La abubilla, es sin duda, una de las especies más espectaculares y curiosas de entre las aves de mediano tamaño que habitan en el Mediterráneo, siendo el único integrante de la familia Upupidae. El contraste de sus colores, una preciosa y larga cresta que despliega en estados de alerta y un pico curvo y largo adaptado para la alimentación en el suelo a cierta profundidad, hacen de esta especie una de las más buscadas por los birdwatcher. En Baleares esta presente durante todo el año en las cuatro islas mayores, con un pequeño contingente migrador y algunos invernantes en la isla de Mallorca.

La abubilla en el municipio de Calvià

Bien extendida por todo el municipio sin llegar a ser una especie abundante en ninguno de los recorridos. Sin embargo su observación es posible en las zonas abiertas del itinerario de la Península de Cala Figuera (especialmente al llegar al mirador del Toro) o en las áreas de cultivos arbolados del Barranc de Santa Ponça desde Calviá. Está presente en la Torre de Cap Andritxol y en la Finca Pública Galatzó, haciendo posible nuestro disfrute con una de las aves más peculiares de nuestra avifauna.

Las mejores épocas para observarla

Aunque se trata de una especie de plumaje aparentemente llamativo, pasa desapercibida con facilidad en terrenos arenosos percatándonos de su presencia cuando levanta el vuelo por nuestra cercanía, para adelantarse unos metros a nuestro paso. Todo el año es bueno para observar a esta especie, aunque los meses de Abril a Junio, su canto nupcial, ronco, suave y repetitivo llena todos lo rincones haciendo su detección más sencilla, pues en plena reproducción son muy territoriales. Desde los primeros días de Septiembre hasta los primeros de Octubre, los grupos familiares se hacen también muy notorios siendo esta época un buen momento para disfrutar de su observación.