Historia del Abanico- I- Por : Virginia Seguí Collar


 relievessarcofagoprsaaashitdeir-al-aahari.jpg(Relieves exteriores; sarcófago  de la Princesa Aashit . Egipto. Procedentes de Deir- al- Bahari)

Los expertos están de acuerdo en fijar como un hecho cierto que el origen del abanico es Oriente, ahora bien, determinar cual de las culturas que fueron formándose en esa zona tan amplia conocida como oriente es más difícil; y además  lo más probable es que en todas ellas, y por necesidades prácticas, el objeto conocido hoy día como abanico naciera con la naturalidad con que cualquiera de nosotros cuando tenemos calor o nos molestan las moscas cogemos lo que tenemos a mano y lo agitamos, para aventarnos y refrescarnos o para espantar los insectos que revolotean alrededor de nosotros y nos molestan. Es por tanto posible que este objeto fuera inventado en cada una de ellas de forma autónoma aunque, después, cuando comenzaron los intercambios entre culturas pueda encontrarse interrelación entre ellos.

Los egipcios, sumerios, asirios, persas, chinos o japoneses, crearon estos objetos a la medida de cada una de sus culturas; es decir utilizando los materiales más comunes, manejables y de fácil acceso que cada una de ella tenía y dándoles los usos que sus propias costumbres exigieron.

Las fuentes que nos hablan de estos objetos pueden ser escritas o artísticas, ya que en ocasiones encontramos menciones de su existencia en manuscritos, jeroglíficos, etc, y en las pinturas y relieves creados por artistas de la época que reproducían imágenes de escenas de la vida cotidiana permitiéndonos así comprobar su uso.

dinastiaxviiitumbatebana.jpg (Tumba Tebana, dinastía XVIII.Egipto)

 

 

Sabemos por pinturas y relieves egipcios que éstos utilizaban dos clases de abanicos que podríamos clasificar como: el espantamoscas y el flabelo. El primero se compone de una pluma de avestruz con el extremo superior curvado que se coloca en sentido vertical a la vez que su propio tallo, una vez trabajado, reforzado y engalanado, pasa a convertirse en el mango de un práctico abanico. Este tipo puede verse en manos del príncipes, princesas, aristocracia y mandatarios o funcionarios públicos de la corte. Normalmente son éstos últimos los que lo portan acompañando al Faraón en sus apariciones El flabelo se construye organizando sobre un armazón de metal o madera semicircular un montaje de hojas secas o vistosas plumas de aves que arrancan a modo de radios de esta especie de pié, al que a su vez se le añade una caña o vara con una largura aproximada de una vez y media la altura de una persona, según se desprende de las imágenes conservadas. Este es el tipo que suelen utilizar los cortesanos para acompañar y abanicar al Faraón. El ajuar funerario de la reina Hetep contiene una varilla de plata con turquesas e incrustaciones de cornalina roja que sin duda perteneció a aquellos abanicos semicirculares de hojas de loto, que vemos en los bajorrelieves.

Podríamos decir que el espantamoscas no era propiamente un abanico y aparece en la escritura jeroglífica denominado con voces que expresan protección; sin embargo, el flabelo era una especie de mezcla entre quitasol y abanico, y los egipcios lo conocían con el signo jeroglífico de la sombra. En ambos casos pueden considerarse emblemas reales y religiosos, y cómo tales aparecían en la barca del sol que utilizaban los sacerdotes en las procesiones.

(Orante Sumeria) orantesumeria.jpg   (2750 a.c.)           senaqueribasirianinive.jpg (Relieve del rey Senaquerib. Nínive.Asíria)           

 

En las culturas mesopotámicas existen también ejemplos aunque las fuentes son mucho más escasas. Entre ellas encontramos la estatuilla sumeria datada c. 2750 a. C. y catalogada como orante, ejecutada en alabastro, que mantiene entre sus manos un objeto que bien podría ser un abanico formado con hojas o plumas y que posiblemente haría también funciones de espantamoscas y el relieve existente en los palacios de Ninive que nos muestra al rey Senaquerib sentado en su trono, en un acto solemne, con dos cortesanos detrás que ostentan unos objetos que presentan similitudes con espantamoscas o abanicos .

