Colaboradores

EL ARBOL DE LAS PALABRAS (IV)

toni- cabalgamos

aventar

AGUAPIE , vino muy bajo que se hace añadiendo agua al orujo.

AGÚERA, zanja o canal para el agua llovediza.

AGUI, miel.

AGUZANIEVES, pájaro pequeño, ceniciento por encima, blanco por el

vientre y con alas y cola negras.

AHECHAR, limpiar el trigo con la criba.

AHIGADADO, valiente.

AHIJADOR, pastor que cuida de las ovejas paridas y de sus crías.

AHILADO, dícese del viento suave.

AHITERA, indigestión.

AHOBACHONADO, apoltronado.

AHOGAVIEJAS, hierba aromática.

AHUCIAR, esperanzar.

AINA, presto.

AJARAFE, llanura alta.

AJORAR, llevar ganado de una parte a otra.

EL PÁRRAFO IMPOSIBLE

Cuando Prisco y Elisendo llegaron a mi lado, observé que el padre de mi amigo llevaba, colgado del hombro por unas correas, un recipiente forrado que se bamboleaba al caminar.

-Llevo -dijo señalándolo- en este recipiente aguapié que me ha regalado la molinera.

Rio con una risa bronca.

-Le canté, una vez más, aquella canción que cantábamos los mozos cuando rondábamos a las mozas: -y cantó- : que polvo tiene el camino, que polvo la carretera, que polvo tiene el molino, que polvo la molinera.

Volvió a reír. Después, antes de proseguir, hizo una pausa.

-Y ahora vamos camino de la última agüera que hicimos cerca de Villalibre de Abajo. Hay que limpiarla. El concejo ha citado a varios hombres, en esta ocasión de Villalibre de Arriba. Y yo soy uno de ellos.

Volvió a hacer una nueva pausa porque Prisco era hombre de pausas, como si no encontrase la palabra justa para expresarse.

-He reñido -dijo- con Elisendo porque don Afrodisio, el párroco, le prestó una acujera para cazar aguzanieves. El, Elisendo, sabe muy bien que los pájaros son libres y tienen que volar libres. Este hijo mío es muy ahigado con quienes no pueden defenderse.

Nueva pausa mientras me miraba de hito en hito.

-Esto de la acujera que le regaló el cura viene de muy atrás y tú, que eres su amigo, lo sabes bien, porque tanto don Afrodisio como Rufo el ahijador del pueblo, el rabadán de don Rómulo, también es amigo de la caza y amigo de don Afrodisio.

El ábrego, ahora , era un viento ahilado que despejaba el cielo de nubes.

-Claro que yo -sonrió- casi lo prefiero cazador que, no, ahobachonado en casa que, así está desde que regresó de Andalucía.

Se sonó ruidosamente con un pañuelo de hierbas.

-Ahora, como te dije, vamos hasta el ajarafe de Villalibre de Abajo para limpiar la agüera de ahogaviejas que crecen por todos los rincones. Ahucio que en esta ocasión las descastaremos.

Categorías:Colaboradores, Toni

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