Acritud en metales
La acritud es una propiedad mecánica que adquieren los metales como consecuencia de la deformación en frío, también conocida como proceso de endurecimiento por acritud, que aumenta su dureza, fragilidad y resistencia, aunque los hace perder, al mismo tiempo, su ductilidad o maleabilidad. De hecho, a los materiales con una elevada acritud también se les denomina agrios.

Recocido contra acritud
El recocido contra acritud es un tratamiento térmico de los metales cuyo objetivo es devolver al metal, que ha pasado por una deformación en frío, características como la plasticidad, la ductilidad, la tenacidad, además de eliminar tensiones internas, todo lo cual deriva en que el metal recupera condiciones para ser trabajado nuevamente. Es un proceso que tiene tres fases: calentar el material hasta la temperatura de recocido, mantenerlo a esa temperatura durante un periodo de tiempo determinado, y, finalmente, dejarlo enfriar de manera lenta y gradual.