Acceso único y controlado a un maravilloso condominio de más de 260 hectáreas con un entorno totalmente protegido y arquitectura de materialidad noble, con casas que siguen las pautas de la naturaleza del lugar.
Aguadulce destaca por su espectacular playa y por zonas residenciales intercaladas por paisajes de flora nativa, roqueríos, parques y dunas naturales. Cuenta con zonas de recreación, áreas de esparcimiento y playa.
En Aguadulce, arquitectura y paisajismo están concebidos para proteger y preservar la naturaleza, integrándose con ella para reducir al mínimo la intervención del entorno. Tanto el proyecto de urbanismo como la arquitectura de las casas han sido diseñados para integrarse con el paisaje, generando espacios de profundo respeto por las características propias del lugar.
La arquitectura del Estudio Valdés y el paisajismo de Juan Grimm, son los que dan forma a este concepto.
La vegetación nativa se conserva intacta en Aguadulce gracias a una normativa de paisajismo y jardines que respetan esta identidad única y protegen su esencia. La propuesta del paisajista es mantener las quebradas sin intervención alguna, creando pequeñas pasadas para facilitar el recorrido. Los parques emplazados en zonas escogidas tendrán lugares de descanso y miradores.
La caleta de pescadores artesanales de Puerto Manso en el borde costero cuenta con un paisaje único.
Caminar por la rambla del borde costero permite disfrutar de roqueríos, entradas de mar y rompientes con una tranquilidad y perspectiva única.
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