Cantabria


San Martín de Elines
(Valderredible)

42º 49,739'N ; 3º 52,154'O    




Es uno de los edificios más importantes de la zona y su esbeltez y riqueza escultórica nos hace pensar que ya desarrollaba un papel importante en la edad media. Desgraciadamente se han perdido buena parte de los documentos que nos hablaban de este edificio, que primero fue monasterio y después colegiata. Según los pocos documentos conservados, era de patronato particular y se encontraba dentro de la diócesis de Burgos. También sabemos que en 1165, Alfonso VIII donó al abad de Nelines, las villas de Repentidos y Espinosilla.


En 1925 se descubrieron en el muro norte del claustro dos ventanas de un edificio anterior, probablemente la antigua iglesia prerrománica, que se derrumbó el año 1102.


El arco de herradura está practicado en un sillar, que está bellamente decorado con motivos vegetales y motivos de soga.

Detalle de la ventana   Detalle de la ventana

También hay restos de este antiguo templo en el sector del cementerio, donde se pueden ver dos arcos de herradura, actualmente cegados.

Restos de la anterior iglesia   Restos de la anterior iglesia

También observamos una estancia, muy deteriorada y cubierta con una bóveda apuntada, de factura posterior y que necesitó ser reforzada por dos arcos formeros adosados ​​a los muros laterales. Estos y la bóveda todavía conservan fragmentos de pintura, que reproducen sillares. En el interior de algunos vemos estrellas dibujadas.


En el muro más occidental, vemos un calvario, donde se representaba a Cristo crucificado entre los dos ladrones, María y san Juan. Desgraciadamente, Dimas, el buen ladrón, ha desaparecido casi por completo y sólo vemos parte de sus piernas. Son pinturas de carácter popular.


La colegiata fue perdiendo su poder e influencia a partir del siglo XIV, hasta que el tercer marqués de Aguilar de Campoo, que a su vez era embajador extraordinario en los Estados Pontificios, pidió al papa Paulo III que conviertirtiera en colegiata la iglesia de San Miguel, situada en medio de Aguilar de Campoo. También pedía que fueran suprimidas las comunidades de Castañeda, Escalada y San Martín de Elines y anexadas a la nueva colegiata. 


Este es un templo monumental, que destaca por sus proporciones y por sus detalles. Está formado por una sola nave de poco más de diez metros de altura y nueve de ancho.


Creemos que el proyecto inicial contemplaba cubrir la nave con una bóveda de piedra reforzada con arcos fajones, a juzgar por las pilastras que encontramos en los muros laterales. Probablemente no se atrevieron a crear una bóveda tan ancha y alta y terminaron el templo con una cubierta de madera.


Pero cuando se acaba la nave nos encontramos con uno de los grandes tesoros que esconde este templo: Cuatro grandes columnas circulares sirven de apoyo a los arcos torales que delimitan una especie de crucero, sin que exista una nave transversal, que está cubierto con una cúpula.


Esta se ha vuelto a pintar recientemente imitando los motivos que se habían conservado en algunos pequeños fragmentos.


Las cuatro grandes columnas tienen unos capiteles igualmente monumentales y esculpidos. Si nos fijamos en el capitel más cercano a la nave del lado sur vemos que está dedicado en parte a la matanza de los inocentes. Vemos esculpidas madres desconsoladas y soldados cumpliendo las órdenes del rey Herodes, también representado con una lanza en la mano. En la cara orientada hacia el ábside se ve a María con el Niño en el regazo recibiendo la visita de los Magos de Oriente. El cimacio está decorado con unos entrelazados que van generando espacios interiores romboidales.

Capitel de la matanza de los Santos Inocentes y de la Epifanía    Capitel de la matanza de los Santos Inocentes y de la Epifanía

Capitel de la matanza de los Santos Inocentes y de la Epifanía


El otro capitel de este arco tiene representados a dos leones enfrentados. Justo encima del punto donde se confrontan las dos cabezas, vemos otras tres cabezas, la central humana y las de los lados también de león. En la mitad del capitel más cercano al ábside vemos un gran león luchando con un hombre, Sansón que está cogiendo la boca del león con sus manos. Esta bestia tiene una cabeza humana en las patas delanteras. Completa la escena una cabeza de animal indescifrable que encontramos junto a la de Sansón. Su cimacio también está decorado a base de entrelazados, que en este caso crean espacios interiores romboidales.