   gorrionesdisenoxii.jpg( Gorriones del arroz maduro. Siglo XII. China)

 

  Abanico tipo redondo tipo de escritura caoshu, tinta china sobre seda Shanghaisangaicaligrafia2.jpg

 

 

     La cultura china también se atribuye el honor de haber inventado el abanico y relata la historia de una noche en la que se celebraba la fiesta de las antorchas, a la que asistió Kan-Shi, hija de un importante mandarín, cubierta con la máscara tradicional en estas ocasiones y que debido al calor que ésta le daba, no pudo resistir la tentación de quitársela y entonces, para cumplir las más elementales reglas del pudor y del decoro, la acercó a su rostro mientras la agitaba con cierta velocidad de manera que este movimiento mantuviera su cara al resguardo de las miradas de los hombres. Al parecer esta acción no paso desapercibida para el resto de mujeres que asistían a la fiesta a  quienes les ocurría lo mismo que a Kan-Shi y que imitaron su acción, con lo que puede considerarse que el abanico quedó inventado.

            Los abanicos chinos inicialmente eran rígidos, no conservamos imágenes de la época pero existen algunos modelos para abanicos cuyo diseño se repite a lo largo del tiempo y que nos permiten conocer el modelo chino de abanico. Entre ellos el abanico redondo, decorado con escritura caushu, realizado con tinta china sobre seda perteneciente al emperador Huizong (1082-1135) o el denominado Gorriones en el arroz maduro, posiblemente copiado de un modelo de época Ming, tinta china sobre papel.

 

tanagragriega.jpg(Tanagra griega. )             amorcillocasapompeyana.jpg(Amorcillo. Casa pompeyana)

 

 

Los modelos griegos de abanicos se inspiraron en los egipcios y al aclimatar a su cultura el culto a la diosa Isis hicieron lo mismo con el uso del flabelo egipcio en las ceremonias sagradas. Por otro lado las imágenes de mujeres con abanico que aparecen en algunos vasos griegos muestran unas formas, sin duda, deudoras del flabelo egipcio. Aunque han variado sus proporciones y ahora son más pequeños y pueden manejarse con una sola mano. Otro ejemplo claro del uso de abanico por las mujeres griegas está en las tanagras que demuestran el uso que del abanico hacían las atenienses. Son palmetas con nervios radiados montados sobre un mango pequeño; además en este caso comienza ya a convertirse en una prenda cada vez más femenina. Eurípides en su tragedia Helena hablaba de esta costumbre que, al parecer, tomó mucho auge en Frigia,  y pone en boca de un eunuco: que había estado abanicando según la costumbre frigia, la cabellera, los brazos, el pecho, y el cuerpo todo de la esposa de Menelao. Parece ser que los griegos tenían abanicos de varias tipos: los miosaba o espantamoscas, el ripis o aventador, el psigma o refrescador.

            Los romanos, en principio, tomaron de los griegos la costumbre y los modelos de abanicos; aunque sus posteriores expediciones y conquistas les pusieron en contacto con culturas muy diversas y posiblemente el abanico tuvo otras vías de llegada. Los denominaron flabelum y llamaban flableliferos a los esclavos encargados de abanicar a las matronas romanas y otros miembros de su sociedad. Ovidio menciona que el abanicar es un medio de seducción y que no pocos galanes romanos obtuvieron los favores de algunas damas por haberlas abanicado. La obra de Terencio El Eunuco cuenta la costumbre de abanicar a las damas mientras se bañaban y según Suetonio, Augusto tenía un esclavo dedicado a abanicarle mientras dormía.

Los abanicos en la Antigüedad, aunque rígidos, tuvieron gran variedad existiendo los de  semicírculos, ovales, terminados en pico, son abanicos que reproducen una hoja vegetal; y los romanos eran de hojas de loto, de plumas de pavo real y de otras materias análogas teñidas o pintadas y a veces los construían con delgadas tablillas de madera odoríferas que tuvieron mucho éxito.