LOS OYENTES PREGUNTAN: ¿Cuál es el origen de Albacete y por qué se llama así?

Albacete, originalmente fue Al-Basit, cuya traducción es “La Llanura” y eso también explicaría que su patrona sea la Virgen de los Llanos.

No existe uniformidad sobre los orígenes de Albacete, hay pocos datos, pero sí se sabe que en su entorno, lugares como como Balazote, hay restos de las culturas íbera y romana, de hecho, muy cerca está el yacimiento de El Acequión, perteneciente a la Edad de Bronce y también muy cerca se encontraron las Esfinges Gemelas de El Salobral, datadas en el siglo VI a.C.

En el siglo IX era una pequeña alquería muy cercana a Chinchilla de Montearagón, en aquel momento una ciudad bien construida y con notable influencia, por este motivo dependió de ella, como aldea. Dependencia que se mantuvo durante toda la Edad Media.

La primera vez que, la ciudad de Albacete, fue mencionada en un texto, era el año 928.

En 1144, estaba ocupada por los árabes, momento en el que Ibn Abd Al-Aziz encargó al alcaide de Valencia defender a las gentes y las tierras de Albacete como propias, frente a los posibles ataques enemigos.

Dos años más tarde, en lo que hoy es su término municipal, se libró la célebre batalla de al-Luŷŷ que enfrentó al Reino de Castilla contra los musulmanes, con la victoria cristiana.

Sin embargo etas tierras, como las de una gran extensión en la provincia, cambiaron de manos una y otra vez.

En 1241 la ya conocida como Al-Basit, es tomada por Pelayo Pérez Correa, bajo el reinado de Fernando III de Castilla, conocido como Fernando El Santo y en 1269 fue entregada, como aldea, a Chinchilla, dentro del concejo de Alarcón, para ser repoblada años después por el marqués de Villena.

Albacete, fue el escenario de las duras y crueles batallas entre los partidarios de Isabel La Católica y los de su sobrina, La Beltraneja, tiempo en el que se levantaron 3 fortalezas. Una primera en la actual Plaza de las Carretas, una segunda en lo que hoy es Villacerrada y la tercera en el Cerrillo de San Juan.

Durante el reinado de los Reyes Católicos, Chinchilla, hasta entonces capital de La Mancha, fue cayendo en decadencia, en favor de Albacete, que había ganado un notable protagonismo político y económico, tal vez por disfrutar de ser un espacio bastante más llano.

En 1526, Carlos I regaló el señorío de Albacete a su esposa, Isabel de Portugal, como regalo de boda, momento en el que Albacete comienza a brillar, sobre todo cuando comenzó a levantarse la Iglesia de San Juan que posteriormente se convertiría en Catedral.

Años más tarde, el hijo de Carlos I e Isabel de Portugal, Felipe II, cedió a Albacete algunas tierras que hasta entonces habían pertenecido a Chinchilla, con el consiguiente malestar de sus vecinos.

P. Moratilla


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