Capitel de los leones y Sansón    Capitel de los leones y Sansón

Capitel de los leones y Sansón


Nos situamos ahora en el otro arco toral y volvemos a fijarnos en el del lado derecho. Vemos dos leones que están devorando a dos personajes, que parecen niños. El resto del capitel está decorado con piñas y volutas. El cimacio en este caso tiene dos motivos escultóricos diferentes: en la parte de los leones vemos palmas, mientras que en la otra parte se representaron parejas de pelícanos, grajos y grúas.

Capitel de los leones     Capitel de los leones

El último capitel tiene representada una escena con dos leones, entre los que hay un personaje. Algunos estudiosos la han identificado como Daniel y los leones, pero la presencia de unas alas junto a la cabeza de la figura humana no cuadraría con esta temática. Al otro lado del capitel encontramos un hombre luchando con un león, que parecería Sansón, pero nos sorprende que se represente esta escena en dos capiteles. El cimacio está decorado con motivos vegetales.

Capitel de Daniel y los leones?    Capitel de Daniel y los leones?

Los muros laterales que hay entre estos dos arcos torales están decorados con una gran arco ciego doble, que descansa en los capiteles y pilares circulares. Por debajo de éste, encontramos otro arco, que se apoya en columnas adosadas con capiteles esculpidos. En el arco del lado norte vemos el capitel izquierdo decorado con bestias de aspecto simiesco, un hombre y un león, que coge con la boca una cuerda. Esta cuerda la tiene cogida también el personaje humano. El otro extremo de la cuerda está rodeando el cuello de los simios, que están sentados. El capitel derecho presenta a dos leones enfrentados con la cabeza única en el ángulo.

Capitel de los simios    Capitel con leones

El arco del lado sur tiene la misma estructura, si bien en su interior tiene dos arcos ciegos. El arco principal y los dos más pequeños descansan en dos columnas adosadas, con los capiteles esculpidos. En el lado izquierdo hay esculpidos dos leones enfrentados bajo volutas, mientras que el derecho es de temática vegetal.

Capitel con leones     capitel vegetal

En el muro norte, bajo este arco encontramos una ventana, bellamente decorada con una arquivolta que descansa en dos columnas. En el capitel de la izquierda vemos unos entrelazados, volutas y pequeñas cabezas de animales. En el de la derecha se representaron palmetas, volutas y también algunas cabezas de animal. Actualmente la ventana está cegada.

muro norte    Ventana del muro norte

Por debajo de la ventana, encontramos la puerta de la sacristía. Por el lado de la nave no presenta ninguna decoración, pero por la sacristía podemos ver una arquivolta apoyada en dos capiteles y las respectivas columnas. Ambos tienen temática vegetal. En el del lado derecho también vemos algún cabeza humana. Probablemente era la puerta que comunicaba la iglesia con el cementerio.

Capitel de la sacristía    Capitel de la sacristía

Puerta de la sacristía


Tanto el presbiterio como el ábside están decorados con un conjunto de arcos ciegos. En el caso del tambor absidal, éstos están distribuidos en dos registros. Todos son de medio punto y descansan en columnas con los capiteles esculpidos. Los del presbiterio son más simples que los del ábside.


En el lado norte del presbiterio encontramos un capitel muy dañado por la acción del hombre. Debido a los golpes de martillo que ha sufrido, nos resulta imposible deducir que se quería representar, pues sólo podemos ver lo que queda de varias figuras humanas. El capitel central, a pesar también de haber sufrido numerosos desperfectos, conserva en buen estado el lado izquierdo donde se representaron a pelícanos, que se pican a sí mismos. El tercer capitel tiene esculpida una figura humana muy mutilada, de la que vemos que está en actitud de bendecir con la mano derecha. La rodean cuatro leones, que parece como si estuvieran lamiéndole. Se ha interpretado como la escena de Daniel y los leones.

