La acuicultura es la práctica del cultivo de organismos acuáticos en entornos acuáticos controlados con fines comerciales, recreativos o públicos. Se puede describir como cultivo de alimentos de origen marino porque se parece a la agricultura pero con peces, crustáceos, marisco, plantas acuáticas y otros organismos acuáticos.  Es el sector de producción de alimentos que más rápido crece en el mundo y en la actualidad representa más de la mitad de la producción mundial de alimentos de origen marino, por lo que desempeña una función de vital importancia en el suministro de alimentos sostenibles para una población mundial en aumento.

La producción acuícola total de la UE aumentó un 6% entre 2011 y 2020 y su valor, en ese mismo periodo, creció un 18%, lo que supone un incremento de 535 000 millones de euros [1]. El sector acuícola de la UE está aún lejos de alcanzar todo su potencial para atender la demanda creciente de productos del mar; la acuicultura de la UE representa menos del 2% de la producción acuícola mundial. La UE importa más del 70% del pescado que consume [2]

La producción acuícola es muy diversa en lo que se refiere a especies cultivadas y métodos de producción (corrales de red, estanques, canales, sistemas de acuicultura de recirculación en tierra, etc.). En la actualidad se cultivan millares de especies distintas en explotaciones acuícolas del mundo y de la UE:

  • más del 45% de la producción acuícola es marisco
  • más del 30% de la producción acuícola es pescado de mar
  • más del 20% de la producción acuícola es pescado de agua dulce [3]

Los principales productores acuícolas de los Estados miembros de la UE en 2019 fueron España, Francia, Italia y Grecia, cuya producción en conjunto representó más del 70% de la producción acuícola total [4].  Los productores acuícolas de la UE cultivan principalmente mejillones mediterráneos (alrededor del 36% del volumen total cultivado en la UE), salmón atlántico y trucha arco iris, que en conjunto representan otro 30% de las principales especies comerciales. Otras especies importantes cultivadas en la UE son la ostra, la carpa, el pargo, la lubina, la anguila, el cangrejo de río, los peces planos y las almejas. [5] La producción de algas en la UE es todavía limitada, pero está aumentando a la par del sector. [6]

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA ACUICULTURA?

La acuicultura sostenible contribuye a resolver algunos de los problemas más acuciantes que afrontamos hoy en día [7]:

  • Proporciona alimentos nutritivos y variados a una población mundial en crecimiento.
  • Reduce la necesidad de capturar más peces salvajes y contribuye a conservar las poblaciones de peces.
  • Produce alimentos con menor impacto climático y medioambiental que otros tipos de agricultura.
  • Crea puestos de trabajo y desarrollo económico en las comunidades costeras y rurales.
  • Algunos tipos de acuicultura contribuyen a conservar los ecosistemas y la biodiversidad.

 

PARA UNA ACUICULTURA SOSTENIBLE:

Según las estimaciones del Banco Mundial, la acuicultura será la principal fuente de alimentos de origen marino en 2030. Cuando se utilizan prácticas responsables, el cultivo de peces puede contribuir a proporcionar medios de subsistencia y alimentar a una población mundial en aumento. Pero para que el sistema sea realmente sostenible, debe cumplir tres aspectos:

    • Sostenibilidad medioambiental – La acuicultura no debe provocar alteraciones ni pérdidas de biodiversidad, tampoco debe producir un impacto contaminante significativo.
    • Sostenibilidad económica – La acuicultura debe ser un negocio viable a largo plazo.
    • Sostenibilidad social y comunitaria – La acuicultura debe ser socialmente responsable y contribuir al bienestar de la comunidad. [8]

El desarrollo sostenible de la acuicultura en la UE es uno de los principales objetivos de la política pesquera común (PPC). El 12 de mayo de 2021, la Comisión publicó sus nuevas directrices estratégicas (COM(2021) 0236 junto con un anexo) para una acuicultura más sostenible y competitiva de la UE y el desarrollo de la estrategia «De la granja a la mesa», con el objeto de acelerar la transición a un sistema alimentario sostenible en la UE. Estas directrices reconocen el potencial de la acuicultura sostenible para proporcionar alimentos y piensos con una baja huella de carbono. Para aplicar estas directrices estratégicas, la Comisión ha establecido un mecanismo de asistencia para la acuicultura de la UE (MAA).  El objetivo de esta plataforma es ofrecer apoyo logístico, administrativo y técnico a los Estados miembros de la UE, al sector acuícola de la UE y a otros actores interesados. El MAA también incluye una plataforma que permite el intercambio de buenas prácticas y experiencias para crear un sector acuícola sostenible. Esta visión exige abordar los diferentes retos y oportunidades del sector acuícola de la UE con el fin de cumplir los siguientes objetivos interrelacionados:

    • Mejorar la resiliencia y la competitividad
    • Participar en la transición ecológica
    • Garantizar la aceptación social y la información al consumidor
    • Potenciar el conocimiento y la innovación [9]