El film en blanco y negro Everness, (título deun poema de Borges sobre el infinito) interpreta libremente una escena de la obra The Dead, de James Joyce, reemplazando a los protagonistas ancianos de la historia de Joyce por una joven pareja sexy e introduciendo un tono de mayor autoconsciencia intelectual. La historia Joyce gira en torno a dos baladas irlandesas cantadas por los personajes. Cesarco, en cambio, alterna escenas narrativas con el registro de dos canciones solemnes, una brasileña y otra española.
La película comienza con un hombre joven que enuncia su teoría sobre la tragedia, definida por él como “la llegada de un mensaje enigmático y sobrenatural que el héroe no puede comprender por completo”. En su descripción, este mensaje contiene “una palabra que tiene el poder de cambiar la propia vida”. La obra continúa con una tensa escena en la que se ve al joven y a su esposa silenciosa y distante, reversionando la última parte de la historia de Joyce. En el pasaje original, el narrador se cierne sobre la mortalidad y se desespera por su matrimonio después de conocer los recuerdos vívidos de un amor de la infancia de su esposa, llamado Michael Furey, quien murió al salir de su lecho de enfermo para ver su rostro. Ya sea que reconozcamos o no la fuente –que no se identifica en ningún momento–, pareciera que nos adentráramos en una película independiente, donde los celos y la inseguridad del protagonista quedan totalmente claros.
En la escena final, los dos jóvenes comparten el desayuno en silencio con una aparente ternura. Si la relación se ha restaurado, o cómo lo ha hecho, no queda claro. Tampoco está clara la trascendencia que tiene para la pareja el diálogo inicial acerca de la tragedia. Incluso si los espectadores ignoran que la obra se basa en un cuento breve irlandés y que el artista lo traduce a una obra más conceptual, las tomas extendidas de la película y las ambigüedades narrativas resultan gratificantes e intrigantes.
La película Zeide Isaac aborda un tema mucho más desalentador. El abuelo del artista (zeide en yiddish), de 94 años, sobreviviente del Holocausto, lee un texto reflexivo pero inquietante escrito junto a Cesarco. Vemos al anciano en un entorno doméstico modesto, en silencio, leyendo o mirando a cámara, mientras que una voz en off expresa la voluntad de dar testimonio de los horrores de los campos, pero también reconoce, al mismo tiempo, los límites del testimonio. Aunque cada experiencia de los campos es única, reconoce que cada narración de los acontecimientos está codificada; hechos y memoria compiten, y con el tiempo, las narraciones cambian la memoria misma.
Podemos lamentar la muerte de los últimos sobrevivientes del Holocausto, como el narrador de Joyce en The Dead teme su propia desaparición. Pero incluso los recuerdos de los sobrevivientes, sostiene Cesarco, ya están corrompidos por el mismo acto de su narración.
Texto de Brian Boucher
Alejandro Cesarco (Uruguay, 1975) vive y trabaja en Nueva York. Ha expuesto en galerías y museos de los Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Ha curado exposiciones en los Estados Unidos, Uruguay, Argentina y un proyecto para la 6 ª Bienal del Mercosur, Porto Alegre, Brasil (2007).
En su más reciente exhibición en Nueva York, el artista uruguayo exhibió dos cortometrajes de 16 mm transferidos a DVD, sobre la literatura y la traducción, la historia y la memoria. "Dos películas" coincidió con su exposición "Tres Obras" de Tanya Leighton en Berlín. Ambos incluyen la película Everness, 2008, que en Nueva York se mostró junto con la película de 2009 Zeide Isaac.
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