Constado norte del presbiterio

Capitel del presbiterio  Capitel del presbiterio  Capitel del presbiterio


Por encima de estos arcos, encontramos una imposta decorada con un ajedrezado. Por encima de la moldura se abre una ventana, decorada con una arquivolta con columnas, que tiene sus capiteles esculpidos. El del lado izquierdo presenta una decoración a base de entrelazados, mientras que el del lado derecho es de tipo vegetal. Rodea el arco de medio punto un guardapolvo ajedrezado. Por encima de la ventana, encontramos otra moldura, en este caso decorada con palmas.


En el lado sur del presbiterio se repite el esquema de dos arcos ciegos apoyados en tres columnas. El capitel izquierdo presenta una decoración con dos leones enfrentados. En los ángulos superiores vemos cabezas humanas. El capitel central está decorado con unos entrelazados. En el tercer capitel vemos a dos personajes totalmente rodeados por serpientes.

Lado sur del presbiterio

Capitel del presbiterio  Capitel del presbiterio  Capitel del presbiterio


Como en el caso del muro norte, por encima de los arcos hay un espacio delimitado por una imposta ajedrezada (inferior) y una decorada con palmas (superior) en el que se abre una ventana. Esta fue modificada para proporcionar más luz al presbiterio, eliminando completamente su decoración románica.

Como hemos comentado, el ábside también está dotado de estos arcos ciegos, si bien están organizados en dos registros. En el inferior podemos encontrar cinco capiteles donde descansans los arcos. Estos, como los del presbiterio, han sufrido diversas mutilaciones. El primer capitel, si empezamos el recorrido desde la izquierda, tiene esculpida en su parte izquierda a un personaje que parece estar volando y que tiene sus manos sobre un león, que está enfrentado con otro león situado en la cara central . Ambos se dan la pata derecha. En el otro ángulo volvemos a encontrar a dos leones enfrentados, que han perdido la cabeza. Encima del cuarto león, encontramos una figura "volando" como en el caso del primero. Encima del segundo y tercer león vemos a dos personajes desnudos, parecen niños, que huyen de la cabeza de una bestia que quiere engullirlas.

Capitel del ábside    Capitel del ábside

El segundo capitel es de factura mucho más tosca. Tiene esculpido un león en cada cara, encima del cual hay cinco o seis perlas. Bajo el león de la cara central hay esculpida una espiral.


El tercer capitel está bastante deteriorado y se han perdido las cabezas de las bestias representadas. En el ángulo izquierdo vemos a dos leones enfrentados. El que ocupa la parte central del capitel tiene la cola que le sale por debajo del vientre y sube hacia arriba enroscándose con la de otro león, situado a su derecha y de menores dimensiones. Este león abraza a otro situado en la cara derecha del capitel.

Capitel del ábside    Capitel del ábside

El siguiente capitel es mucho más simple y es de temática vegetal con también bolas esculpidas.


El último capitel de este nivel inferior tiene representaciones figuradas. En el lado izquierdo podemos ver a dos personajes armados con lanzas, que parecen estar luchando. Uno de ellos introduce la lanza en la boca del otro. Al lado hay un personaje que apoya su mano en la cabeza de un niño desnudo. Ya en la cara central del capitel encontramos otro personaje que también apoya su mano en la cabeza de este niño. Un quinto personaje intenta atacar con un arma blanca al anterior. Se completa la decoración del capitel con una lucha cuerpo a cuerpo entre dos jóvenes.

Capitel del ábside    Capitel del ábside

En el nivel superior tenemos cinco arcos, en tres de los cuales se abren las ventanas que iluminan el interior del ábside. Los cinco arcos están reseguidos por un guardapolvo que esta decorado con un ajedrezado en los dos arcos de la derecha, mientras que los demás tienen esculpidas palmetas.


En el capitel de la izquierda vemos un águila con las alas abiertas, mutilada. El segundo presenta una decoración a base de entrelazados. El tercer capitel también tiene entrelazados que rodean a piñas.

