Historia de la Ganadería

Procede de la que a finales del siglo XVIII formó don Julián de Fuentes con reses de Salamanca y Jijonas. Adquirida por don Vicente Martínez, que después de varios cruzamientos, en 1904 adquirió de don Eduardo Ibarra el semental “Diano”. En 1925 don Antonio Pérez-Tabernero compró a los herederos de don Vicente Martínez la parte de don Pedro Fernández Martínez, inscribiéndola a nombre de su esposa, doña María Montalvo, y adoptando el hierro y divisa con que actualmente figura. Al fallecimiento de doña María Montalvo, en 1942, se anunció la ganadería a nombre de sus herederos. En el año 1967 se anuncia la misma a nombre de don Juan María Pérez-Tabernero Montalvo, cediéndola en 1984 a su hijo don Juan Ignacio, que la anuncia “Montalvo”. En la década de los 80, D. Juan Mari comenzó a cruzar con reses procedentes de don Juan Pedro Domecq y en 1994, D. Juan Ignacio adquiere reses de Daniel Ruiz y “Zalduendo”, encaste que en la actualidad es el que predomina en la ganadería.

CALZADILLA DE MENDIGOS

La finca donde actualmente pastan las vacas madres y los sementales de la ganadería es Calzadilla de Mendigos. Esta finca procede de la familia Sánchez, que es la rama materna del actual titular. A primeros del siglo XX se levantó la plaza de tientas a la vera del arroyo y del puente de piedra. A su vez se construyó el caserío de piedra en un alto que domina una amplia zona de dehesa, por donde transcurre lo que fue Cañada Real de la Plata, que en este trayecto coincide con el Camino de Santiago, en lo que se denomina Ruta Jacobea de la Plata. El primero de los “Sánchez” en instalarse aquí fue D. Arturo, que posteriormente se intercambió con su hermano D. Matías (de Terrubias) la finca y los rebaños que poseían. D. Matías Sánchez compró la ganadería de Trespalacios, de procedencia Veragua, en el año 1913 y a su fallecimiento (1929) sus hijos Ignacio, Arturo, Ángel, Antonio Luis y Purificación Sánchez y Sánchez se repartieron la ganadería, siendo Ignacio el único en continuar con su parte en 1932. Cabe destacar que en esta época el cargo de mayoral y ahijador lo ocupaba el bisabuelo de José Antonio Martín Sánchez, que es quien lo desempeña actualmente, por tanto son cuatro generaciones consecutivas de una misma familia las que han ostentado este cargo en esta finca.

Tras la muerte de D. Ignacio Sánchez y Sánchez en 1969, sus herederos cambiaron el rumbo de la ganadería que pastaba en Calzadilla, ya que D. Juan Mari Pérez-Tabernero, tras casarse con Dª Soledad Sánchez y Sánchez, hija de D. Ignacio, se llevó allí las vacas madres de su ganadería, que desde entonces hasta la actualidad han pastado en Calzadilla de Mendigos.

LINEJO

El otro emplazamiento de la ganadería es Linejo. En pleno centro del campo charro, ofrece unos pastos abundantes y de muy buena calidad, para la subsistencia y desarrollo del ganado. Es aquí donde se ubican los machos desde que se hierran hasta que abandonan la ganadería, a excepción de los que vuelven a Calzadilla como sementales. Esta ha sido la casa matriz de la ganadería desde que se trasladara aquí D. Juan Mari, procedente de San Fernando, al hacerse cargo de la parte de la ganadería que D. Antonio Pérez poseía a nombre de su esposa Dª María Montalvo y que en al año 1965, D. Juan Mari heredó de D. Antonio, cuando este hizo el reparto de sus bienes entre sus cuatro hijos, un año antes de su fallecimiento. Por entonces, D. Juan Mari tenía cuarenta y cinco años y durante varias temporadas, sus “Martínez” eran toros del gusto de las figuras de la época. En el año 1969 la ganadería obtuvo el primer triunfo importante en Madrid, con Paquirri y Miguelín y a partir de ahí fueron varios años de éxitos junto a los primeros matadores del escalafón, como eran El Viti, Gregorio Sánchez, El Cordobés, Antonio Bienvenida, Andrés Vazquez, Palomo Linares, José Mari Manzanares, etc. A mediados de los 80, cuando la ganadería sufría un bache, D. Juan Mari aportó sangre nueva con varios sementales de Juan Pedro Domecq y Jandilla, que aportaron mayor movilidad y finura en el tipo de toro, ya que se había convertido en una ganadería con toros un poco bastos de tipo. Posteriormente, en el año 93, después del fallecimiento de D. Juan Mari, D. Juan Ignacio adquiere varios lotes de vacas de Daniel Ruiz y Zalduendo y desde entonces, le ha ido incorporando sementales de Daniel Ruiz. Lógicamente, después de más de 20 años, se puede considerar una ganadería con sello propio y que poco a poco vuelve a situarse en lugares destacados y va teniendo su sitio en los carteles importantes de la ferias de España y Francia.