Fecha de publicación: 01 de Julio de 2011

A continuación les presentamos 3 casos que tienen en común el padecimiento de una VARICELA. Se tratan de tres complicaciones cutáneas distintas...

Caso 1: Varón de 18 meses de edad que hace 7 días presenta un exantema, inicialmente vesicular y luego polimorfo, distribuido por el tronco, las extremidades, el cuero cabelludo y el cuello. Es pruriginoso y se asocia a fiebre moderada. Es tratado con medidas sintomáticas (antihistamínicos, antisépticos locales e ibuprofeno). Hace 3 días la fiebre se eleva bruscamente (40.3ºC), responde mal al antitérmico y presenta una importante afectación del estado general.
Al examen físico impresiona de enfermedad grave confirmándose la hipertermia. Como dato llamativo destacar la existencia de lesiones abscesiformes, violáceas, algo blandas a la presión, localizadas en la región lateral derecha del tórax que, curiosamente, no coinciden con las lesiones costrosas que pueden observarse en el entorno. Una palpación más minuciosa detecta una induración dolorosa del téjido circundante. Se propone su ingreso hospitalario.

Caso 2: Niña de 2 años de edad que hace 6 días presenta lesiones vesiculares sobre fondo ligeramente eritematoso, pruriginosas y ampliamente distribuídas en la superficie corporal respetando manos y pies. Desde hace 48 horas los padres aprecian tumefacción y enrojecimiento de la región malar izquierda que se extiende al entorno ocular provocando tumefacción palpebral izquierda con reducción de la hendidura correspondiente. En las últimas horas la lesión se extiende al cuello. 
El examen físico se confirma lo indicado: la lesión descrita es eritematosa, está caliente y es dolorosa a la palpación, observándose un borde activo. En el seno de la misma pueden apreciarse varios elementos costrosos.

Caso 3: Varón de 20 meses de edad que, 6 días antes de acudir a consulta, desarrolla una erupción calificada de varicelosa. Tratado de forma convencional (antihistamínicos orales y paracetamol) presenta, sin especial afectación del estado general, lesiones brevemente vesículo-ampollosas y, algunas de ellas, costrosas.
En el examen físico destaca que se mantiene afebril, alegre y activo observándose tres tipos de lesiones cutáneas: pequeñas y numerosas costras ampliamente distribuídas por la superficie corporal, áreas algo mayores de despegamiento cutáneo que dejan ver un fondo húmedo y eritematoso, y, por fin, lesiones ovales, más secas, con llamativa apariencia de diana o escarapela.

¿Qué diagnósticos propone en cada caso?