Capitel del ábside    Capitel de entrelazados

El cuarto capitel es de temática vegetal con palmetas rodeadas por sus tallos. El siguiente capitel está decorado con grandes piñas, mientras que el último está decorado con entrelazados y alguna flor.

Capiteles del ábside    Capitel de entrelazados

En el ábside podemos contemplar los únicos restos de pintura románica conservadas en Cantabria. Se conservan en dos espacios diferentes y pese a ser dos pequeñas muestras, nos hacen imaginar en el espectáculo visual que generaban cuando fueron pintadas. En el extremo sur del ábside se conservan las imágenes de dos apóstoles, un encima del otro. El superior se ha conservado casi de forma íntegra. A su izquierda podemos ver un pequeño fragmento de lo que parece un capitel. Probablemente el apóstol se encontraba debajo de un arco de medio punto apoyado en dos columnas. El otro apóstol no ha tenido tanta suerte y sólo se ha conservado su busto.

Fragmento de pinturas murales    Fragmento de pinturas murales

También podemos ver restos de pintura mural en dos arcos de la galería inferior. Uno de los cúales ha sido repintado durante la última restauración. En él vemos una paloma que baja hacia una copa (rehecha casi en su totalidad) y que está flanqueada por dos águilas.


En el arco se conserva un fragmento de una cenefa vegetal.


El otro fragmento no ha sido repintado y cuesta ver lo que se representó. Sólo se pueden ver algunas aves, una de las cuales parece estar boca abajo. También conservamos un fragmento de cenefa en el arco.


Otros restos de pintura mural, si bien de época posterior, los encontramos junto a una credencia del presbiterio. Se trata de pequeños restos de pintura que simulan la forma de sillares.


En el ábside podemos ver varias esculturas, de las cuales sólo dos son de época medieval. Fueron talladas en el siglo XIII y representan a San Pedro ya San Andrés.

San Pedro    San Andrés

En el lado sur de la nave vemos una imagen moderna de Santiago, colocado encima de un antiguo capitel decorado con bolas y volutas.


También encontramos decoración en el exterior del ábside. Está dividido externamente en tres calles gracias a dos columnas, que se alzan sobre un podio.


Cada una de estas columnas está rematada con un capitel bajo la cornisa. El primer capitel tiene representado a Daniel en la cara central dentro de un arco de medio punto y los leones en las caras laterales. El otro capitel es mucho más simple y tiene esculpidas piñas en la parte superior.

Capitel del ábside    Capitel del ábside

Capitel del ábside


En cada uno de los espacios en que se divide externamente el ábside se abre una ventana. La norte y la central están más trabajada que la sur.


La del lado sur está formada por una ventana de medio punto. Los laterales y el arco están decorados con dos líneas paralelas a modo de bocel. Recorre el arco un guardapolvo ajedrezado, que sigue por el tambor absidal a modo de imposta. Rodeando a la ventana encontramos una arquivolta ciega, decorada con un guardapolvo esculpido con flores. La arquivolta está apoyada en dos columnas, con los capiteles esculpidos. El del lado izquierdo es de tipo vegetal, con volutas, flores y bolas. También tiene temática vegetal el del lado derecho, pero mucho más básico.

Capitel de la ventana sur    Capitel de la ventana sur

Capitel de la ventana sur    Capitel de la ventana sur


La ventana central es más elaborada. El arco exterior está decorado con un guardapolvo esculpido con palmas y otros motivos vegetales. Los capiteles en que se apoya este arco están decorados con motivos vegetales.

Capiteles de la ventana central    Capiteles de la ventana central

La ventana en este caso, está decorada con una arquivolta, que se apoya en dos columnas con capiteles esculpidos. En el del lado izquierdo vemos a leones enfrentados, mientras que en el lado derecho hay dos personajes tocando el cuerno. Estos están dirigidos hacia una cabeza humana que hay en el ángulo del capitel. Su cimacio es diferente a todos los demás, pues está hecho con motivos ondulantes de tradición visigoda y en un tipo de piedra diferente. Algunos autores creen que podría haberse aprovechado de una edificación anterior.

Capitel con leones    Capitel con personajes que tocan el cuerno

La ventana del lado norte tiene la misma estructura que la central, si bien todos los capiteles son de temática vegetal.

