Si nos guiamos por la definición, una sentencia en derecho penal se refiere al castigo. Las sentencias penales pueden ser de diferentes tipos. Desde multas hasta servicios comunitarios, pasando por la pena de muerte o la cadena perpetua, las sentencias penales adoptan diferentes formas y tipos.
El poder judicial – un juez de primera instancia o el jurado – es el que elige una sentencia para el delincuente de acuerdo con la naturaleza del delito. Precisamente, al igual que en el derecho civil se dicta una sentencia en un litigio de derecho civil, el derecho penal dicta sentencias. Estas son algunas de las sentencias penales más comunes:
- Suspensión de la pena
- Libertad condicional
- Libertad absoluta
- Multa
- Condena intermitente
- Encarcelamiento
- Libertad en periodo de prueba
Teniendo en cuenta que todas ellas tienen un concepto propio, vamos a hablar de la libertad condicional y absoluta para entender mejor cada concepto.
Libertad Absoluta
En ocasiones, un criminal puede estar involucrado en un delito en el que su condena puede ser inoportuna. Es decir, los jueces pueden considerar imprudente la imposición de un castigo por diferentes razones. Algunos de los factores pueden ser la naturaleza del crimen o delito, el carácter del acusado, una ofensa trivial, y muchos más.
La idea es que la liberación absoluta tiene lugar cuando un delincuente es técnicamente culpable de un delito, pero no se le puede culpar de él. Calificar la libertad absoluta como una de las sentencias más indulgentes no sería un eufemismo. Pero el tribunal rara vez libera a un delincuente de forma absoluta.
Estas son algunas de las características de la exención absoluta:
- Es la sentencia más baja para un adulto.
- No hay condena por parte del delincuente.
- El sobreseimiento absoluto permanece en los antecedentes penales durante todo un año, justo después de que el delincuente sea sobreseído.
- No es necesario solicitar un indulto para eliminar los antecedentes penales.
Libertad Condicional
La libertad condicional puede ser un poco complicada porque, en una libertad condicional, se puede necesitar a un acusado durante un periodo determinado, normalmente tres años. La idea es que, en libertad condicional, el juez no impone inmediatamente un castigo al delincuente. En su lugar, el delincuente se somete a un periodo de prueba de unos tres años. El delincuente se mantiene bajo estricta observación, manteniendo sus registros.
Después de tres años, si el delincuente es liberado de su delito, sus antecedentes se eliminan automáticamente. Así es como la libertad condicional puede afectar a su vida:
- No poder conseguir un trabajo por la requisito de seguridad que exigen.
- Dificultades para viajar.
- Prejuicios policiales.
En caso de que cometas algún delito durante la libertad condicional, es probable que los jueces revoquen la libertad condicional.
Conclusión
Las liberaciones condicionales y absolutas son dos conceptos diferentes que se aplican en situaciones distintas. ¿Quiere saber más sobre estos conceptos? Puede tener en cuenta la visión detallada de un abogado sobre el tema para informarse mejor.