La Calchona

La leyenda dice que la Calchona fue una bruja que tenía un marido y dos hijos pequeños. Sin embargo, su familia no sabía la verdad sobre que ella practicaba la brujería. En su hogar ella escondía pociones, que al aplicarlas sobre una persona, permitían transformar un humano en un animal.
Todas las noches usaba su poder para que su marido e hijos no se despertasen en toda la noche, y luego realizaba el extraño rito de colocarse las mágicas pociones para transformarse en una gran oveja y salir a pasear por los campos hasta la madrugada; y recobrando su forma humana al volver a aplicarse sus pociones.

Un día olvidó realizar el hechizo para hacer dormir; y sus hijos la vieron transformarse. Al ver la transformación, ellos queriendo imitar a su madre se pusieron los unguentos, transformándose en zorros. Pero luego de realizada la transformación se dieron cuenta que no sabían como volver a ser niños, y por ello convertidos en estos animalitos se pusieron a llorar amargamente. Producto de los llantos, el padre también se despertó, pero su sorpresa fue enorme al no encontrar a su esposa e hijos; y ver en su lugar solamente a aquellos pequeños animales.
Sospechando que aquellos frascos pudieran contener algún tipo de poción mágica y que aquellos zorritos eran posiblemente su familia, decidió probarlas en los pequeños, transformándolos nuevamente en niños. Luego ellos le contaron que era su madre la dueña de los ungüentos.
El padre asustado y para evitar que les volviera a ocurrir lo mismo a sus hijos, decidió tirarlos en las aguas de un río y alejarse todos de la casa para siempre.
Al regresar la Calchona a su casa, y aun estando convertida en una oveja negra, al ver que no estaba su marido e hijos, asustada comenzó a buscar sus pociones por toda la casa; encontrando solamente los frascos casi vacíos. Así ella muy afligida, trato de utilizar los restos de ungüento para transformarse nuevamente en ser humano; pero sólo le alcanzó para transformar sus manos, rostro y cabello a su forma humana. Quedando para siempre convertida en ese animal mitológico.

Realizada en Porcelana Limoges  y pintada con china paints.  Ojos realizados sobre base de porcelana. Peluca en alpaca suri, negro natural, fijada a través de imanes.  Orejas removibles.

Calzas de vellón natural, camisa de algodón, abrigo tejido en fibra de alpaca y avellonado con lana natural.