Capiteles de la ventana norte    Capiteles de la ventana norte

La cornisa, que encontramos bajo el tejado del presbiterio y del ábside, está decorada con un motivo de soga. Esta se apoya en canecillos, también esculpidos. En el muro sur del presbiterio encontramos el primer canecillo decorado con tres rollos, el segundo, según algunos autores, tenía esculpida a una mujer dando a luz, pero está bastante mutilada y no acabamos de ver si es realmente así. La siguiente tiene dos rollos con una especie de lazo y pequeñas volutas en los laterales. A continuación vemos a un animal que con las patas delanteras tiene sujetada una presa, otra bestia con la cabeza girada hacia el este, un monstruo que engulle a un hombre y una pareja, que parece abrazarse, aunque algunas fuentes apuntan a que serían dos luchadores. 

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido


Ya en el ábside encontramos una canecillo hecho con cuatro cilindros sobre los que hay una flor de cinco pétalos, le sigue otro de doble caveto y encima un botón floral, uno con tres rollos, una cabeza de bestia con las dos patas delanteras juntas y dos rollos con otro botón floral entre ellas.

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido  


En el tramo central del ábside vemos a una figura humana que lleva un tonel en sus hombros, una mujer situada boca abajo, con las piernas abiertas mostrando su sexo y que sostiene una olla sobre sus piernas, una cabeza de monstruo, un canecillo erosionado, un cerdo, dos cavetos con una especie de V, que no sabemos interpretar y un monstruo devorando a un animal.

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido


En el último tramo podemos ver dos canecillos rotos, uno formado por tres cavetos en gradación, una cabeza de un demonio con cuernos, una pequeña cabeza barbada sobre cavetos en gradación y tres rollos.

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido


Ya en el presbiterio vemos que dos canecillos fueron eliminados al construir un contrafuerte. El primero que se ha conservado representa una cabeza de animal. A continuación hay uno totalmente destrozado, uno con un monstruo que engulle a un hombre desnudo, un animal que muerde las manos a un hombre y dos figuras humanas, que han perdido la cabeza.

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido


También encontramos canecillos esculpidos bajo la cornisa del muro sur de la nave. Allí podemos ver a un oso que sujeta con la boca y las patas delanteras un palo, un hombre sentado con un bastón en forma de T, un ángel que nos bendice con la mano derecha y lleva una cruz con la izquierda, una cabeza de animal con la boca abierta, una canecillo roto en que parece que se representó en un animal sentado, un personaje que sostiene un tonel sobre sus hombros y parece que nos muestra su miembro, otro canecillo roto que podría representar un pez, una figura humana, probablemente una mujer, con turbante o cofia y una cabeza de carnero.

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido


Si continuamos con nuestro recorrido, encontramos una cabeza que está a medio camino entre un rostro humano y uno de animal, una cabeza de cabra, un animal en una posición extraña y con la cabeza entre las patas, una águila que tiene una cabeza humana entre sus patas, un ciervo, un hombre con cabeza de simio, que tiene una soga alrededor del cuello y que está unida a un palo, que sostiene con las manos. También enseña ostentosamente sus atributos masculinos. A continuación tenemos un canecillo similar al tercero descrito en este párrafo, una cabeza humana con la boca abierta y calvo y un oso sentado y que mira hacia el este.

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido


El siguiente canecillo está decorado con dos bolas. A continuación hay uno con dos volutas superpuestas, uno con una cabeza de animal fantástico o de una serpiente, una cabeza de hombre con barba y calvo en la parte central de la cabeza, un canecillo roto, que tenía esculpida la cabeza de un animal, dos elementos que parecerían capullos de seda entre los que hay una bola con caperuza y flanqueados por volutas, un animal que ha perdido la cabeza, dos serpientes entrelazadas y una paloma.

