miércoles, 9 de abril de 2014

LOS JUEGOS DE ANTES, ESCONDITE


JUGAR A LAS ESCONDIDAS 


Las escondidas, también llamada escondecucas, escondidijo, escondidillas, escondido o esconderite, es un juego popular que se juega mejor en áreas con potenciales puntos para ocultarse tales como un bosque, parque, jardín o una casa grande.


La idea fundamental de la escondida es que todos los jugadores se oculten, con la excepción de uno, que será el encargado de encontrar al resto.



Para dar tiempo a la elección del escondite y a la correcta instalación de cada uno en el suyo, el buscador esconderá el rostro contra la pared, como si llorara, y permanecerá en esta posición durante algunos segundos. La medición de este lapso, la efectuará el propio buscador recitando la serie de número naturales en voz alta, hasta llegar a una cifra convenida con antelación (por ejemplo 50). Acto seguido, a modo de advertencia, deberá declamar algún pareado revelador. El más usual es ”Punto y coma, el que no se escondió se embroma”. El lugar donde el buscador realiza este ritual se conoce con el nombre de “Piedra”. Inmediatamente comienza la parte más divertida. el buscador recorre el campo de juego y revisa los lugares en donde sospecha que hay alguien. Cuando descubre a algún jugador oculto sale corriendo en dirección a la Piedra, la toca y grita “Piedra libre para Fulano”. Siempre deberá referirse a la persona descubierta de un modo tal que su identidad quede fuera de toda duda.

CANTIDAD DE JUGADORES

Puede jugar a la escondida un número cualquiera de jugadores. El mínimo es uno. Cabe señalar que en este caso el juego es especialmente aburrido: el único jugador se busca a sí mismo, lo que es aun más tedioso, busca a otros inexistentes jugadores hasta que se desalienta y abandona.

Con dos participantes se gana un poco de acción y puede decirse que el clima ideal se logra cuando intervienen más de seis y menos de veinte personas.





LUGARES PARA ESCONDERSE 

La escondida puede practicarse tanto en lugares abiertos como recintos cerrados. Siempre es preferible elegir horarios nocturnos, por que las tinieblas suelen mejorar la calidad de los escondites.



Así, cuando se juegue en casas o departamentos, convendrá atenuar las luces . Aquí se hace indispensable una aclaración fundamental: es necesario que antes de comenzar el juego se fijen expresamente los límites geográficos de su extensión. Fuera de ellos estará prohibido esconderse.



Alguno heresiarcas pasan por alto esta acotación y nos hallamos entonces ante un juego cuyo marco es el mundo entero. Es así como muchos jugadores se esconden en barrios alejados, retrasando el desenlace de la competencia hasta el punto de arruinarla por completo.


FINALIZACIÓN DEL JUEGO 

La escondida no tiene ganadores ni perdedores. Por eso la finalización del juego debe fijarse en forma arbitraria , pero manifiesta. Muchas veces los jugadores abandonan la competencia sin avisar a nadie y muchos participantes tenaces permanecen ocultos durante horas, sin que nadie se moleste en buscarlos.









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