Por esta sencilla razón he recorrido calles, tiendas, puestos, hoteles y agencias en busca del mejor acuerdo.

¿Por qué me mandaron a la mierda? Andaba buscando un letrero de madera, de esos con letras doradas en los que suele poner «Welcome». No sabía lo que valían y empecé a preguntar. En el primer puesto que encontré, llegué hasta 150.000 rp (casi 10€), pero no compré (de momento). Seguí la calle, un puesto, otro… y el precio de salida era cada vez más alto, hasta que llegué a éste:

– How much for this one?

– Mmm…[cara de voy a por tí]… 400.000 rp (25€)

– Wow, it’s too expensive, near here they offered me 100.000 rp. What about 75.000 rp (5€)

– What??? bancarrota, «kilometerrr, kilometerrr» [cara de no te quiero ver más por aquí y gesto con las manos de sal de mi tienda]

Entendí en ese momento, que había sobrepasado la barrera del precio de salida, y qué coño, que me había pasado cuatro pueblos. Me sentí mal porque pensé que le había ofendido, pero siguiendo mi periplo, calle abajo esta vez, las negociaciones se movieron de 200.000 rp para abajo, y al final acabé pagando 150.000 rp en el primer puesto que ví. Moraleja: pa qué dar tantas vueltas!

¿Cómo saber si has llegado al precio justo en el regateo de un precio justo de un trip? Cuando el chico de la agencia tiene que llamar no una ni dos, sino tres veces a su jefe para ver si puede aceptar el precio que dos españolitos le están proponiendo. (De hecho este chico me acaba de escribir un mail 15 días después diciendo que aún se acuerda de mí, jaja)

Ejemplos de algunos precios regateados:

MAL: taxi de la estación de Yogya al hotel, 30.000 rp. Al día siguiente, con taxímetro, 8.000 rp. BIEN: juego de viento de bambú y coco (de estos que se cuelgan y suenan con el aire), 30.000 rp. (Me llegaron a pedir 120.000)

En fin, que esto del arte del regateo es cansado, da pereza, y más a nosotros, que estamos acostumbrados a comprar por impulso y no por necesidad, que entramos en cualquier tienda y vemos alguna mierdeta por 1€ y nos la llevamos sin pensar, y si vale 5€ también.

Y si no te aclaras con los números en otro idioma, recuerda que siempre lo puedes escribir, Asia te lo pone fácil…