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido

canecillo esculpido   canecillo esculpido   canecillo esculpido


También encontramos canecillos esculpidos en la parte exterior del crucero, si bien sólo en sus caras este y norte. Están situados bajo una cornisa ajedrezada, desaparecida en gran parte. El primer canecillo del lado norte representa una cabeza de animal, muy deteriorada. A continuación tenemos una especie de aspa, con dos bolas en la parte inferior. El tercero está decorado con otra cabeza de bestia erosionada. Seguimos el recorrido con un canecillo con un disco sobre un doble caveto, una pequeña cabeza de animal al final de unos cavetos en gradación, un hombre barbado, sentado y mostrando su miembro, la cabeza de un monstruo, un personaje que la erosión no nos permite saber que hace, un monstruo que engulle a un hombre desnudo, que intenta huir y un hombre sentado que toca un instrumento o lleva una caja. Volvemos a encontrar otro hombre o un mono enseñando su miembro, una cabeza de carnero, una cabeza humana calva, cavetos en gradación sobre los que encontramos una cabeza, similar a la anterior pero más pequeña, tres toneles, una cabeza de cabra , un canecillo mutilado que podría representar a un contorsionista y un canecillo liso, probablemente añadido en alguna época posterior.

canecillos esculpidas   canecillos esculpidas

canecillos esculpidas   canecillos esculpidas

canecillos esculpidas   canecillos esculpidas


El lado norte ha sido reformado con el paso de los siglos y de hecho necesitó la construcción de un contrafuerte en la parte central. En general, las canecillos que encontramos, presentan un estado de conservación bastante deficiente. El primero vuelve a ser liso, al que sigue uno con una cabeza humana. El tercero presenta cavetos en gradación, encima de los cuales hay una bola. A continuación vemos un caveto con volutas en los laterales y que encima parece tener una agrupación de dos rollos y una bola. Realmente nos cuesta interpretar su significado. 

canecillos esculpidas    canecillos esculpidas

canecillos esculpidas    canecillos esculpidas


En el muro sur de la nave y del presbiterio, podemos ver empotrados entre los sillares dos elementos escultóricos aprovechados. En uno de ellos se pueden ver los rastros de tres personajes. El central está sentado con el brazo doblado y hacia arriba (pantocrátor?). Le flanquean dos figuras más pequeñas de pie. Las tres tienen nimbo. Desgraciadamente no podemos saber de quien se trata, pues están muy deterioradas, pues al parecer los chicos del pueblo les tiraban piedras durante la Cuaresma.


El otro, situado en la parte alta del presbiterio, tiene esculpidos a un grifo y un pájaro entre las hojas y los frutos de una vid.


En el muro sur vemos una puerta de medio punto adovelada, actualmente cegada. Probablemente era el acceso al templo para los habitantes de la zona.


En el interior del templo se ha aprovechado este espacio para alojar la pila bautismal, totalmente lisa y sólo con un bocel en la parte superior.


En el muro norte, también encontramos una puerta de medio punto cegada, en este caso de menores dimensiones.


Adosada al muro sur encontramos la torre campanario. Inicialmente fue concebida para alojar una escalera de caracol, que llegaba hasta la parte superior del crucero. Se accedía a ella desde el interior del templo, pero posteriormente se cegó este acceso y se abrió uno desde el exterior.


También se sobrealzó la torre con el piso de las campanas en el siglo XVI.


Se accede al templo por una puerta que lo comunica con el claustro.


Es de factura sencilla, formada por dos arquivoltas de medio punto, apoyadas en dos columnas con los capiteles esculpidos con motivos vegetales de muy sencilla factura.

Capiteles del lado derecho    Capiteles del lado derecho

El claustro actual se construyó en los siglos XVI y XVII. En él se conservan diversos elementos traídos de otras parroquias de la zona, así como algunos sepulcros nobles.

claustro   claustro

Distribuidas a lo largo de las galerías del claustro encontramos algunas tapas de sepulcro románicas. Una de ellas pertenece al abad Pedro, muerto en 1183. Así consta en una inscripción situada en la parte central. A ambos lados hay decoraciones a base de flores circunscritas y hojas vegetales.


Hay otra tapa de sepulcro con una inscripción, muy erosionada, que desgraciadamente no nos describe quien fue enterrado.


Encontramos también otra cubierta de sepulcro a dos aguas, que conserva la inscripción en una de sus caras, datada en el año 1119.


La otra tapa de sepulcro que se conserva en las galerías del claustro está decorada totalmente con hojas de cuatro pétalos.


Pero la pieza más interesante es un sepulcro completo bajo un arcosolio. Desgraciadamente, está bastante deteriorado, pero aún podemos ver con claridad sus trazas góticas. El sepulcro está apoyado en leones y un perro.

Arcosolio y sepulcro

Capitel del arcosolio    Capitel del arcosolio


Su tapa está decorada con motivos vegetales que rodean una gran espada.


La cara frontal tiene varias representaciones humanas.


En la parte central encontramos el Pantocrátor dentro la almendra mística, rodeada del Tetramorfos.


A ambos lados, encontramos a unos personajes en cuatro arcos apuntados. En un extremo vemos a un ángel que con su trompeta llama al Juicio Final. En el otro, San Miguel con la balanza se dispone a pesar las almas. El resto de figuras están tan deterioradas que no se permite su identificación. Encima de estas figuras hay un conjunto de motivos heráldicos. Se desconoce la identidad de los restos que habían en su interior. Sólo conocemos que fue enterrado en 1231.

Detalle del sepulcro de un caballero   Detalle del sepulcro de un caballero

Sobre este sepulcro vemos una curiosa ventana en forma de Tau, probablemente procedente del templo anterior. No se puede descartar que inicialmente fuera una cruz circunscrita.


En una capilla, que se abre en la galería norte del claustro, vemos otro sepulcro interesante.


Su tapa está decorada con dos motivos de entrelazados. Están enmarcados por un motivo de soga.


Los laterales están decorados con una serie de arcos. Presenta la curiosidad que los de un lado son diferentes de los del otro. Por un lado vemos arcos cruzados similares a los que encontramos en el claustro de San Juan de Duero de tradición musulmana. Al otro lado vemos arcos de medio punto apoyados en columnas.

Lateral del sepulcro     Lateral del sepulcro

A los pies del sepulcro vemos esculpida una pequeña flor de cuatro pétalos.


El techo de esta capilla presenta una decoración muy básica de época gótica. Como en la capilla que hemos visto en los restos del antiguo templo, la decoración está hecha imitando sillares y con una estrella en el centro.

Techo de la capilla    Techo de la capilla

También podemos ver un sillar esculpido con dos personajes, tallados de manera muy tosca y que procede de la iglesia de Villaescusa de Elines.


En una de las paredes de la capilla se ha empotrado un antiguo canecillo en forma de cabeza humana, que tiene grandes ojos y la boca abierta. Encontramos una cabeza de características similares empotrada en una de las paredes del claustro. Se conserva otro canecillo, en este caso mutilado. No sabemos si se trataba de otro personaje humano o de un animal.

canecillo    canecillo    canecillo

En las últimas excavaciones, se localizó un capitel, que tiene esculpidos dos felinos enfrentados y algunas cabezas humanas.


También se conservan tres pilas bautismales románicas procedentes de otros templos abandonados de la zona y que fueron recogidas para evitar su expolio. Las tres están datadas en el siglo XII. La primera que encontramos fue traida desde la iglesia de la Purísima Concepción de Quintanasolmo. Presenta una decoración en forma de soga en la cara superior, así como en la parte más alta de la copa. El resto de la superficie está ocupada por arcos de medio punto, que se apoyan en un anillo, situado en la unión con la base.


Otra pila conservada es la de la iglesia de Santa María de Villaescusa de Ebro. Está decorada con dos franjas de triángulos o dientes de lobo flanqueadas y separadas por tres franjas decoradas con un sogueado. En la parte inferior, aunque difícil de ver por la posición, vemos un grupo de arcos de medio punto.


La última pila es muy similar a esta, sin el friso de arcos ciegos de la parte inferior. En este caso fue traída  desde la iglesia de la Asunción de Santa María de Hito.


Desde aquí queremos agradecer al padre Ezequiel la amabilidad que tuvo con nosotros, acompañándonos en nuestra visita por este sector de Valderredible y permitiéndonos visitar, disfrutar y fotografiar su patrimonio.